jueves, 13 de abril de 2017

CASTILLEJA DE LA CUESTA DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA 
(1931-1936)

Escudo oficial de la Segunda República. Abril de 1931.

    El domingo 12 de abril de 1931, tras la victoria obtenida por la coalición republicana en las elecciones municipales, se produjo la expatriación del rey Alfonso XIII, siendo proclamada tan solo dos días después, el 14 de abril, la II República Española. Curiosamente, de este hecho tan trascendente en nuestra historia no se recoge noticia alguna en las actas municipales de Castilleja de la Cuesta, tan solo la formación de forma interina de los primeros Ayuntamientos.

     Tan solo un día después del evento fue nombrada en la Villa una comisión gestora que estuvo compuesta por una serie de concejales, quienes se mantuvieron en el cargo hasta las elecciones municipales celebradas el 31 de mayo:
          “...siendo las diez de la noche y bajo la Presidencia de don Diego de los Reyes Ortiz, nombrado Alcalde de esta localidad por el Excelentísimo Gobernador Civil de la provincia  en representación del Gobierno provisional de la República, se reunieron en la Sala Capitular los señores D. Antonio Carmona Oliver, D. Manuel Cabrera Oliver, D. Felipe Migues Oliver, D. Diego de los Reyes Goncet y D. José Navarro de la Rosa, que han sido nombrados por el señor Alcalde citado, siendo el objeto de la reunión el dar posesión a los dichos señores y constituirse en Comisión Gestora del Ayuntamiento de esta Villa”[1].

     De gran interés social fue la actitud de cariño y respeto mostrada por los vecinos de Castilleja hacia las religiosas del convento de las Irlandesas de Nuestra Señora de Loreto, tras la proclamación de la República, muy al contrario que en otras localidades y ciudades en las que fueron incendiados numerosos centros religiosos. Este hecho fue narrado en el “Diario ó Anales” que desde la llegada de las hermanas a la Villa iba siendo escriturado por algunas de ellas. Así, de la tarde del día 14 de abril se narran los siguientes hechos:
         “En nuestro convento, los preparativos se hicieron bastante deprisa; todas las novicias fueron a dormir a la casa de la Huerta y M. Mary Elizabeth y M. María Escolástica fueron trasladadas a Saint Antoni (parte de la casa), para su seguridad. La comunidad se quedó en el propio convento y después de las siete el Santísimo Sacramento fue trasladado de la Capilla al pequeño altar fuera del cuarto de la Madre Provincial en Mesina (parte de la casa). Fue puesto en el pequeño tabernáculo de plata que tenían para el jueves Santo. La gente del pueblo demostró su devoción y gratitud a las monjas por esto y las cuatro noches siguientes, se quedaron guardando el convento. Alrededor de ciento cincuenta hombres se quedaron en el convento y en las propiedades del mismo; y el resto se distribuyó en grupos repartidos por la vecindad. Mientras alguno se reunían en la entrada del pueblo para parar y registrar toda clase de vehículos sospechosos, mientras tanto, las mujeres se habían refugiado en la iglesia del pueblo para pedir a Nuestra Señora la protección del convento. No satisfechos con todas estas precauciones, firmaron una declaración diciendo que si intentaban quemar los comunistas el edificio, tendrían que quemar antes sus casas de Castilleja. Y la Unión Jack, después de que tuvieran un aviso, sobre posibles ataques, fueron rápidamente sobre Manresa (parte de la casa) para ofrecer una impresión de seguridad. Las profesoras seglares durmieron en el pueblo esa noche porque era aconsejable tener algunas gentes para no dejar vacío el edificio. Las cosas siguieron así durante diez días más o menos”.

     Una de las primordiales problemáticas a la que tuvieron que hacer frente los Ayuntamientos republicanos de Andalucía fue enfrentarse al paro existente en buena parte de sus pueblos y ciudades. Para intentar paliar esta situación uno de los primeros pasos dados por el Gobierno de la República fue la asignación periódica de cierta cantidad de fondos a estas instituciones locales, que fueron utilizadas mayoritariamente en la contratación de obreros para la construcción de las aceras y el arreglo de sus respectivas calles. En ese primer año la cantidad concedida para Castilleja ascendió a 2.488 pesetas, con las que se arreglaron las aceras de la Calle General Venenc, actual Convento[2]. Durante toda la etapa republicana continuaron siendo debatidas por la Corporación Municipal, las medidas que podían adoptarse para solucionar la lamentable situación de muchos obreros de la localidad, medidas que casi siempre se dirigían hacia la realización de determinadas obras públicas. Mientras tanto, el Gobierno republicano ponía en práctica los primeros intentos para la Reforma Agraria en la que se implicaron numerosos pueblos andaluces. 

