sábado, 4 de septiembre de 2021

ORIGEN DOCUMENTADO DE LA FESTIVIDAD DE SANTA ROSALÍA DE PALERMO EN GINES.

ORÍGENES DE LA FESTIVIDAD DE SANTA ROSALÍA EN LA VILLA DE GINES (20 de noviembre de 1715)

Pocos son los orígenes religioso-festivos que hasta la fecha han podido ser documentados  en las diversas localidades que forman la hermosa provincia hispalense a  través de los siglos. Recientemente he localizado unas escrituras públicas en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla, en las que se recoge el origen de la festividad religiosa de Santa Rosalía de la localidad Aljarafeña de Gines. Fue el Escribano Real don Juan José del Castillo y de la Barrera, Gobernador de la Villa durante los últimos años del siglo XVII y los primeros del XVIII, quién junto con su esposa doña Juana de Vidales Tercero de León, fundaron una Memoria en la que se determinaba el punto de partida de dicho evento. Este hecho quedaría redactado bajo poder  notarial el día 20 de noviembre de 1715 (1).

        Imagen anónima siglo XVIII

En un fragmento de la escritura, que aparece encabezada con el siguiente epígrafe: FUNDACIÓN DE MEMORIA DE DON JOSÉ DEL CASTILLO Y DOÑA JUANA MARÍA VIDALES, SU MUJER, A LA GLORIOSA SANTA ROSALÍA”, don Juan José del Castillo, y doña Juana María Antonia Vidales, se cita el origen de dicha festividad tal y como se demuestra a continuación en el siguiente párrafo: Desde ahora, y para siempre jamás, adjudicamos y cedemos, renunciamos y traspasamos a la dicha Hermandad del Santísimo Sacramento y Santa Vera Cruz, el dicho tributo de veinticuatro reales y de catorce maravedíes, que nos paga cada año el dicho Cristóbal Álvarez, sobre las dichas dos aranzadas y media de tierra y viña, para que lo perciba y cobre, y de él tenga cargo y obligación precisa de hacer una Misa Cantada, perpetuamente y para siempre jamás, en la dicha nuestra Capilla, en el dicho día siete de septiembre de cada año, que es en el que celebra Nuestra Santa Madre Iglesia, la Fiesta de la Gloriosa Virgen Señora Santa Rosalía, y al fin de la Misa, que ha de ser del rezo de la Santa, se ha de decir un responso cantado con doble, y a la víspera de la Santa, en dando la oración y el día antes de tocar a la Misa, ha de haber un repique de las campanas; y por la limosna de la Misa y responso se han de dar al señor Cura Servidor del beneficio de esta Villa, ocho reales de vellón, y al sochantre, por el repique doble y asistir a oficiar la Misa, seis reales de vellón; y los diez reales y catorce maravedíes restantes, ha de tomar para sí, la Cofradía para ayuda a su gasto de cera, sin más obligación que la referida de encender cuatro velas en el Altar mientras se dijese la Misa(2).

Sin embargo, debemos remontarnos siete años atrás, más concretamente en 1708, que es cuando aparezca por vez primera la vinculación entre los nombres de Gines, Juan José del Castillo y el de Santa Rosalía de Palermo. Este hecho, recogido en otra fuente documental, también ha sido localizado en el mencionado archivo. En esta ocasión se trata de una de las cláusulas testamentarias perteneciente al señor del Castillo en la que se cita lo siguiente: “Y por la presente, es mi voluntad, porque sea Dios más servido y su Santo y Divino culto, ensalzando ofrendas y sacrificios e instituir y fundar una memoria perpetua  de una Misa cantada que se haya decir y diga desde el día de mi fallecimiento en adelante perpetuamente para siempre jamás en la Iglesia parroquial de la Villa de Gines, señaladamente en el día siete de septiembre de cada un año, por la cual, y por la cera, vino, hostias y ornamentos, se haya de dar y de doce reales de vellón, los cuales se ha de entender y entienda, la limosna de dicha misa, ocho reales, y los cuatro restantes para dos velas de a cuarta, que arden en el lienzo de dicha Santa que tengo dada a la dicha Iglesia, los que los dicho doce reales en cada un año, desde luego para cuando llegue el caso de mi fallecimiento, doy y adjudico, la propiedad de dos aranzadas de viñas majuelo, en un cercado que tengo en la dicha Villa, linde con las tapias de la arboleda de mi heredad, y callejones que van al prado, en que así hago la dicha adjudicación de Memoria perpetua” (3).

