Sobre
los cambios de las imágenes de Jesús Atado a la Columna de la Hermandad y Cofradía
de Nazarenos de la Sagrada Columna y Azotes de Nuestro Señor Jesucristo y María
Santísima de la Victoria de Sevilla.
Juan
Prieto Gordillo
Universidades
de Huelva y Pablo de Olavide de Sevilla.
Sabidos son los cambios
efectuados a lo largo de la historia por la Real e Ilustre Hermandad y Cofradía
de Nazarenos de la Sagrada Columna y Azotes de Nuestro Señor Jesucristo y María
Santísima de la Victoria de Sevilla, conocida popularmente por “las Cigarreras”, respecto a su imagen
titular, Nuestro Padre Jesús atado a la Columna.
Entre los primeros
datos en los que se hace referencia a esta cuestión, debemos reseñar en primer
lugar el realizado por el maestro Juan de Giralte en el año 1565, cuyo paradero
actual es la Basílica de María Auxiliadora; seguidamente, en 1605, el tallado
por Amaro Vázquez (1605-1892), ubicado en la sacristía de la sede actual de la
hermandad; otro a finales del siglo XVII, del círculo de Pedro Roldán durante
un periodo de veinticuatro años (1892-1916), perteneciente desde entonces a la
hermandad sacramental de Nuestro padre Jesús atado a la Columna y Nuestra
Señora de los Ángeles de la localidad onubense de Hinojos. Una nueva talla en
1916 por Joaquín Bilbao Martínez, recibiendo culto en dos periodos (1916-1939 y
1973), depositada en las dependencias de la hermandad. Y finalmente,
prosesionando desde el año 1974, la tallada por el imaginero Francisco Buiza[1].
Dos nuevos documentos,
fechados en los días 21 y 23 de marzo
del año 1877, vienen a aportar nueva documentación al respecto, con la idea de volver
a sustituir a su imagen titular, Jesús atado a la columna, obra realizada por
Amaro Vázquez en 1605. El primero, convertido en una crítica, un tanto
desaforada hacia la mencionada talla, “la
mencionada Corporación afecta en extremo a sus Sagradas Imágenes, no se ha
fijado y si lo ha hecho no ha gestionado su sustitución, en lo poco exacto que
estuviere el artífice a quien le encomendaron las confecciones de las imágenes
de Nuestro Redentor, en uno de los actos más cruentos de su dolorosa pasión;
pero que atendiendo a las poderosísimas razones y llevado a efecto por sus
representantes un minucioso examen ante la expuesta efigie, se ve de una manera
palmaria, no responde su actitud ni la expresión de su rostro a
los acerbos tormentos de que fuera víctima en el acto de los azotes[2],
máxime si como nos enseña en sus
meditaciones sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, Sor Catalina Emmerick”[3]. A
lo que se añadiría una petición remitida por los representantes de la cofradía,
el hermano mayor don Joaquín Ruiz y el mayordomo don Francisco Millán, al
arzobispo hispalense el señor don Luis de la Lastra y Cuesta, solicitando para ello la concesión de
dos imágenes “…los que suscriben…han
gestionado y localizadas en el trascoro de la Parroquial del Divino Salvador,
con carácter de depósito una imagen de Nuestro Señor Jesús atado a la columna
que honra al artista que lo confeccionara como al igual mereciera la de un
judío azotándolo, y que por no ocupar lugar preferente en dicha iglesia dicha
imagen del Señor, puede reemplazar al de esta cofradía…”[4].
Concluía la petición añadiéndose
también la posibilidad de poder presentar las imágenes citadas, “a la publica adoración de los fieles”, tan
solo varios días después, coincidiendo con el Domingo de Ramos, que en esta
ocasión caería el día 25 de marzo, en el que la cofradía realizaba su
Estación a la Santa Iglesia Catedral.
El segundo documento,
al que hacemos referencia a comienzos del presente artículo, y que está relacionado
con el anterior, nos muestra el informe remitido por los párrocos de la
Colegial del Salvador, apoyando la petición de la hermandad de La flagelación
de Jesús y María Santísima con el Dulce título de las Victorias[5], añadiendo
varias condiciones, la devolución de ambas imágenes al referido templo, una vez
finalizada la Semana Santa y la no sustitución por otras de menor categoría artística.
