PERSONAJES ILUSTRES DE CASTILLEJA DE LA CUESTA.
Alguno de ellos,
nació en Castilleja de la Cuesta, tuvo allí sus raíces, vivió en ella, marcando
su devenir histórico, destacando por su labor social, y donando sus bienes a
diferentes instituciones de la localidad, lo que contribuiría a extender su
prestigio.
Hoy hablamos de….
FRAY ANTONIO VAZQUEZ DE ESPINOSA.
El personaje del padre Fray Antonio
de Vázquez de Espinosa estudiado por vez primera en el XXIV Congreso
Internacional de Americanistas, que tuvo lugar en Hamburgo del 7 al 12 de
septiembre de 1930, fue prácticamente dado a conocer por el historiador Charles
Upson Clark, a partir de la publicación en inglés del “Compendio y Descripción de las
Indias Occidentales”, en el año de 1942 por la Smithsonian
Institution de Washintong.
Durante algunos años se estuvo
debatiendo sobre el lugar de su nacimiento, disputándose dicho privilegio la
ciudad de Jerez de la Frontera y la villa de Castilleja de la Cuesta. Sin
embargo podemos confirmar que nació en Castilleja de la Cuesta, según la
información ofrecida en 1672 por el religioso biógrafo de la orden Carmelita
fray Nicolás Antonio, quien tras hablar con quiénes conoció a Vázquez de
Espinosa, pudo aseverar dicha afirmación en una de sus obras. Años después el
historiador Mario Méndez Bejarano afirmaba que “...nació en Castilleja de la
Cuesta, pintoresca población a un paseo de Sevilla”.
La duda que pudiera existir viene a
disiparse con el testimonio del propio Vázquez de Espinosa, que conocemos a
través del historiador carmelita Luis Pérez de Castro, autor que ofrece las
mayores garantías: In Directorio confitentium, praeloquens ad Oliverensem
comitem, dixit Antonius, a me saepe lectus: “siendo yo vasallo y criado de
V. Exca. Desde mi nacimiento por haber nacido en Castilleja de la Cuesta, Villa
de V. Exca.”
Al faltar los primeros asientos de
partidas de nacimientos en la parroquia Santiago el Mayor de Castilleja de la
Cuesta, no se ha podido ofrecer la de Vázquez de Espinosa. Debemos aclarar, que por los años de
su nacimiento, tan solo existía en la localidad la mencionada parroquia, pues la ermita de la
Concepción estaba sujeta a la jurisdicción de la cercana población de Tomares,
no siendo considerada como parroquia hasta el año de 1615, por lo que es muy
probable que fuese bautizado en la matriz santiaguista, recogiéndose su
correspondiente partida allá por 1575. Lamentablemente en dicha parroquia de
Santiago no se encuentra
parte del primer libro de bautismos en el que se recogían las partidas
correspondientes a buena parte del siglo XVI, y del segunda parte de 1619. Así pues, sobre la fecha exacta de su
nacimiento nada sabemos con certeza hasta estos instantes; únicamente por la de su muerte podemos
hacer alguna conjetura.
Vázquez de Espinosa fallece en 1630, pero en 1625 todavía se sentía con
ánimos para volver a América “...hasta que nuestro Señor quiera que vuelva
a la conversión de los Indios”, escribe el General de la Orden. Lo
cual indica que debió morir en edad relativamente joven y, por consiguiente, su
nacimiento podríamos encajarlo dentro del último tercio del siglo XVII, a la
altura del mencionado año de 1575. No tenemos noticias de su ingreso en la
Orden, profesión y ordenación. En cuanto a sus actividades antes de marchar a
América, únicamente conocemos el dato de una carta del General de la Orden al
P. Vázquez de Espinosa. Dice, en una especie de relación de méritos, que enseñó
durante seis años teología “...sex annis theologiam legisse...”. Las
frecuentes alusiones que hace en su obra a las costumbres y ritos judíos dan a
entender que conocía bien las Sagradas Escrituras, según el criterio de la época.
CATORCE AÑOS EN AMÉRICA.
Sabemos con absoluta certeza que en
el año de 1612 se hallaba como misionero en la ciudad de México; un año después
encontramos al padre Espinosa por vez primera en Nicaragua. En el año 1614
catequizaba a los mineros de Zaruma (Ecuador). Enfermo en 1615, cura sus
dolencias tomando baños en Cajamarca, alistándose al punto como capellán en la
expedición concentrada en Chachapoyas para la conversión de los indios
motilones. En 1616 se encuentra misionando en Hiánuco, Chavín, Huailas; así
como en las minas de Huancavelica.