Hasta la fecha, la única imagen titular que conocíamos de Santa Rosalía en Gines es la ubicada en el centro del altar principal de su ermita, que fue tallada a finales del primer tercio del siglo XVIII. Sin embargo, tal y como queda demostrado en uno de los párrafos de la anterior escritura, se tiene constancia de que existió un lienzo en el que aparecía representada la Santa: “el lienzo de dicha Santa que tengo dada a la dicha Iglesia, e igualmente, en otro de la Memoria Fundacional, “una Imagen pintada en un lienzo, en nuestra Capilla del Santísimo Cristo de la Vera Cruz en la Iglesia Parroquial de esta Villa. Tras rastrear las pinturas existentes en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Belén, pude localizar en la zona alta del coro una obra de comienzos del dieciocho en el que se representa una religiosa, coronada por un áurea dorado, con un crucifijo en una de sus manos y una rama de palma en la otra; esta pintura ha sido citada en algunos inventarios como “Santa Rosa de Lima ó como “Santa Rita de Casia”, al no coincidir con los elementos clásicos importados desde tierras italianas desde finales del siglo XVII, que más tarde se modificarían durante el primer tercio de la centuria siguiente: una túnica vetusta, la corona de rosas, un cráneo humano en una de sus manos y un flagelo en la otra.

Sin embargo, existe otra tipología tal vez menos conocida, con la que ha sido representada la Gloriosa Santa Rosalía, empleada ésta con el claro objetivo de diferenciarla de la iconografía que desde años atrás se venía utilizando en las representaciones de Santa María Magdalena. Entre estas podemos incluir, la pintura de existente en el templo parroquial de Gines, la escultura existente en una hornacina del muro del Evangelio en el Convento hispalense de Santa Rosalía, y otra “imagen de vestir” que se encuentra en la nave de la Epístola de la Iglesia Parroquial de la Magdalena de Sevilla. Esta última Imagen fue donada por el señor del Castillo a la Hermandad del Santísimo Sacramento de dicha parroquia para: “… que es la que va en las procesiones, y teníamos por nuestro consuelo en las casas de nuestra morada, y para que tuviese más culto hicimos la que está en dicho tabernáculo, y el dicho mi marido me dejó encargado como le hago suplicar como suplico a dicha hermandad que hasta que yo fallezca permita se conserve en mi poder la referida Imagen, y luego que suceda mi fallecimiento la haga recoger y la que está en él la coloque en su sala capitular, en el sitio que le pareciere…” (4). En todas ellas los elementos comunes por los que se identifican a la Santa de Palermo son, la corona de rosas sobre las sienes, un hábito religioso, un crucifijo en una de sus manos y un ramo de flores o una palma en la otra. Para concluir, y tras el estudio tanto de las mencionadas fuentes documentales como de los hallazgos iconográficos, es por lo que podemos afirmar que la mencionada pintura corresponde a Santa Rosalía, pintura ejecutada, tal y como he afirmado a comienzos del dieciocho.

Detalle de Santa Rosalía. Siglo XVIII.

La devoción a la Señora Santa Rosalía de Palermo del Escribano Real don Juan José del Castillo, quién a demás de ostentar el título de Gobernador de la Villa llegaría a poseer los de secretario del Rey Nuestro Señor, y Contador por S. M., de la Real Artillería de la ciudad de Sevilla, Flotas y Armadas de Indias, Alcalde de la hermandad del Estado de Caballeros, Hidalgo de la Villa de Espartinas, Señor del Cabildo y Regimiento de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Sevilla”, y la de su esposa doña Juana María de Vidales, con la que contrajo matrimonio por poderes el día veinte y siete de enero de mil setecientos y diez, les llevó a patrocinar la construcción de la Ermita para la Santa existente en la localidad. Este hecho quedó reflejado en otra de las cláusulas del testamento del señor Castillo, que fue redactado por su esposa a petición del principal tras la realización de un “Poder” otorgado para dicho fin (5):

Ytt, declaro que el dicho Don Juan José del Castillo, mi marido, me dejó encargado manifestase como yo en su nombre lo hago, que en la dicha Villa de Gines, a la entrada de ella, labró a su cota una Ermita, a la Gloriosa Virgen Señora santa Rosalía, de tres naves, con sus tres altares, y sus retablos y ornamentos, casa del ermitaño y todos sus menesteres y que pertenece a la dicha ermita todo el sito que está delante de ella, hasta la Santísima Cruz, que es donde estaba antes, puesto el rollo de dicha villa, de cuyo sitio y del en que esta parte de la ermita le hizo merced el Excelentísimo Señor Conde de Fontanal, dueño y señor solariego de la Villa, haciendo como se hizo a su costa, el dicho rollo a la otra parte del lugar en la parte donde hoy está y el demás sitio de que se compone la dicha ermita y casa del ermitaño, todo lo dio Ana Suárez, vecina de la Villa, y viuda de Pedro Alonso de Palomar, la que con la mayor devoción y deseo que se hizo la ermita, está viviendo en ella, y porque el deseo del dicho mi marido fue se mantenga siempre con la mayor decencia, pues por la comodidad de la casa, y juntamente por la devoción  a la Santa la desean vivir muchas personas, y para que la que hay de vivirla y cuidarla por fin  de los días de la vida de la dicha señora Ana Suárez y de la mía sea la más a propósito y conveniente, fue su voluntad suplicar como yo en su nombre suplico al Excelentísimo Señor Arzobispo que al presente es,  y por tiempo fuere de la ciudad de Sevilla, se sirva nombrar persona que cuide de la dicha ermita, y viva esta casa, pues aunque contempló ser embarazoso a las muchas ocurrencias de su gran dignidad esta Gloriosa Santa se lo premiará con su protección como lo hace con sus devotos”.