     Meses después de ser proclamada la II República, el día 27 de julio de 1931 era debatido en la Sala Capitular del Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta un escrito enviado por el señor Presidente de la Diputación Provincial, emitido a su vez por la Asamblea de Diputaciones, con el fin de que la Corporación Municipal expusiese su opinión sobre la redacción de un Estatuto regional para Andalucía; tras ser debatida la cuestión se decidió posponer el tema para una futura sesión extraordinaria. Mientras tanto, la vida política de la Villa transcurría en la más absoluta normalidad. Desde mediados del siglo XIX, cada cambio de régimen político ocasionaba el consabido cambio de la nomenclatura de las calles de pueblos y ciudades del País. En Castilleja de la Cuesta este hecho no se haría esperar. Así, a la actual Plaza de Santiago, llamada con anterioridad de la Constitución se le denominó de la República; a la Calle Real, Libertad; a la calle Convento, antes General Venenc, Francos; la calle Príncipe de Asturias actual, llamada de la Granada, por Jaca; y finalmente a la actual Alegría, denominada por aquellos años de igual forma, 14 de abril. En este mismo pleno municipal, y tras largas discusiones llevadas a cabo entre sus miembros, se acordó por unanimidad la adquisición de dos retratos, el del Presidente de la República Aniceto Alcalá Zamora, y otro del fundador del Partido Socialista Obrero Español Pablo Iglesias, para ser colocados ambos en el Salón de Sesiones. Meses más tarde, en cabildo celebrado el día 24 de diciembre del mismo año a propuesta del señor Oliver Rodríguez, se acordaba la compra por parte del Ayuntamiento, de un escudo y bandera nacionales para donarlos a la Escuela Nacional de niños que había sido creada recientemente, siendo abonados sendos importes del capítulo de “imprevistos”[3].

      Tras las primeras elecciones municipales celebradas en la localidad el día 5 de septiembre del año 1931, el primer alcalde elegido democráticamente fue el señor don Eduardo Navarro Sierra, el número de votos que le fue otorgado por los vecinos de la Villa fue el de 276[4]. Los otros componentes del Ayuntamiento fueron, como Primer Teniente Alcalde Antonio Oliver Rodríguez, Segundo Teniente Alcalde, José Tovar de la Rosa; Regidores, Francisco Oliver Migues, Antonio Tejada Sánchez, José Luque Rodríguez, Manuel Vega Luque, Frenando López Rosales, Manuel Cabrera Oliver y Antonio Carmona Oliver[5]. Días después, era retirada del Salón de Plenos la Imagen del Sagrado Corazón que la presidía.

     Respecto a algunas de las cuestiones debatidas durante el primer pleno celebrado tras la nueva constitución municipal, el día 10 de septiembre de 1931, citar la información recibida de un oficio del señor Jefe de Primera Enseñanza de la Provincia en el que se instaba a: “...se creen en esta localidad dos escuelas unitarias, una de niños y otra de niñas, indicando que el Ayuntamiento debe  proporcionar  en el paso de  cuarenta  y cinco  días local   para  las  escuelas,  casas  o gratificación   para  los  maestros el   mobiliario...”; y “El   pago  de débitos a la Compañía Sevillana de Electricidad y a la Caja de Seguros Sociales y de Ahorro de Andalucía Occidental, por cuotas de retiro obrero”; la petición para la colocación en el Salón de Sesiones del retrato de Pablo Iglesias; que con el mismo se rotule la Calle Real, y que se constituya la Bolsa de Trabajo”[6]. Dos de los maestros nacionales que ejercían su profesión por aquellos años en Castilleja de la Cuesta fueron Justo Monteseirín González y Gonzalo Miguel. Es también ahora, el día 6 de enero del siguiente año, cuando las calles de Castilleja presencien por primera vez en su historia el desfile de la Cabalgata de Reyes Magos, organizada por el vecino de nuestro pueblo Blas Enrique Rodríguez Caro.