A raíz del hallazgo de
ambas fuentes documentales, nos surgen varias dudas relacionadas no sólo con la
corporación cigarrera, sino también con la sacramental de Hinojos. Hasta la
fecha, se viene haciendo mención de la procedencia de la imagen de Jesús atado
a la columna de la localidad hinojera, que pasó del extinto convento del Pópulo,
supuestamente en primer lugar, a la parroquia de la Magdalena para ser cedida
en el año 1916 a la hermandad de dicha localidad; la segunda cuestión, es, si la
mencionada imagen puede ser considerada como la existente, según la documentación aportada, en la iglesia del Salvador
en el año mencionado de 1877, pasando años después a la Magdalena. De no ser
así, ¿cuál sería la imagen, Jesús atado a la columna, mencionada en ambos documentos?¿cuál sería su actual paradero? ¿Llegó a procesionar la imagen en el mencionado año de 1877 con la cofradía sevillana el citado
Domingo de Ramos, o ante las condiciones dictadas por los párrocos del Salvador,
desistieron de ello?
Según la documentación
aportada, creemos que las imágenes mencionadas son las mismas en ambos casos,
y como la historia suele ofrecer una segunda oportunidad, fue lo que le sucedió
a la corporación cigarrera en el año 1892, al solicitar nuevamente la cesión, otra vez, en calidad de depósito, de la imagen
del Cristo atado a la columna y posiblemente, el mencionado judío, siendo
aceptada por el señor arzobispo don Benito Sanz y Forés, constituyéndose a
partir de entonces como imagen titular hasta el año de 1916, en que fue
trasladada a Hinojos por mediación del escritor y canónigo de Sevilla don Juan
Francisco Muñoz y Pavón, natural de dicha localidad[6].
Documento 1º.
Ilustrísimo
Señor Vicario Capitular (Sedes Vacantes) de este Arzobispado.
Ilustrísimo Señor
El
acto de la flagelación de Jesús y María Santísima con el Dulce titulo de las
Victorias, en el Sagrado Misterio que sirve de efigies a la Hermandad que
suscribe y que sin interrupción viene consagrando y rindiendo cultos a sus veneradas
efigies en su capilla propia de los Terceros.
Ahora
bien, Ilustrísimo Señor, la mencionada Corporación afecta en extremo a sus
Sagradas Imágenes, no se ha fijado y si lo he hecho no ha gestionado su
sustitución, en lo poco exacto que estuviere el artífice a quien le
encomendaron las confecciones de las imágenes de Nuestro Redentor, en uno de
los actos más cruentos de su dolorosa pasión; pero que atendiendo a las
poderosísimas razones y llevado a efecto por sus representantes un minucioso
examen ante la expuesta efigie, se ve de una manera palmaria, no responde su
actitud ni la expresión de su rostro a los acerbos tormentos de que fuera
víctima en el acto de los azotes; máxime si como nos enseña en sus meditaciones
sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, Sor Catalina Emmerich, sobre el
estado lastimoso en que se hallaba Nuestro Señor al ser empujado y dado de
palos a su santísimo Cuerpo, por los alguaciles y salvajes al ser conducido a
la Columna donde hubo de tener lugar uno de sus más criminales mandatos de
Pilatos.
Atendiendo
a lo expuesto, e impulsados todos los individuos de esta Hermandad…. Se
autorizó a los representantes para que
gestionasen la búsqueda de una imagen en las que se reflejara de una
manera más viva los dolores de Nuestro Redentor Jesús, y ha hallado que fuese
solicitada del arzobispo su concesión.
Ahora
bien, Ilustrísimo Señor, los representantes que suscriben…han gestionado y
encontrado en el trascoro de la Parroquial del Divino Salvador, y con el
carácter de depósito una imagen de Nuestro Señor Jesús atado a la columna que
honra al artista que lo confeccionara como al igual mereciera la de un judío
azotándolo, y que por no ocupar lugar preferente en dicha iglesia dicha imagen
del Señor, puede reemplazar al de esta cofradía, por lo que rogamos a V.I.,
previos los informes que se juzguen oportunos, nos conceda las dos esculturas
ante dichas, y caso que así suceda, como no podemos de esperarlo, desearíamos
presentarlo a la pública adoración de los fieles el próximo Domingo de Ramos, en
que esta cofradía hace estación a la Santa Iglesia Patriarcal. Coincide esta
petición con el beneplácito de los Señores curas del Salvador que están
dispuestos a entregarlos tan pronto como V.I., mande orden para ello. Gracia
especial que esperan conseguir…
Sevilla
21 de marzo de mil ochocientos setenta y siete años.