Efectivamente, las obras en la ermita de Santa Rosalía, diseñadas muy posiblemente por el maestro mayor Diego Antonio Díaz en 1722, y finalizadas un año más tarde, fueron costeadas en su totalidad por  la fortuna de su Señoría y de la de su señora esposa. La realización de esta construcción, además de estar recogida en la citada fuente documental, aparece labrada también en la lápida que existe en uno de los muros del recinto religioso y cuyo contenido es el que sigue: REINANDO EN ESPAÑA EL M.C.I.P. REI D. PHELIPE V. SIENDO ARZPO. DE SEVILLA EL EXCMO. SR. D. LUÍS DE SALCEDO Y AZCONA, I DUEÑO Y DEÑOR DE ESTA VILLA. EL SEÑOR CONDE DE FONTANAR, HICIERON ESTA IGLESIA Y CASA A SU COSTA A LA GLORIOSA ANACORETA SR. SANTA ROSALÍA, D. JUAN JOSEPH DEL CASTILLO, SECRETARIO DE SU MGTAD. I Dª JUANA Mª. JUANA ANTONIA DE VIDALES SU MUGER. AÑO DE 1723. Como agradecimiento a este hecho, el señor arzobispo don Luis de Salcedo y Azcona le concede poder de enterramiento”, cuestión que nunca se llevó a cabo, en la capilla parroquial del Cristo de Vera Cruz, propiedad de la familia del Castillo tal y como hemos comprobado con anterioridad. Como complemento a esta última información, añadir únicamente que don Juan José del Castillo fue hermano de la Hermandad del Santísimo Sacramento y la Santa Vera Cruz de la localidad.

Ermita de Santa Rosalía. Gines. Sevilla. Autor: Diego Antonio Díaz 
(1722-23)


Espadaña de la ermita de Santa Rosalía. Gines. Sevilla.
 Autor: Diego Antonio Díaz 
(1722-23)

Numerosas fueron las muestras devocionales que tanto don Juan José del Castillo como su esposa, profesaron a la Santa a lo largo de sus vidas, influenciados sin lugar a dudas  por el señor Arzobispo don Jaime de Palafox, quién ejerció como tal en la ciudad de Palermo durante los años 1677 a 1684, y a quién se le atribuye la importación de esta devoción a tierras hispanas. Este hecho vino propiciado tras compartir el señor del Castillo con la Dignidad Eclesiástica algunos años de estancia en el país italiano, donde ejerció como su tesorero y secretario personal. De hecho, y siguiendo cierta cronología, muestro a continuación algunos hechos que corroboran esta afirmación.

Así, el matrimonio que nunca tuvo hijos, se vería sorprendido una mañana del mes de septiembre de 1719 con la presencia de un niño recién nacido, que fue depositado en los umbrales de su morada, a quién tras ser adoptado le impusieron por nombre en el bautismo “José de Santa Rosalía(6). Algunos años después, se producía la ya comentada donación a la Hermandad del Santísimo Sacramento de la parroquia hispalense de La Magdalena, collación en la que residieron durante algunos años, una Imagen de talla de la Señora Santa Rosalía para que procesionase por las calles de la misma (7). También, y en esta ocasión para la parroquia de la Villa de Lora del Río, localidad en la que residieron algunos miembros familiares, dejó dotadas otras dos misas cantadas, la una a Señor San José y la otra a la Señora Santa Rosalía, “en sus días y otros sufragios, para cuyo efecto envió dos láminas con las Imágenes de este Santo Patriarca y Santa a la Hermandad del Santísimo Sacramento de dicha Villa, a cuyo cargo están las dichas dotaciones, y las tiene colocadas en el altar mayor de ella, y hasta ahora la ha cumplido…(8).  