     Entre los proyectos presentados a finales de 1931 en la Asamblea de Representantes de Ayuntamientos de la Provincia por Castilleja de la Cuesta, se hallaban la construcción del camino vecinal, que conectaba con Castilleja de Guzmán, la edificación por el Estado de un Grupo Escolar, la traída de aguas al pueblo, la petición de que se considerasen como no existentes los límites de los términos municipales para los efectos de los trabajos agrícolas, y que se procediese a la revisión de todos los términos municipales con arreglo al número de habitantes. A dicha sesión acudió el Alcalde-Presidente Eduardo Navarro acompañado por el capitular José Luque Rodríguez[7]. Finalmente, tan solo el primero de ellos fue llevado a cabo en su totalidad, siendo costeado por la Diputación. Siete meses después, el día 7 de julio de 1932 era depuesto de su cargo, que ya nunca volvería a ocupar, el Alcalde-Presidente por el Gobernador Civil de la Provincia, según auto dictado el 12 de marzo anterior, siendo procesado por algunas irregularidades cometidas. A partir de esos instantes ocuparía el cargo vacante Antonio Oliver Rodríguez[8].

     De enorme interés es la noticia recogida en las Actas de 27 de octubre de 1932, en la que se plasmaba un escrito del señor Presidente de la Diputación provincial y de la Comisión del Estatuto Regional, manifestando la necesidad de que se nombrase un representante del Ayuntamiento para que asistiese a la Asamblea que en el mes de noviembre se había de celebrar en Córdoba para tratar todo lo relacionado con dicho Estatuto, encaminado a la Constitución Administrativa de la Región Andaluza, o que al menos se enviase la adhesión del Municipio; tras formarse una Comisión, ésta, tras una breve discusión acordó por unanimidad adherirse al propósito[9].

Año de 1931. Escuela de Doña Dolores Ruiz Morales
Foto propiedad: Elisa Rodríguez Cabrera.

     En el capítulo de ayuda social, y continuando con el paro obrero existente durante el período republicano en Castilleja de la Cuesta, destaca la documentación monográfica existente en su Archivo Municipal, recogida en el “Cuaderno de Décimas, libro en el que se anotaban las cantidades recibidas por la Hacienda Pública para mitigar la situación laboral. Estas sumas eran administradas por las correspondientes comisiones, formadas por dos miembros del Ayuntamiento, dos de la clase obrera, designados por sus correspondientes Asociaciones, y otros dos de la Patronal. El primer documento, fechado a día 10 de agosto de 1932, hace referencia al acta de constitución de la “Comisión Especial Gestora” (del recargo establecido por Decreto de 18 de julio de 1931), mediante el cual serían gestionadas aquellas cantidades entregadas al municipio por la citada administración. Los vecinos que asistieron a su formación fueron: el señor Alcalde –Presidente Antonio Oliver Rodríguez, los señores don José Tovar de la Rosa y don Antonio Tejada Sánchez en representación del Ayuntamiento; José Perona Estrada y Manuel Cansino Rosales, como representantes de la patronal, y don Manuel Valenzuela Carretero y Aurelio Navarro Carmona, elegidos por la Sociedad de Obreros, Agricultores y Oficios Varios. A continuación, periódicamente quedaron inscritas las cantidades de que dispondría dicha Comisión recibidas de la Hacienda de la Décima,  la confección del censo de todos aquellos obreros que se encontraban en paro forzoso según determinaba el expresado Decreto, además de anotarse aquellos trabajos a realizar, limitados durante estos primeros años al arreglo de calles y algunas reformas realizadas en el cementerio de la localidad[10]. La cantidad aportada en 1932 por el Gobierno republicado fue de 3.948 pesetas[11].

     El otro gran proyecto desarrollado por el Gobierno republicano, encaminado igualmente a erradicar la lacra del paro existente, fue el reparto de las faenas agrícolas a realizar en las grandes propiedades, cuestión que fue incluida en la “Fallida Reforma Agraria”: “...debido, entre otras causas, al progreso mecánico, contra el que sería insensato ir y a especiales circunstancias económicas[12]. Para ello, y por orden del Gobierno Civil, fueron mandadas unas circulares a los diversos pueblos de la provincia, entre los que se hallaban Castilleja de la Cuesta, en la que se solicitaba entre otros apartados, la creación de una serie de turnos durante la realización de los trabajos agrícolas en terrenos de propietarios de considerable extensión. En la circular recibida en Castilleja el 12 de junio de 1933, se citan una serie de instrucciones cuyo objetivo primordial era acabar con el mencionado paro obrero que hubo heredado la República, ante la necesidad de remediar el déficit de trabajo en relación con la mano de obra, imponiendo una distribución equitativa del mismo, a fin de evitar situaciones extremas que la desesperación pudiera determinar.