Hermano
Mayor
Mayordomo
Joaquín
Ruiz
Francisco Millán
AGAS.
Secc. III. Hermandades. Leg.10007.s/f. año 1877(1)
Documento 2º.
Informe
Curas del Salvador
Los
infrascritos Curas propios del Salvador de Sevilla…. que efectivamente existen
en la Iglesia dos efigies que interesan; pero que si bien hoy, no se muestras
expuestas al culto público, no por ello están prudente desprenderse de ellas, y
mucho menos sustituirlas con otras peores, pudiendo únicamente presentarlas en
el día de la cofradía solicitante pudiera necesitarlas y obligando a
devolverlas sin menoscabo a esta Iglesia, tan luego como haya terminado la
Semana Santa.
Dios
bendiga a V.I., a Sevilla y veintitrés de marzo de mil ochocientos setenta y
siete años.
AGAS.
Secc. III. Hermandades. Leg.10007.s/f. año 1877(1)
[1] Información recogida en la
página Web de la Hermandad: Columna y Azotes.
[3]
Beata Ana Catalina Emmerick
La Dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Extractos del libro: Los verdugos no le dieron un solo instante de
reposo. Al norte del palacio de Pilatos, a poca distancia del cuerpo de
guardia, había una columna que servía para azotar. Los verdugos vinieron con
látigos, varas y cuerdas, y las pusieron al pie de la columna. Eran seis
hombres morenos, malhechores de la frontera de Egipto, condenados por sus
crímenes a trabajar en los canales y en los edificios públicos, y los más
perversos de entre ellos hacían el oficio de verdugos en el Pretorio. Esos
hombres crueles habían ya atado a esa misma columna y azotado hasta la muerte a
algunos pobres condenados. Dieron de puñetazos al Señor, le arrastraron con las
cuerdas, a pesar de que se dejaba conducir sin resistencia, y lo ataron
brutalmente a la columna. Esta columna estaba sola y no servía de apoyo a
ningún edificio. No era muy elevada; pues un hombre alto, extendiendo el brazo,
hubiera podido alcanzar la parte superior. A media altura había anillas y
ganchos. No se puede expresar con qué barbarie esos perros furiosos arrastraron
a Jesús: le arrancaron la capa de irrisión de Herodes y le echaron casi al
suelo. Jesús abrazó a la columna; los verdugos le ataron las manos, levantadas
por alto a un anillo de hierro, y extendieron tanto sus brazos en alto, que sus
pies, atados fuertemente a lo bajo de la columna, tocaban apenas al suelo. El
Señor fue así extendido con violencia sobre la columna de los malhechores; y
dos de esos furiosos comenzaron a flagelar su cuerpo sagrado desde la cabeza
hasta los pies. Sus látigos o sus varas parecían de madera blanca flexible;
puede ser también que fueran nervios de buey o correas de cuero duro y blanco…
[4] Ibíd.
[5] Hermandad de La flagelación de
Jesús y María Santísima con el Dulce título de las Victorias. Título literal
que aparece recogido en la fuente documental de 1877.
[6] Ibíd.
Obra de Juan Giralte. 1565.
Obra de Amaro Vázquez. 1605.
Obra del circulo de Pedro Roldán.
Finales del siglo XVII.
Obra de Joaquín Bilbao Martínez. 1916.
Detalles de la obra de Bilbao. 1916
Obra de Francisco Buiza. 1974.
Obra de Juan Giralte. 1565.
Obra de Amaro Vázquez. 1605.
Obra del circulo de Pedro Roldán.
Finales del siglo XVII.
Obra de Joaquín Bilbao Martínez. 1916.
Detalles de la obra de Bilbao. 1916
Obra de Francisco Buiza. 1974.