Dos nuevas reseñas son mostradas a continuación; la primera de estas pertenece a una escritura de liberación de un esclavo que poseía la familia del Castillo, cuyo nombre fue Juan José Miguel Rosalía; y la otra de un inventario de bienes en el que se recogieron las siguientes piezas: “otra joya de diamantes con una reliquia de Santa  Rosalía en medio; otra joya de esmeraldas y rubíes; otra más pequeña que tiene un san Pío Quinto y alrededor diamantes; dos cadenas de oro gordas a hechura de China; otra más menuda de eslaboncitos también de oro; y otra más gorda de la misma hechura en que está la reliquia de Santa Rosalía y un Lignum Crucis(9).  Juan José del Castillo y de la Barrera fallecía en Sevilla el día 18 de enero de 1732 siendo enterrado dos días después en la Iglesia parroquial de Señor Santiago el Viejo de esta ciudad. Dio poder para testar a su esposa ante el escribano público don Agustín Guerrero. Los costos de dicho entierro ascendieron a cincuenta y un reales de vellón (10).

Para finalizar la presente publicación, se expone literalmente la escritura original en la que se cita el origen de la Memoria que da origen a la festividad dedicada a la Santa Anacoreta la Señora Santa Rosalía en la localidad de Gines:

FUNDACIÓN DE MEMORIA DE DON JOSÉ DEL CASTILLO Y DOÑA JUANA MARÍA VIDALES, SU MUJER, A LA GLORIOSA SANTA ROSALÍA (11).

Sépase como nos, don Juan José del Castillo, secretario del Rey Nuestro Señor, y Contador por S. M., de la Real Artillería de la ciudad de Sevilla, Flotas y Armadas de Indias, Alcalde de la hermandad del Estado de Caballeros, Hidalgo de la Villa de Espartinas, Señor del Cabildo y Regimiento de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Sevilla, y vecino de esta, en la collación de Santa María Magdalena, y de esta Villa; y doña Juana María Antonia Vidales Tercero de León, su legítima mujer, en presencia y con Licencia que para hacer y otorgar en contenido en esta escritura, pido y demando a dicho mi marido; e Yo, el dicho don Juan José del Castillo se la doy y concedo, según y para  el efecto que me es pedida…; Decimos que por cuanto tenemos por bienes mutuos propios un tributo de veinte y cuatro reales y catorce maravedíes en cada año a redimir y quitar, que nos paga Cristóbal Álvarez, vecino de esta Villa, sobre dos aranzadas y media de tierra, que está puesta de viña la mayor parte, y están en término de esta Villa, al Pago de los Linares; linda por todas partes con tierras nuestras propias, las cuales, con las del dicho tributo, fueron bienes de don Luis de Lesana y Escudero, vecino de dicha ciudad y heredado de la esta Villa, el cual las permutó por otras que eran de Bartolomé Sánchez, vecino que fue de esta Villa, que llaman la haza de la Cofradía, y lindan con la Hacienda que fue del dicho don Luis de Lesana, y viñas nuestras al Callejón del Prado y del Granadillo; y el dicho Bartolomé Sánchez, vendió las tierras y tributos que sobre ellas se pagaban a don Andrés Martínez Caballero, Caballero que fue de la Orden de Calatrava, y Tesorero de la Real Casa de la Moneda de dicha ciudad; y por su muerte, don Fernando de Bilbao, Veinticuatro de la ciudad de Sevilla y Tesorero de la misma Real Casa, como su albacea me vendió en cierto precio, por escritura ante don Pedro García Beltrán, Escribano Público de la ciudad de Sevilla, por cuyos títulos quedamos dueños del dicho tributo; y como tal, el dicho presente Escribano, por escritura en quince de noviembre de mil setecientos doce, y teniendo como tenemos suma devoción y veneración a la Gloriosa Virgen Santa Rosalía, de quién tenemos una Imagen pintada en un lienzo, en nuestra Capilla del Santísimo Cristo de la Vera Cruz en la Iglesia Parroquial de esta Villa, e igual devoción y satisfacción de la Hermandad del Santísimo Sacramento y Santa Vera Cruz de esta Villa, sita en la misma iglesia, de donde Yo, el dicho Juan José, soy hermano. Desde ahora, y para siempre jamás, adjudicamos y cedemos, renunciamos y traspasamos a la dicha Hermandad del Santísimo Sacramento y Santa Vera Cruz, el dicho tributo de veinticuatro reales y de catorce maravedíes, que nos paga cada año el dicho Cristóbal Álvarez, sobre las dichas dos aranzadas y media de tierra y viña, para que lo perciba y cobre, y de él tenga cargo y obligación precisa de hacer una Misa Cantada, perpetuamente y para siempre jamás, en la dicha nuestra Capilla, en el dicho día siete de septiembre de cada año, que es en el que celebra Nuestra Santa Madre Iglesia, la Fiesta de la Gloriosa Virgen Señora Santa Rosalía, y al fin de la Misa, que ha de ser del rezo de la Santa, se ha de decir un responso cantado con doble, y a la víspera de la Santa, en dando la oración y el día antes de tocar a la Misa, ha de haber un repique de las campanas; y por la limosna de la Misa y responso se han de dar al señor Cura Servidor del beneficio de esta Villa, ocho reales de vellón, y al sochantre, por el repique doble y asistir a oficiar la Misa, seis reales de vellón; y los diez reales y catorce maravedíes restantes, ha de tomar para sí, la Cofradía para ayuda a su gasto de cera, sin más obligación que la referida de encender cuatro velas en el Altar mientras se dijese la Misa. Y en el caso que el dicho Cristóbal Álvarez, o los sucesores en las dichas viñas quisieran redimir dicho tributo, su principal ha de depositar en las Arcas donde la dicha Cofradía recoge sus limosnas, y allí ha de estar depositado hasta tanto haya de volverlo a imponer, cuya imposición ha de hacer la dicha Cofradía en fincas seguras, quedando con obligación de hacer cumplir perpetuamente esta Memoria, y no de otra forma…; fecha la Carta en la Villa de Gines en Veinte días del mes de noviembre de Mil Setecientos e Quince años; y los otorgantes a quién Yo, el Escribano Público doy fe conozco, lo firmaron de sus nombres en este Registro, siendo testigos: Juan de Herrera Infante, Bartolomé Delgado y José Fernández, vecinos de esta Villa”.

