EL CONVENTO DE SAN MARCOS DE LEÓN. SEDE DONDE DE FIRMARON
LAS PRIMITIVAS REGLAS DE LA HERMANDAD DE LA SOLEDAD Y SANTO ENTIERRO DE
CASTILLEJA DE LA CUESTA EN 1567.
El Antiguo Convento de San Marcos es una de las
construcciones históricas más importantes de la ciudad de León.
Con una fachada de unos 100 metros,
el Antiguo Monasterio de San Marcos, ahora convertido en hotel parador de cinco estrellas, posee
una hermosa iglesia consagrada en 1541 y un fantástico museo arqueológico.
El actual edificio fue un regalo
de Fernando el Católico a la ciudad de León, quien donó una gran
cantidad de dinero para realizar esta construcción, uno de los monumentos más
importantes del renacimiento español. Está considerada una de las grandes joyas
de la arquitectura de la ciudad y del país, junto a la Basílica de San Isidoro y
la Catedral.
Historia del Convento de San
Marcos
Los orígenes del convento de San
Marcos se remontan al siglo XII, cuando la hija de Alfonso VII, la infanta Sancha de Castilla, donó
una gran cantidad de dinero para la construcción de un modesto alberque a las
afueras de la ciudad con el fin de dar cobijo a los peregrinos del Camino de Santiago y
gente pobre.
En el siglo XVI gracias a una
donación del entonces rey de España Fernando el Católico, se construyó el gran
edificio de estilo gótico-plateresco que se puede ver en la actualidad. Fueron
muchos los arquitectos que participaron en la construcción, en unos trabajos
que se alargaron hasta principios del siglo XVIII.
El monasterio dejó de utilizarse
como tal en 1836 hasta que se instaló definitivamente el Parador Nacional de León en 1964.
En esa franja de tiempo llegó a tener distintas utilidades: sirvió como escuela
de segunda enseñanza, escuela de veterinaria, hospital penitenciario, prisión
militar, casa de misiones de la Compañía de Jesús y casa central de estudios de
los Padres Escolapios, entre otras muchas instituciones.
El ilustre escritor español Francisco de Quevedo estuvo
encerrado entre las paredes de San Marcos durante casi cuatro años "de
rigurosísima prisión, enfermo de tres heridas, que con los fríos y la vecindad
de un río que tengo por cabecera, se me han cancerado, y por falta de cirujano,
no sin piedad, me han visto cauterizar con mis manos; tan pobre que de limosnas
me han abrigado y entretenido la vida. El horror de mis trabajos ha espantado a
todos".
Durante su encierro en una de las
celdas del monasterio se dedicó a escribir parte de sus obras como, por
ejemplo: "Vida de S. Pablo", "Constancia y
paciencia del Santo Job" y "Providencia de Dios".
Juan Prieto Gordillo
Archivero e Historiador de la Hermandad Sacramental de Santiago
Escudos repartidos por el interior del edificio
Portada que da acceso a la iglesia.
Escultura de bronce de un peregrino situada frente a la fachada principal.
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