     Entre los puntos incluidos, destacaba en primer lugar la “Realización de un Censo Obrero, en el que se inscribirían los trabajadores agrícolas mayores de dieciséis años y menores de sesenta que fuesen vecinos de la localidad, entendiéndose como vecinos los que llevasen más de seis meses de residencia; en segundo lugar, se establecería un “Turno de Trabajo”, cuando se proveyese que por la escasez de la cosecha quedasen obreros sin que le correspondiese turno, para ello se fijaría éste dos veces por semana, o diario, siendo necesaria en éste último caso la aprobación del Gobierno Civil; en tercer lugar se crearía otra Comisión compuesta por tres patronos y tres obreros, presididas por el secretario del Ayuntamiento, encaminadas a la confección del mencionado censo obrero, establecimiento del turno y la observancia y aplicación de ésta. El cuarto punto hacía mención a la designación de los Vocales de las respectivas Asociaciones, a la que tendrían derecho todas las patronales y obreras constituidas con arreglo a la ley de Asociaciones de 30 de junio de 1887 y a la de Asociaciones profesionales de 8 de abril de 1932, tal y como queda recogido en el punto quinto[13].

     En Castilleja de la Cuesta, los vocales designados en esta ocasión para formar parte de la Comisión, segunda llevada a cabo en tan solo un año, fueron los siguientes: por la Sociedad de Obreros, Agricultores y Oficios Varios, heredera de las desaparecidas “Sociedad Cooperativa Obrera”, y Sociedad Cooperativa de Consumo Obrera”, Alfonso Chaves Castro, Aurelio Navarro Carmona y Fernando Oliver Terrón. Respecto a la designación de propietarios y ante la negativa a su presentación, tras ser sorteados por el Ayuntamiento de la Villa, fueron designados como tales, Manuel Salinas Malagamba, propietario de la Hacienda de San José, Carlota Vila Andreu, de la Hacienda de La Pintá y Manuel Cansino Rosales. Finalmente, el día 20 de junio de 1933 quedaba constituida la Comisión Mixta para llevar a cabo todo lo establecido con anterioridad; curiosamente, tan solo uno de los citados propietarios designados, Manuel Cansino acudiría al acto, delegando los otros dos las segundas personas. Por parte de Salinas fue enviado su capataz Juan Tovar Oliver y por la señora Vila, su hijo Juan Tendero Vila[14].


Sello de la Sociedad de Obreros, Agricultores y Oficios Varios de
Castilleja de la Cuesta.

     Ante tales acontecimientos, la respuesta por parte de la “Federación Provincial de Asociaciones y Patronales Agrícolas de Sevilla” no se haría esperar. De hecho, su vicepresidente primero Luís de Alarcón enviaría un comunicado oficial al señor Ministro de la Gobernación interponiendo un recurso de alzada contra la circular, protestando por considerar ilegal tanto la forma de constituir dichas Comisiones como la realización del turno obrero que se trataba de establece[15]. A pesar de ello, y a diferencia de otras ciudades y localidades Castilleja de la Cuesta no asistió a los permanentes conflictos laborales ofrecidos en aquellos durante la República.

     Como complemento a la información anterior, añadir que otra de las actuaciones sociales más importantes llevadas a cabo por el Ayuntamiento republicano alixeño durante su corta existencia fueron el proyecto para la construcción de viviendas, en la zona denominada como El Valle, convirtiéndose en las primeras que con el rango de “Protección Oficial”, se edificaron en la localidad siendo ya habitadas en 1934 y conocidas como “Sociedad de Casas Baratas”[16]. Poco a poco, comenzaba a otearse por el horizonte la fabricación de un producto, las Tortas de Aceite, que con el devenir del tiempo de convertirían en el principal sustento económico para una gran mayoría de familias residentes, no solo en nuestro pueblo, sino en algunas localidades limítrofes. De hecho, y aunque los inicios de su producción se remontan a 1910, no fue hasta  el año 1931 cuando quedaría registrada la marca “Inés Rosales”.

     Otro hecho simbólico fue el protagonizado por el Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta el día 14 de abril de 1933, cuando con motivo del Segundo Aniversario de la República se efectuó el reparto de 250 kilos de “pan familiar”, entre los pobres, siendo adquiridos por la Corporación de los tres fabricantes que por aquellos años existían en la localidad. El coste fue de 175 pesetas siendo abonado del capítulo de “imprevistos”[17]. Llama la atención igualmente el número de vecinos, veinte, que en la Villa o en poblaciones limítrofes se dedicaban a la panificación, Rafael Chaves Negrón, Manuel Chaves Adorna, los hermanos Antonio, Rafael y Francisco Prieto Sánchez, Miguel Gómez Cansino, los hermanos Manuel y Antonio Ramos Ramos, Juan Antonio Polvillo Barrionuevo, Marcelino Polvillo Villadiego, José Cordero Villar, Rafael Villadiego Tovar, Antonio Alcántara Tovar, Francisco Tovar Luque, Antonio González González, Arcadio Rodríguez Martínez, Manuel Peña González, Juan Sánchez Mesa (último Alcalde republicano), José Rodríguez Pérez y José López Rodríguez.   
      