(Artículo publicado en el BOLETÍN Nº 9. EL ROSARIO, Gines, Septiembre, 2008)

NOTAS.
1). A.H.P.S, Sección de Protocolos, legajo 1.934 P-b, fol. 78-79.
2). Idem.
3). A.H.P.S, Sección de Protocolos, legajo 7.093, fol. 196-199.
4). Legajo 2.306 P-b, fol. 63.
5).  A.H.P.S, Sección de Protocolos, legajo 1.934 P-b, fol. 78-79.
6). A.H.P.S, Sección de Protocolos, legajo 2.298. P-b. Año 1737, fol. 15-35
7). A.H.P.S, Sección de Protocolos, legajo 2.306 P-b, fol. 60 -73.
8). Idem.
9). A.H.P.S; Sección de Protocolos,  legajo 2.306 P-b, fol. 60 -73.
10). Archivo Parroquial de San Ildefonso. Legajo número 3 de Santiago el Viejo. Registros, fol. 72
PARTIDA DE DEFUNCIÓN.  Juan José del Castillo.  En Veinte días del mes de enero de mil setecientos treinta y dos años se enterró en esta Iglesia Parroquial de Señor Santiago de esta ciudad, el cuerpo difunto de Don Juan José del Castillo, Secretario de S. M. y del Cabildo de esta ciudad. Dio poder para testar a Doña María Vidales, su mujer, ante Agustín Guerrero, Escribano Público.
Esquila  25  / Señal   02  /  Capa  10   / Cruz   04   /   Entrada 04: 45  /   Ciriales 06: 51

11). A.H.P.S, Sección de Protocolos, legajo 1.934 P-b, fol. 78-79.

jueves, 8 de julio de 2021

LOS CAMPANILLEROS DE SANTIAGO DE CASTILLEJA DE LA CUESTA

SOBRE LOS CAMPANILLEROS DE LAS FIESTAS PATRONALES DE SANTIAGO DE CASTILLEJA DE LA CUESTA. TRADICIÓN Y PATRIMONIO CULTURAL.
Juan Prieto Gordillo.
Profesor de las Universidades de Huelva y Pablo de Olavide de Sevilla.

Historiador de la Hermandad.


Sirva como homenaje a todos aquellos componentes del coro de Campanilleros de Castilleja de la Cuesta que durante más de tres siglos, y aún en la actualidad, nos han deleitado con sus coplas tanto en nuestro pueblo como en parte de la geografía española.

Es sabido que la orden de los dominicos, allá por el siglo XVII, incorporó y difundió la costumbre de acompañar los rezos y misterios del Rosario de la Aurora con los cantos austeros y medidos de “la Campanilla”.

Aunque es solo una hipótesis, ¿quién sabe si tuvo algo que ver con la introducción en Castilleja de la Cuesta de esta tradición, la Congregación de Dominicas que se instaló en 1626 en nuestro pueblo? Lo cierto es que la hermandad de Santiago de la Plaza viene celebrando el Rosario de la Aurora por el día del Patrón de Castilleja, Santiago Apóstol, desde tiempos a los que no alcanza nuestra memoria.
Esta bonita tradición de acompañar los Rosarios de la Aurora con coplas interpretadas  por un coro de campanilleros, ha quedado relegada – en forma de reducto-  a tan solo un puñado de pueblos  de las sierras de Huelva, Córdoba o Málaga, tales como Aracena, Benamejí, Priego, Ronda y pocos más.  En estas zonas de la geografía andaluza son más conocidos como coros “Auroros”.

