SOBRE EL PRIMER PARARRAYOS QUE TUVO LA TORRE DE
LA PARROQUIA SEVILLANA DE SAN LORENZO EN 1893 Y OTRAS CUESTIONES.
Juan Prieto Gordillo
Profesor Universidad Pablo de Olavide de
Sevilla
Recientemente hemos localizado en el Archivo
Municipal de Sevilla, un curioso expediente remitido por el párroco don Diego
T. de Lagos, al señor Alcalde Presidente de la ciudad de Sevilla don José
Bermúdez Reina, en el que se solicitaba en el año 1893, ayuda económica para la
instalación, por vez primera, de un pararrayos en la torre de la parroquia
hispalense de San Lorenzo Mártir. A través del documento, podemos apreciar ciertas
noticias, algunas ya revisadas en el tiempo, como la fallida autoría de la imagen
de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, por aquel entonces atribuida al celebre
escultor Juan Martínez Montañés; la colocación por vez primera de un pararrayos
en la Giralda; así como, cierta información sobre los medios de comunicación
escritos existentes en la ciudad a finales del siglo XIX: “La Andalucía”, “El Diario de
Sevilla” y “El Cronista”.
Respecto a la imagen de Jesús del Gran Poder, al
que no faltan en el expediente muestras devocionales, sabido es, cómo su
autoría apareció publicada en el diario ABC de Sevilla (7-febrero-1930), tras
ser localizada por el historiador Helidoro Sancho Corbacho, el día 6 de febrero
de 1930 en el Archivo de Protocolos Notariales de Sevilla, confirmándose desde
ese instante su hechura al escultor cordobés, Juan de Mesa Velasco, discípulo
del citado Montañés, según contrato firmado a 1 de octubre de 1620.
En cuanto a la cita sobre la ausencia de
pararrayos en la Giralda de Sevilla hasta el año 1886 existe una completa
descripción, en la obra titulada: “Giralda
de Sevilla. Memoria Descriptiva de la Obra de Restauración e Instalación de
Para- Rayos”, publicado en las Oficinas de El Obrero de Nazaret, calle
Farnesio Número 1, Sevilla, Año MDCCCLXXXVIII, (ANT-XIX-1292/12).
En la publicación se da una minuciosa descripción
de todo lo acontecido: los desperfectos ocasionados por varias cargas
eléctricas en el citado monumento en el transcurso de los años 1883, 1884 y
1885, y de las obras proyectadas y dirigidas para su restauración, por
arquitecto director de las obras de restauración de la Santa Iglesia
Metropolitana y Patriarcal de Sevilla, don Adolfo Fernández Casanova, durante
el periodo comprendido entre el 16 de agosto de 1885 a 28 de febrero de 1886,
entre las que se recogían por vez primera la instalación de un pararrayos en la
parte superior del mismo. Finaliza esta con una “Memoria” de las obras ejecutadas, y la inclusión de dos apéndices
titulados: Enumeración de los nuevos
elementos moldados de mármol que se han colocado en las fábricas mauritanas
durante la restauración” y “Enumeración de los capiteles adquiridos para
sustituir los modernos que se han encontrado en las fábricas almohades, al
restaurar la restauración”.
En la misma fuente documental, son mencionados también los medios de
comunicación escritos que existieron en la ciudad hispalense durante el último
tercio de la centuria decimonónica y que apoyaron la primitiva idea de la
colocación del pararrayos en San Lorenzo: El Cronista (fundación 17 de mayo de
1886, último número en junio de 1896); El Diario de Sevilla (fundación 1 de
octubre de 1882, final de publicación 1901) y La Andalucía, (fundación en 1858
y desaparición en 1897).
A continuación, se ofrece el expediente íntegro
en el que se recogen todos los aspectos citados con anterioridad.
Excelentísimos
Señores Alcalde Presidente y Ayuntamiento de la Ciudad de Sevilla
Don
Diego T. de Lagos, Pro. Cura de la Parroquial de San Lorenzo de esta ciudad,
con cédula personal que exhibe a V.V.E.E., con la mayor consideración y respeto
expone:
Que el que suscribe, ayudado por varios
feligreses y devotos de su Iglesia y del Señor del Gran Poder, hace tiempo
concibió el proyecto de dotar de pararrayos la preciosa y monumental torre de
la parroquia que tiene la honra de regir y gobernar.