     El año 1932 quedaría también determinado en la Historia de España por el movimiento antirrepublicano perpetrado por el General Sanjurjo. Aunque el levantamiento estaba previsto en otros puntos de la península, donde tuvo importancia solamente fue en la capital hispalense; durante unas horas Sanjurjo se hizo con el poder acompañado del General García de la Herrán, el Teniente Coronel Infantes y de su hijo el día 10 de agosto del citado. Este suceso se recogió en las actas capitulares del Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta tan solo un día después:
          “...que constara en acta la satisfacción del Ayuntamiento por el fracaso del complot monárquico ocurrido el día 10 del actual, y que por el señor Alcalde se telefonee felicitando por tal motivo a los señores Presidente del Gobierno, Ministro de la Gobernación, Ministro de Obras Públicas y Gobernador Civil[18].

Dos años después, la Corporación Municipal acordaba, a petición del señor Rosales Quintanilla, realizar una suscripción para contribuir al homenaje de las fuerzas militares que habían intervenido en la represión del reciente movimiento revolucionario sucedido en Asturias, protagonizado por la U.G.T, y la C.N.T para abolir el régimen burgués”: “destinada a premiar el comportamiento de la fuerza pública en su intervención con los elementos revolucionarios que han perturbado el orden público de España”. En esta nueva ocasión el Ayuntamiento contribuyó con la cantidad de cien pesetas[19].

       En los años 1933 y 1934 se celebraron en el país nuevas elecciones legislativas y municipales que dieron el triunfo a los partidos de centro derecha republicanos, agrupados bajo la CEDA (confederación española de derechas autónomas), ocasionándose el desplome de los partidos de izquierda; el PSOE conservaba su electorado, pero sin la unión de las izquierdas perdía puestos. En nuestra localidad los partidos que se presentaron para ambos comicios fueron los siguientes: el Partido Republicano Radical y el Partido Republicano Progresista, ambos de izquierda, y Acción Popular, de derechas, fundado por el vecino Enrique Calderón Cansino, convirtiéndose en su primer Presidente. Tras las elecciones municipales celebradas el día 10 de octubre de 1934, se procedió a la elección de Alcalde Presidente por medio de papeletas en la forma preceptuada por los artículos 54 y siguientes de la Ley Municipal de 2 de octubre de 1877; verificado el escrutinio se obtuvo el siguiente resultado: José de los Reyes Sánchez, de ideología izquierdista, fue proclamado Alcalde-Presidente, tomando posesión y recibiendo las insignias de su cargo. El puesto de Primer Teniente de Alcalde fue ocupado por Gabriel Sánchez Ortiz y el de segundo por el mencionado, Enrique Calderón Cansino[20].

     Como hecho anecdótico, reseñar la petición efectuada por todos los partidos políticos castillejanos a la Junta provincial del Censo Electoral de Sevilla, para que fuese utilizado como Colegio Electoral en su Sección Segunda, un local ubicado en la Calle Pablo Iglesias número 42 (actual Calle Real), debido al mal estado en que se hallaba el que durante estos años había venido siendo utilizado para tal fin “por ser una asesoría la cual carece de ventilación, urinario, así como tampoco de luz”, para la celebración de las elecciones de Diputados a Cortes que habría de tener lugar el día 19 de noviembre de 1933[21].

     El suceso comentado con anterioridad de 1931, respecto a la retirada de una de una imagen del Sagrado Corazón de Jesús de las estancias municipales, volvería a resurgir tras las últimas elecciones al ser presentada por el concejal de derechas Enrique Calderón la siguiente moción: “...como organizador fundador y actual Presidente del Partido de Acción Popular de esta Villa, propone que la Imagen del Sagrado Corazón de Jesús que fue entronizada en este Ayuntamiento hace varios años, siendo Alcalde del mismo, que lo es actualmente Don José de los Reyes Sánchez, y que posteriormente fue retirada, vuelva a ser colocada en el primitivo sitio”[22]. La Corporación, después de breve discusión acordó por mayoría aplazar la resolución del asunto hasta otra sesión, insistiendo el señor Tovar (Juan Tovar Oliver), por entender que debía acordarse en esta sesión”. Otro de los primeros acuerdos tomados por la nueva Corporación fue, a petición del Gobernador Civil,
          “Otorgar al Sr. D. Alejandro Lerroux García, Presidente del Concejo de Ministros, el título de “Ciudadano de Honor”, y recabar de los Ayuntamientos de esta provincia, la adopción de igual acuerdo con el propósito justo de enaltecer, por medio de tal homenaje, la figura excelsa del citado gobernante”[23].