Es muy importante que todos sepamos que el coro de la hermandad de Santiago de Castilleja de la Cuesta mantiene la pureza original de estas coplas, que en siglos pasados se cantaban por casi todos los pueblos de Andalucía y también por otras zonas de España. Hablamos de composiciones muy rígidas, de cinco versos y con una métrica en cada uno de ellos muy determinada, que no puede ser alterada sea cual sea la copla o el motivo al que hace alusión: Ánimas, Pasión, Aurora, etc.

Desgraciadamente, este respeto a la tradición no se da en otros coros y pueblos, en los que o bien han desaparecido o se han transformado en “pseudo coros rocieros”- con todos nuestros respetos hacia ellos- que interpretan por Navidad canciones de corte rumbera o baladas a las que llaman villancicos. Se hacen llamar coros de campanilleros; evidentemente no lo son, ni las canciones que estos coros interpretan  -ni de lejos- tienen que ver con la auténtica copia de campanilla tradicional que interpreta nuestro coro.

Somos conscientes que en estos tiempos que corren, mantener con pureza tradiciones tan antiguas es muy difícil, y aún más que estas calen en las generaciones más jóvenes. Pero existen los sentimientos. Si un niño desde su más tierna infancia escucha, año tras año, cantar al coro de la Plaza de Castilleja el día del Patrón, de la mano de su padre en esa oscura calidez de la madrugada del Rosario, apostados muy cerca  de la puerta de la parroquia, oye al coro de hombres cantar “Vamos todos al Santo Rosario”, “Ya se abrieron las puertas del templo”; sin saberlo, se está impregnando de una sabiduría y forma de cultura y sentimiento que de forma tan sencilla se ha transmitido de generación en generación durante siglos en nuestro pueblo, y él también querrá ser campanillero. Esto es lo que nos ha pasado a tantos jóvenes de la hermandad de Santiago Apóstol de Castilleja de la Cuesta. 

¿Hay acaso en Castilleja de la Cuesta, una tradición más pura y rica en el tiempo que el coro de campanilleros de la hermandad de Santiago de La Plaza?

Deberíamos sentir por el coro de campanilleros  el orgullo de saber que  no hay en toda la provincia de Sevilla un coro de campanillas que haya sabido mantener la tradición como lo ha hecho el nuestro, aunque ahora empiecen a copiarnos. Debemos ser conscientes de la riqueza que representa este coro para la hermandad de la Plaza, tanto desde el punto de vista de Patrimonio Cultural, como de conservadores de la tradición Cristiana.

Cada año es maravilloso ver cómo en muchas calles la gente al oír las campanillas les esperan con las puertas abiertas; o acompañarles en el Santo Rosario por Santiago, o durante sus cánticos a las Ánimas en la misa por los difuntos. Somos afortunados porque esto solo puede ser en la hermandad de Santiago de la Plaza de Castilleja de la Cuesta, y se debe conservar como sea, siendo esa una de las mayores responsabilidades”.
Antonio Luque Camino.

Hemeroteca Campanillera.

A continuación ofrezco noticias aparecidas en diversos diarios en los que se mencionan algunas de las actuaciones del Coro de Campanilleros de Castilleja de la Cuesta por la geografía hispana.

Nuestra campanilla tenía tal reconocimiento que era llamada para actuar en actos a los cuales se pretendía dar prestigio. En este caso la pretensión se justifica por la asistencia de la realeza.
El Correo de Andalucía (6-6-1924): A las nueve de la mañana llegan al templo la infanta doña Luisa. Acompañadas de las infantas doña Isabel Alfonsa, doña Mercedes y doña María Teresa… para asistir a la función principal en honor de la Virgen del Rocío…
A dicha hora, y ante numerosísimos fieles…los campanilleros de Castilleja cantaron sus típicas coplas durante la celebración de la misa.

Nuestra Campanilla iba a la romería del Rocío en carreta, y tenía preparadas coplas para la Virgen del Rocío.
La UNIÓN (10-6-1924): Detrás de la carreta de Triana desfilan las numerosas carretas de sus alegres romeros; una de ellas la ocupan los campanilleros de Castilleja; el público pide que canten y se hace el silencio. Suenan  las campanillas y la tonada pastoril. “Madre mía del Rocío, el día de tu santo vienen a saludar, Hermandades de todos los pueblos, Tú con alegría las recibirás. Viva del Rocío la Blanca Paloma, Virgen Celestial.”