Según se desprende de sus
narraciones, los años 1617 y 1619 los pasó Espinosa misionando en Perú y
Chile, de ahí el que le hallemos en Chincha a mediados de este primer año;
desviándose o despistándose en el desierto al Sur de Pisco y quedando absorto
ante el volcán de Las Ubines. El miércoles de ceniza de 1613 se hallaba como
misionero a cuatro leguas de la ciudad de Aucará y el día de la Presentación de
Nuestra Señora celebraba misa en Arequipa. Pasó toda la Cuaresma de 1619
misionando en Lima. Por último, los años de 1620 y 1621 catequizaba en
Guatemala.
Imposible encontrar hombre más dinámico, ni misionero más apostólico.
Afirma repetidas veces que estuvo catorce años en Indias.
Sabemos, por otra parte, que regresó en 1622, de cuyo viaje dejó escrito un
relato, editado en Málaga en 1623; por consiguiente debió pasar a América en
1608. Según
su propio testimonio recorrió, si no todas, por lo menos la mayoría de las naciones
hispanoamericanas: “por haber andado,
visto y considerado, no solo lo mas de aquel nuevo Orbe de Nueva España,
Honduras y Nicaragua y todo el reino del Perú...”
Vázquez de Espinosa, no era solamente
un viajero curioso y culto que recorre con afán puramente descriptivo los
virreinatos americanos. Late a lo largo de su obra una inquietud misionera, que
le hace preocuparse por el bien espiritual de los indios. Aprovecha cuantas
ocasiones tiene para enseñar y predicar la doctrina: “ ...yo,
aunque indigno ministro del Señor como deseoso de agradarle predicando su
divina palabra por aquellas extendidas regiones llevaba todo recaudo de decir
Misa; llegué a este pueblo (se refiere al pueblo llamado Sal) Martes de Carnestolendas
en la noche de el año de 1617 y con mi llegada se alegraron todos, y el
Miércoles de Ceniza les dije Misa y se la puse, y acudí a las necesidades
espirituales y me certificaron que había más de un año que no habían oído Misa,
y muchos años que tal día ni habían tenido, ni recibido ceniza y bauticé los
indios y muchachos, que estaban por bautizar de muchos meses y años.”
Dice asimismo en el escrito que envía
a don Luis de Paredes, con ocasión de pedirle favor para sus hermanos y
sobrinos que viven pobremente: “...ha servido a Su Majestad 14 años –alude el
mismo- en las Indias en la predicación y conversión de los indios, donde
predicó más de dos mil sermones, catequizó y bautizó más de tres mil indios, y
les administró los Santos Sacramentos, y en la conquista y reducción de los
Tabalosos gastó, en servicio de Su Majestad, más de cuatro mil pesos en
ornamentos, y lo demás necesario para el culto divino, y en llevar dos soldados
con armas y caballos a su coste y en bastimentos y municiones. Y en los altos
de Arica doctrinó 18 poblaciones, reduciendo los indios de ellas al servicio de
Dios y de Su majestad, enseñándoles la doctrina cristiana y buenas costumbres,
y para entenderlos y confesarlos aprendió la lengua Aymará en poco más de un
mes, con que hizo muy grandes bienes a
aquella tierra y a los nuevos fieles; lo cual también hizo en las provincias de
Nueva España y Honduras, procediendo siempre en cristiandad y buen ejemplo, como todo consta de los testimonios
e informaciones que tiene presentados en el Real Consejo de las Indias, de
Jueces y Ministros de Su Majestad, de Obispos y Prelados, y de todas las
Religiones, y ha compuesto libros de importancia para la buena doctrina y
enseñanza de aquella tierra, y ha hecho otros muy calificados servicios, como
consta de sus papeles...”.
Gracias a su visión crítica de los
acontecimientos, Vázquez de Espinosa criticó infinidad de veces la pésima
administración de los españoles, el fraude en el peso del oro en polvo;
atribuyendo, por otra parte, al bajo nivel moral de los indios al mal ejemplo
de muchos españoles. Fue el primero en descubrirnos las propiedades curativas
de la quina.
REGRESO Y
VIDA EN ESPAÑA.
Regresó a España en 1622, y en 1623
le encontramos en Sevilla, desde donde escribe al General de la Orden,
Sebastián Fantoni, como consta del memorial que este envía a la Congregación de
“Propaganda
Fide” en 7 de marzo de 1623.