     Durante el año 1935, la normalidad fue la tónica que marcó el desarrollo social y económico de la población. Se continuaba haciendo frente al paro obrero con las asignaciones gubernamentales, se solicitó al Gobierno Civil de la Provincia ser “Cabecera de Línea de la Guardia Civil”, y las escasas haciendas que permanecían en manos de la rica burguesía, seguían siendo su único referente económico, junto con pequeños terrenos agrícolas propiedad de sus vecinos; fue a comienzos del siguiente año, cuando se produzca la segunda salida de la Cabalgata de Reyes Magos por las calles de la localidad durante los años republicanos. 

        Uno de los temas que más preocupaba a la República fue la educación. En más de una ocasión fueron enviados a los Gobiernos Provinciales instancias en las que se apremiaba a la construcción de Grupos Escolares en aquellas poblaciones de las que dependían. De nuevo, y tras la promulgación de otro Decreto firmado el 15 de junio, se imponía a los Ayuntamientos la obligación de construir en cada localidad los edificios escolares necesarios para que los niños recibiesen la formación precisa, amenazando a los Ayuntamientos con la financiación Estatal, que serían cobradas con los impuestos correspondientes, lo que entorpecería la marcha económica de los mismos. Sin embargo, en Castilleja de la Cuesta las vías para la solución de dicho problema no comenzarían a solucionarse hasta comienzos del año 1936, cuando en un Cabildo celebrado a comienzos del mes de febrero se tomaron una serie de medidas para paliarlos. Literalmente los acuerdos tomados tras una breve exposición de la situación, fueron los siguientes:
         “Existiendo en este pueblo un gran número de niños sin poderles dar solución por la escasez y el poco número de Escuelas, y por las malas condiciones de las que actualmente existen, y siendo este problema tan agobiador para este Ayuntamiento por carecer de todos los medios necesarios para resolver el problema de la enseñanza es por lo que al Cabido expone:

Petición efectuada por el señor Enrique Calderón. Presidente del Partido Acción Popular de Castilleja de la Cuesta para que la Imagen del Sagrado Corazón de Jesús volviese a presidir el salón de Plenos. 13 de noviembre del año 1934.

Nombramiento de Ciudadano de Honor al señor don Alejandro Lerroux, Presidente del Consejo de Ministros durante el Gobierno de la Segunda República. 19 de noviembre de 1934.

           1º. Que por el Alcalde ese haga gestión y sea pedido el terreno que con el pretexto de que era para este Ayuntamiento fue adquirido por el propietario de este pueblo D. Manuel Salinas Malagamba. 2º. Que aprobando las buenas disposiciones y el buen ánimo del Gobierno de la República y las subvenciones que el Estado aporta para grupos escolares, sea aceptada esta moción y sean andados todos los trámites que marcan las leyes para que se construya un grupo escolar en el terreno antes mencionado. 3º. Que se declare esta moción urgente por la importancia que tiene por tratarse de resolver el verdadero problema de la Enseñanza que de no dársele esta solución no sería nunca resuelto en este Pueblo. 4º. Que se tome por esta Corporación el celo debido para sin descanso lleguemos a conseguir la aprobación de este proyecto por el Ministerio de Instrucción Pública. No obstante, lo expuesto, la Corporación decidirá”[24].