El periódico El Noticiero Sevillano destaca la importancia de nuestro coro por encima de otras organizaciones acompañantes. Causábamos una extraordinaria animación.
EL NOTICIERO SEVILLANO (29-6-1924): el Rosario de San Juan de la Palma.
“Anoche, había una extraordinaria expectación para presenciar la salida de los campanilleros de Castilleja de la Cuesta que han hecho traer los organizadores de la Velada de San Juan para llevarlos a su tradicional Rosario de la Aurora. Formaban la procesión la cruz del Rosario, coro de campanilleros de Castilleja de la Cuesta, fieles con faroles…”

La Campanilla en San Lorenzo del Escorial (1951).
En el año de 1951, el coro de campanilleros de Santiago de Castilleja de la Cuesta, participaría en los actos que se relabraban en honor de la patrona, la Virgen de Gracia, de la localidad de San Lorenzo del Escorial de Madrid. Dicho evento fue recogido por el semanario “La Veleta” de 15 de septiembre, expresando en sus páginas lo vivido durante el pregón y la romería en un extenso artículo del que se extraen las menciones al coro de Santiago de Castilleja de la Cuesta: “ Una imponente y merecidísima ovación final cerró las palabras de Cobos, y seguidamente, ante gran expectación, los campanilleros andaluces de Castilleja de la Cuesta, venidos expresamente a nuestra romería, cosecharon los primeros aplausos en el acto de presentación. En él tuvieron la delicadeza y el detalle de cantar con su música y acompañamiento, coplas adaptadas especialmente para nuestra devoción”. 
Salvador Naranjo González-Pola.



Sobre el origen de la composición musical “Pasan los Campanilleros”
En el programa de Canal Sur Radio El Llamador (3 de diciembre de 2006), intervino el actual director de la banda Sinfónica Municipal de Sevilla, D. Francisco Javier Gutiérrez, con el fin de exponer el contexto histórico bajo el que surgió la marcha Pasan los Campanilleros, compuesta por el maestro Manuel López Farfán en 1924, durante su residencia en Castilleja de la Cuesta. Jugaron un papel primordial, en este sentido, Heraclio Rodríguez Oliver y Leopoldo Rodríguez López, por aquellas fechas miembro y director del Coro de Campanilleros Nuestra Señora de la Soledad respectivamente. Pues bien, ahora Francisco Javier Gutiérrez, en un nuevo y meritorio alarde investigador, ha conseguido reconstruir la versión original para banda y coro de tan célebre marcha, la cual ha sido incluida  en el último trabajo discográfico de la Banda Municipal titulado Versión Original.

Grabaciones realizadas por el Coro de Campanilleros Nuestra Señora de la Soledad de Castilleja de la Cuesta.
. En el teatro Lope de Vega (1959), un disco con las coplas del Rosario de la Aurora.
. Una cinta por obtener el Primer Premio (1980) en el concurso de la Asociación de belenistas.
. En el convento de las Irlandesas (1981), un disco para el Banco de Bilbao, bajo la dirección del escritor Antonio Burgos, titulado Pastores y Campanilla.
. En Madrid (1988), parte de uno de los dos discos titulados Músicas Andaluzas de la Semana Santa, dirigido por el escritor y flamencólogo José Luis Ortiz Nuevo.
. En 1999 un disco con la Casa Pasarela.




Composiciones interpretadas por Los Campanilleros durante el Rosario de la Aurora, el mes de Noviembre y la Navidad.

Vamos todos al Santo Rosario,                           Estas coplas que vamos cantando,
que de la Parroquia sale con fervor,                    son para la Virgen como una oración,
rezaremos los cinco misterios,                             que llevan en medio nuestro corazón,
al divino verbo de la Encarnación,                      y sea su olor,
vamos a rezar,                                                      por aquella Soledad divina,
una salve a la Virgen María,                                la Rosa más pura,
divina pastora en su Soledad.                              la más linda flor.


Ya se abrieron las puertas del Templo,                Cuando estaba la Virgen María,
y nuestro Rosario comienza a salir,                      sola en su aposento,
todos rezan a la Virgen bella,                               haciendo oración,
que está dolorida en su camarín,                          por la puerta apareció un Ángel,
ella viene aquí,                                                     vestido de blanco parecía un sol,
en el pecho la llevan sus hijos,                             y la saludó,
y Soledad al verlos sonríe feliz.                           o que Reina tan esclarecida,
                                                                             por madre del verbo,
                                                                             la ha escogido Dios.

En la cima del monte Calvario,                             En el suelo se crió una rosa,
entre negras nubes brillaba una cruz,                     la más olorosa que a Belén llegó,
a sus pies con el Santo Sudario,                            que se llama María de Gracia,
esperaba María un rayo de luz,                              y por eso Dios,
luz que era su hijo Jesús,                                        puso en Ella su Real Custodia,
Sol radiante que alumbraba cielo,                          que alumbra la gloria,
y tierra y esparció con su sangre,                           más clara que el Sol.
amor caridad y virtud.