En el año de 1623, o principios del
1624, se encuentra en Madrid. Envía dos escritos a don Luis de Paredes. Los
firma en 1627 y dice que lleva ya cuatro años en la Corte. Alude en los mismos
a sus trabajos, y a la muerte de sus hermanos, y solicita recompensa para su
hermana y sobrinas que viven pobremente: “
...el Capitán Juan Vázquez y
Francisco Vázquez, sus hermanos, sirvieron a Su Majestad 46 años en la Real
Armada y en la Carrera de las Indias, haciendo muy valerosos hechos en las
ocasiones que se hallaron y ofrecieron, y defendieron y ofrecieron la fuerza y
ciudad de Santo Domingo dos veces en tiempo de don Diego Gómez de Sandoval y de
don Diego de Acuña, y en el año de 1625 pelearon con tres naves de
holandeses... ; y el año de 1627 pelearon con tres naves holandesas por haber huido
nuestro Capitán... y andando peleando el dicho Capitán le dieron un balazo... y murió de la dicha
herida; y a su hermano Francisco Vázquez, en la refriega, andando peleando con
valor a imitación de su hermano... le llevaron de un balazo ambas piernas, y de
otro un brazo, donde murieron como valerosos soldados en servicio de Su
Majestad y en defensa de la fe, y donde perdieron sus haciendas sin haber sido
premiados de tan calificados servicios... y se halla el dicho Padre Maestro con
obligaciones, y a 4 años que está en esta Corte esperando se la haga merced”
.
Sobre el lugar de su muerte no hay
uniformidad entre los autores. Coinciden en la fecha, pero no en el lugar. Nicolás
Antonio dice: “Vivis exemptus est anno 1630.
Villiers dice que murió en Sevilla: “Hispalis ex Indis reversus moritur anno 1630”. Parada
y Barreto sustenta la misma opinión: “residió algunos años en Málaga, Madrid,
Sevilla y otros puntos; en esta última ciudad murió santamente...”.
Méndez Bejarano dice que falleció en el convento de Málaga. Sin
embargo hay más probabilidades de que muriese en Madrid. La última carta de
Vázquez de Espinosa de la que tenemos noticia (marzo de 1625) está remitida
desde Madrid.
De los escritos dirigidos a don Luis
de Paredes, a los que me he referido anteriormente, se deduce que en 1627 se encontraba en la Corte.
A partir de esa fecha no tenemos ningún otro rastro de Vázquez de Espinosa. No
habiendo, por consiguiente, dato positivo de que viviera en Sevilla o Málaga
de1627 a 1630, hemos de presumir que estos años los pasó en Madrid, utilizando
el permiso que tenía del General de la Orden, en espera de volver a las Indias,
como era su deseo. Se puede afirmar pues, que la aportación de los carmelitas
andaluces a la obra de evangelización y civilización del continente americano
no desmerece ni le va a la zaga a la de
ninguna región de España; ni tampoco a las demás órdenes religiosas, pues la
labor de este insigne carmelita alixeño vale, tal y como afirmó el señor
José María Gutiérrez Ballesteros, conde de Colombí,
“por una legión de apóstoles”.
ESCRITOS
DEL PADRE VÁZQUEZ DE ESPINOSA.
Durante los últimos años de su vida
el carmelita presentó a la corte de Felipe IV al menos once memoriales que incluyen
recomendaciones sobre la defensa armada de las Indias y resoluciones sobre el
valor ético y material de la plata. Sabemos que al momento de su muerte, en
1630, se hallaba compilando el enciclopédico “Compendio y Descripción”. Asimismo había solicitado permiso
apostólico para regresar al Nuevo Mundo a fin de fundar un convento carmelita,
objetivo que nunca logró.
OTROS.
. Confesionario general de la luz y guía del
cielo para poderse confesar.
. Circunstancias para los tratos y contratos de
las Indias del Perú y Nueva España.
. Sumario de las Indulgencias, Matriti, apud
Joannem González, anno de 1623.
. Viaje y navegación del año de 1622 que hizo
la flota de Nueva España y Honduras, Malacae, apud Joannen rene, 1623.
. Compendio y Descripción de las Indias
Occidentales.
. En Descripción del Reino de Chile.
El Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta tuvo el honor de colocarle su nombre y apellidos a una de sus calles en la década de los sesenta del pasado siglo, rotulándola: calle Fray Antonio Vázquez Espinosa.
(Véase la obra: La Villa de Castilleja de la Cuesta. Calles Históricas. PRIETO GORDILLO, Juan. Edi. Ateneo de Castilleja de la Cuesta, 2009.
VÁZQUEZ DE ESPINOSA, Antonio. Ob.cit. Transcrito
del Manuscrito original…
No existen referencias de las motivaciones del autor
para elaborar la obra (Villalobos 1986). Probablemente el cargo que el
carmelita ocupó a su regreso debió en parte ser mérito de sus minuciosas
observaciones, por ejemplo, los numerosos datos geográficos ofrecidos en el
Compendio. Tal vez en esta posición Vázquez de Espinosa logró obtener acceso a
documentos oficiales que ayudaron a precisar algunos datos presentes en la obra.
HANOVER CORDÓN, López de. La ética colonial tras las
interpolaciones en la Luz y Guía del Cielo de Antonio Vázquez de Espinosa.
Revista de Crítica Literaria Latinoamericana 34(68):81-96, Lima-2008.