     Días más tarde, el 19 de febrero, se celebraron nuevas Elecciones Legislativas, consiguiendo en esta ocasión el triunfo el Frente Popular, en el que se reagruparon todos los partidos de izquierdas republicanos. Los partidos políticos que en Castilleja se presentaron a los comicios fueron los izquierdistas, Partido Socialista, Izquierda Republicana y Partido Comunista, y el derechista Acción Popular. Casualmente, de igual manera, tal y como hubo sucedido tras la instauración del régimen dictatorial del General Primo de Rivera, se recibía telegrama en las Casas Capitulares con remite del señor Delegado del Gobierno por el que se destituía al último Ayuntamiento republicano salido de las últimas elecciones municipales, reponiendo en sus cargos de Concejales a los elegidos en 1931, mientras eran convocadas las nuevas municipales. El siete de marzo de 1936, era constituido oficialmente el nuevo Ayuntamiento, republicano de izquierdas, bajo la Presidencia de Félix Pérez Pinillo, delegado del Excelentísimo Gobernador Civil. Este pormenor quedaría reflejado en el acta levantada para tal ocasión:
            “Siendo las diez de la noche, reunieron en la Sala Capitular bajo la Presidencia de don Félix Pérez Pinillo los señores don Antonio Oliver Rodríguez, don José Tovar de la Rosa, don Antonio Tejada Sánchez, don José Luque Rodríguez y don Manuel Vega Luque, el primero Alcalde accidental y los demás concejales de este Ayuntamiento. El citado señor Delegado expuso que en virtud de las órdenes recibidas de la Superioridad, tenía la intención de dar posesión a los señores designados por el Excelentísimo señor Gobernador para concejales de este Ayuntamiento con el carácter de interino que son don Antonio Oliver Tovar, don Alfonso Chaves Castro, don Juan Sánchez Mesa, don Pedro Endrina Carmona y don Juan Villadiego Navarro, y proceder a constituir la Corporación previo el nombramiento de los cargos que la integran.
          Presentes los señores concejales nuevamente nombrados, el señor Delegado les hizo entrega de sus respectivas credenciales declarándolos posesionados. El mismo delegado dispuso que se procediera a la elección de los distintos cargos de la Corporación.
          Seguidamente se efectuó en votación secreta la elección de todos los cargos dando el siguiente resultado: para Alcalde Presidente, don Juan Sánchez Mesa, nueve votos; Primer Teniente de Alcalde, don José Luque Rodríguez, nueve votos; Segundo Teniente de Alcalde don José Tovar de la Rosa, nueve votos; Síndico, don Antonio Oliver Tovar, nueve votos; Depositario, don Alfonso Chaves Castro, nueve votos, y en blanco una papeleta. Todos los señores expresados fueron proclamados y posesionados en los cargos para los que han sido nombrados. Y con esto se dio por terminado el acto, siendo las once de la noche...”[25].

     Uno de los principales problemas, además del paro obrero, a los que tuvo que hacer la Corporación encabezada por el señor Mesa fue el conflicto suscitado con la Compañía Tranvías de Sevilla S. A, referente a los precios de los autobuses que hacían el servicio de viajeros a la capital hispalense. Tras una reunión celebrada en San Juan de Aznalfarache con los pueblos afectados, se convino que se presentaría la dimisión al señor Gobernador de la Provincia de todos sus representantes, de forma irrevocable, como protesta por no resolverse el conflicto de acuerdo a las justas peticiones de los vecinos respecto a los precios de los billetes de autobús[26].

     Tan solo un día después, de celebrarse la reunión, el día 19 de junio en conferencia telefónica, el señor Gobernador expondría personalmente a los miembros del Ayuntamiento su negativa ante tal dimisión, cuestión que fue aceptada por todos: “La Corporación Municipal acordó por unanimidad retirar la dimisión presentada pero haciendo constar en este acto, lo realizan únicamente para obedecer las indicaciones de la autoridad superior, y hacen constar respetuosa pero enérgica protesta por no resolverse el conflicto de los autobuses de la Compañía de Tranvías S. A., con arreglo a las justas peticiones de los vecinos”. A pesar de ello, el día 30 de junio, durante la lectura en la Sesión Capitular, de las comunicaciones y periódicos oficiales recibidos, saltaba la sorpresa al comprobarse que el Señor Gobernador Civil aceptaba, la dimisión solicitada por los concejales de la Villa, con el añadido que éstos deberían permanecer en sus cargos hasta que se les designasen sustitutos[27].

     En la sesión celebrada en el Ayuntamiento republicano de Castilleja de la Cuesta el 15 de julio de 1936, a la que asistieron la mayoría de sus componentes: Juan José Luque Rodríguez y José Tovar de la Rosa, Primer y Segundo Teniente de Alcalde respectivamente, y el resto de Concejales, Antonio Tejada Sánchez, Manuel Vega Luque, Alfonso Chaves Castro, Antonio Oliver Tovar, Pedro Endrina Carmona y Juan Villadiego Navarro, fueron reintegrados nuevamente en sus cargos todos los concejales, tras ser notificado por el Gobernador Civil.