Madre mía de la Soledad,                                     Santiago, parroquia sagrada,
nunca se nos borra tu coronación,                         que en ella se encierra,
al ponerte sobre tu cabeza,                                    prendas de valor,
joya tan grandiosa que nunca se vio,                    San Francisco, San José bendito,
es mucho el fervor,                                               y Nuestra Señora Madre de la O,
que tus hijos estaban presentes,                            prendas de humildad,
todos lloran juntos,                                               Nuestro Padre Jesús de los Remedios,
con gran emoción.                                                Y Nuestra Señora de la Soledad.

En el cielo se alquilan balcones,                            Un Domingo al alba en La Plaza,
para un casamiento que se va a hacer,                   repican campanas de Resurrección,
que se casa la Virgen María,                                  bajo el arco, carreta de plata,
con el Patriarca Señor San José,                            cantos a la Virgen con gran devoción,
que se va a hacer,                                                  ¡de rojo color, de rojo color!,
que se casa la Virgen María,                                  es la vuelta de La Plaza,
con el Patriarca Señor San José.                            los de Santiago, único patrón.

domingo, 2 de mayo de 2021

 

DATOS SOBRE LA FESTIVIDAD DE LA SANTA VERA CRUZ EN CASTILLEJA DE LA CUESTA. (Sevilla) AÑO 1778.



Juan Prieto Gordillo

Profesor de las  Universidades de Huelva y Pablo de Olavide de Sevilla.

Hoy quiero compartir con vosotros algunos fragmentos que publiqué en su día en mi obra, La villa de Castilleja de la Cuesta. Historia Social, publicada en el año 2011. 

En esta, y correspondiente al apartado de Actos Festivos celebrados en la localidad, durante el siglo XVIII, hice mención junto a otras, de la festividad que se llevaba a cabo en Castilleja de la Cuesta el día 2 de mayo en las vísperas de la festividad  de la Santa Cruz. 

Para ello publiqué una escritura correspondiente al año de 1778,  en la que se hacía mención al  acto tradicional  celebrado por parte de los vecinos del lugar, que consistía en la colocación de  ramos de flores en las ventanas de sus casas durante esa noche. Este hecho propiciaría en más de una ocasión enfrentamientos violentos, al ser sustraídos éstos por jóvenes del pueblo, de sus correspondientes lugares. 

Sería precisamente el mencionado año, y motivado por algunos sucesos acaecidos entre éstos, el último en que se celebraría esta costumbre al ser suspendida por las autoridades de la Villa: “...que se publique por edictos, mediante no haber pregonero, para que en ningún vecino ponga ramos a las Puertas y Ventanas de las casas particulares en la Noche de la Cruz, ni en otras festividades del año, con apercibimiento de que se castigará severamente al que contraviniere con ello...”[1].







Cristo de la Santa Vera Cruz de Santiago.
Finales siglo XIV inicios del XV.














[1] Prieto Gordillo, J.,  La villa de Castilleja de la Cuesta. Historia Social, Castilleja de la Cuesta, 2011. Ed. Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta, pp.216-219. A.M.C.C., Sección Justicia, Legajo 125, s/f.

viernes, 15 de enero de 2021

INSTANTÁNEAS SOBRE LA VISITA DE RITA HAYWORTH A LA CIUDAD DE HUELVA EN 1952.

 LA ACTRIZ RITA HAYWORTH EN HUELVA. AÑO 1952.

https://www.facebook.com/lascarasdehuelva.diegolopa/photos/hoy-os-cuento-la-c%C3%A9lebre-visita-de-rita-hayworth-a-huelva-invitada-por-miguel-ba/585702794931741

Visita de la actriz Rita Hayworth a la casa de Miguel Báez Litri en la calle Rico en la ciudad de Huelva.
El azulejo de Nuestra Señora de la Cinta se sigue conservando en la actualidad. Foto. Diego Lopa.

Nueva instantánea en el interior de la vivienda del Maestro Litri.


Instantánea sobre la capea a la que asistió la actriz en la finca La Ruiza, propiedad de             Miguel Báez Litri.             



 Miguel Báez Espuny, el Litri, protagoniza una de las ilustraciones junto a la actriz Rita Hayworth en un tentadero de Huelva en 1952. El Litri recordó la estancia de España de la actriz, a la que llevó a su finca onubense. La recordó como “una persona bajita, simpática y agradable y, ante todo, una mujer extraordinaria”, dijo durante una exposición de la agencia Efe en España. “Le di la alternativa en broma. Nos hicimos una fotografía. Luego dije: ‘¡Que toree Rita!’”, añadió.

https://www.vanitatis.elconfidencial.com/famosos/2018-10-17/rita-hayworth-centenario-familiares-sevilla-castilleja_1631141/