Que ajeno al exponente a toda idea de
interés personal y antes bien, haciendo con gusto gastos pequeños de su propio
peculio, ha publicado en el periódico “La Andalucía” del domingo último 12 del
corriente la lista de suscriptores y cantidades con los que los mismos han
contribuido y porque dicha Redacción como la del “Diario de Sevilla” y también
el exponente viene a ser depositarios de cantidades recaudadas; toda vez que la delicadeza y carácter sacerdotal, de
que se encuentra investido reclama la mayor pureza en cuanto a la administración
e inversión de dichos fondos de los cuales en su día, Dios mediante, se publicarán las cuentas correspondientes
para satisfacción de la Ciudad de Sevilla, de los suscriptores y devotos de la
Iglesia y de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder.
Esa magnífica imagen, escultura de la que
se gloria Sevilla, que ha dado nombre de su autor a una de las calles de la
Ciudad; esa soberbia obra del arte, respecto de la cual es tradición, que ese
mismo autor se asomaba a las bocas calles por donde se sacaba en procesión para
contemplarla, se encuentra hoy expuesta, como lo ha estado en otras ocasiones
en días de tempestad y tormenta a un fracaso que pudiera arrebatarnos gloria
tanta.
Mas nos encontramos en la parte más
occidental de Europa, respecto a la cual se dice que la desidia y la apatía son
proverbiales.
La Giralda estuvo sin pararrayos hasta que
ocurrieron fracasos, que, por fortuna fueron subsanables y no debemos
exponernos a que mañana o el otro hagamos un papel ridículo, ante la culta
Europa, si en la parroquial de San Lorenzo y capilla del Señor del Gran Poder
se diera caso semejante.
Periódicos tan antiguos de esta ciudad como
“La Andalucía” y “El Diario de Sevilla” han aplaudido el proyecto y han abierto
sus columnas a la suscripción con el pio fin antes indicado.
Ciudad tan devota de tan milagrosa imagen y
en cuya devoción abundan V.V.E.E., atendidas sus católicas ideas, no es de
esperar dejen desierto el noble indicado pensamiento, de la conservación de un
templo que, por su arquitectura y especial belleza de su torre, son honra de
Sevilla.
La redacción de “La Andalucía” abundando en
los nobles pensamientos de cuanto representa la grandeza de esta Ciudad, en su
número ya citado, contenía el párrafo siguiente:
“Esperamos que el Excmo. Ayuntamiento
acuerde en el próximo Cabildo contribuir por lo menos con mil pesetas para
librar a la soberbia y sin rival escultura del célebre Martínez Montañés de un
peligro constante, puesto que la Corporación es la que se encuentra
principalmente llamada a velar por vuestras riquezas artísticas.”
“El Diario de Sevilla” en su número del
martes 14 del que rige reconoce las riquísimas joyas que en escultura encierra
la Parroquial del Mártir San Lorenzo, y “El Cronista” del mismo día, unánime y
sin ponerse de acuerdo aplauden la idea y el pensamiento que tuvo el exponente.
En virtud de todo lo expuesto. Suplica a
V-V-E-E., se sirvan acoger benévolamente y bajo su valioso patrocinio el
humilde pensamiento del que suscribe, contribuyendo con sus influencias
personales y oficiales al objeto de que no quede desierto tal pensamiento a
causa de las débiles fuerzas del humilde autor y capellán que tiene la honra de
dirigirse a la primera autoridad y Corporación que tan dignamente representa a
la Ciudad de Sevilla.
Dios
guarde a V.V.E.E. por dilatados años para bien y prosperidad de esta culta
Ciudad.
Sevilla
diez y siete de marzo de mil ochocientos noventa y tres.
Excmo.
Señor
Diego T. de Lagos
Et la
Comisión de Asuntos especiales.
Fuente documental: AMS; Caja 861 V.215 (I)