      Tras el nuevo triunfo de las fuerzas republicanas de izquierda en el año de 1936, se intentaría dar un nuevo impulso a la Reforma Agraria, creando nuevamente comisiones a petición del Gobierno Civil para la distribución de los trabajos agrícolas. En esta nueva ocasión en Castilleja de la Cuesta se asistiría a la creación de una nueva comisión formada por la única asociación obrera existente en la localidad en el referido año, la mencionada con anterioridad Sociedad de Obreros Agricultores y Oficios Varios, no existiendo ninguna sociedad patronal. En esta nueva ocasión los designados para tal fin fueron, por la parte obrera, José Tovar de la Rosa y Antonio Tejada Sánchez, y por la patronal, por segunda vez, José Perona Estrada y Manuel Cansino Rosales:
         “Con el fin de constituir la Comisión especial gestora del recargo establecido por Decreto de 18 de julio de 1931 y con arreglo a los preceptos de la Orden de 28 del citado mes, cítese al Ayuntamiento a sesión extraordinaria para el día primero del mes de Agosto a las diez de la noche, con el objeto de verificar la designación de los dos Concejales que en representación del Municipio han de formar parte de la citada Comisión; requiérase a la Sociedad de Obreros Agricultores y Oficios Varios, única asociación obrera que existe en la localidad, para que se nombre dos socios de la misma representación de los de su clase también han de pertenecer a la Comisión de referencia, y no habiendo en el término Sociedad patronal alguna, invítense  por medio de edictos a los patronos del pueblo para que el día cinco del citado mes de agosto a las cuatro de la tarde se concurran a la Casa Ayuntamiento para que en reunión que celebren bajo mi presidencia elijan a dos de ellos a fin de que pertenezcan a la referida Comisión representando a la clase patronal. La mandó y firma el Sr. Alcalde accidental Don Antonio Oliver Rodríguez, de que certifico”[28].

     El último acto al que asistió el Alcalde-Presidente republicano Sánchez Mesa en el Ayuntamiento de Castilleja antes de su sustitución, y posterior asesinato fue el presidir la constitución de una nueva “Comisión Gestora para la administración y reparto de la Décima entregada por la Hacienda Pública”, el día 17 de julio de 1936 a las 9´30 de la noche. La cantidad destinada aquel año para jornales de paro obrero, sensiblemente disminuida respecto a cifras anteriores, alcanzó la cifra de 1.315 pesetas y 44 céntimos[29].

     El señor Sánchez Mesa, nacido en Sevilla el día 4 de octubre de 1904, fue vecino de Castilleja de la Cuesta durante veinte años. Fue nombrado Alcalde republicano de nuestra localidad el día 7 de marzo de 1936 bajo la presidencia de Félix Pérez Pinillo, delegado del Excelentísimo Señor Gobernador Civil. Fue destituido de su cargo el día 23 de julio del mismo año. Falleció durante la guerra civil a finales de 1936.  

(La presente publicación corresponde a un capítulo de mi obra: CASTILLEJA DE LA CUESTA PUERTA DEL ALJARAFE. HISTORIA SOCIAL; publicada en el año 2010)


                       



[1] A.M.C.C., Actas Capitulares de 1931, p. 39-v.
[2] Ibid.
[3] A.M.C.C., Actas Capitulares de 1931, p. 42.
[4] Ibid.
[5] Ibid. p. 50.
[6] Ibid.
[7] A.M.C.C.; Actas Capitulares de 1931,  p. 11-v.
[8] A.M.C.C.; Actas Capitulares de 1932, p. 26-v.
[9] Ibid. p. 35-v.
[10] A.M.C.C., Legajo 183, s/f.
[11] A.M.C.C., Actas Capitulares de 1932, p. 36-v.
[12] A.M.C.C., Legajo 183, s/f.
[13] A.M.C.C., Legajo 178, s/f.
[14] Idem.
[15] Ídem.
[16] A.M.C.C., Actas Capitulares de 1932.
[17] A.M.C.C., Actas Capitulares de 1932.
[18] Ibid. p. 30.
[19] A.M.C.C., Actas Capitulares de 1934, sesión día 1de noviembre, p. 38-v.
[20] A.M.C.C., Actas Capitulares de 1934, p. 35-36.
[21] A.M.C.C., Legajo H-1, sin catalogar.
[22] A.M.C.C., Actas Capitulares de 1934, p. 44.
[23] Ibid., p.43.
[24] A.M.C.C., Legajo H-1, sin catalogar.
[25] A.M.C.C., Actas Capitulares de 1936, sesión celebrada el día 7 de marzo, pp. 22-23.
[26] Ibid., pp. 38-39.
[27] Ibid., pp. 39-v, 40.

[28] A.M.C.C., Legajo H-1, sin catalogar.
[29] A.M.C.C., Legajo 183, s/f.

1 comentario:

  1. Gracias de nuevo Juan, la historia no muere nunca, y los que la escriben tampoco. Especialmente si son tan buenos escritores como tú.

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