NOTARTE
Con este primer artículo doy comienzo
a la sección titulada: NOTARTE. En la
misma ofreceré noticias de muy diversa índole relativas al mundo del arte,
arquitectura, escultura, pintura, platería…
UN DISEÑO PARA LA CORONACIÓN CANÓNICA
DE LA ESPERANZA DE TRIANA. IDEA, DISEÑO, OBRA…
Como homenaje a los orfebres Francisco Fernández y Juan Borrero.
Orfebrería Triana.
Durante
siglos, para la realización de una obra de arte han sido tres los pasos
llevados a cabo por sus artífices. Idea, dibujo-diseño, y ejecución, siendo
esta última la fusión de las dos anteriores.
Idea: en el arte conceptual la idea o concepto original,
prima sobre la realización material de la obra y el mismo proceso -notas,
bocetos, maquetas- al tener a menudo más importancia que el objeto terminado,
pueden ser expuestos para mostrar el origen y desarrollo de la idea inicial. La verdadera obra de arte es la idea.
Dibujo-diseño: proyección básica de
la idea. Desde el inicio de la humanidad el dibujo está siempre presente
como medio de expresión y representación del mundo que rodea al hombre. El
dibujo como fundamento para llegar a la pintura, la escultura y la
arquitectura, y como base teórica en sí misma,
fue concebido a finales del siglo XIV por Cennini. Se consideraba
producto directo del intelecto y expresión de las ideas, por lo que la línea
del dibujo, su límite, su contorno, será el elemento que lo defina.
Obra ejecutada: la obra en sí que presenciamos.
El proyecto final de una obra de arte, en esta ocasión de orfebrería, siempre
es un dibujo, una escultura en papel, de la que arranca la realización de la
escultura construida. Los dibujos constituyen la memoria gráfica en la que el
platero, fija su idea a través de la representación. Relieve, frente, perfil,
bulto redondo, no son otra cosa que el dibujo de una representación imaginada.
Una de las últimas asignaturas que me impartieron durante mi carrera
universitaria fue “Iconografía Cristiana”,
por el catedrático D. Jesús Palomero Páramo. El trabajo práctico que realicé se
tituló “Iconografía representada en las
coronas de las dolorosas sevillanas”. Para ello, durante meses, fui
visitando las distintas sedes de las Hermandades de Penitencia, en las que viví
muy gratas vivencias. Fue en Triana, una fría noche invernal, cuando tras
visitar la casa de Hermandad de la Esperanza de Triana, me remitieron a un
pequeño taller, Orfebrería Triana, por aquel entonces ubicado en la calle
Pureza del barrio trianero, donde hoy continúa, donde se estaban dando los
últimos retoques a una nueva obra de orfebrería, en esta ocasión para la
coronación canónica de la Esperanza de Triana.
Tras ser recibido con una exquisita amabilidad, se me fueron mostrando
algunos de los diseños previos para dicha realización, de los que fui tomando
notas para el posterior proyecto. Antes de despedirme, cuando salía por las
puertas ¡Cuál fue mi sorpresa! escuché una voz, no recuerdo si de Francisco o
Juan, que decía: “oiga, si quiere puede llevarse uno de estos dibujos para
incorporarlo a su trabajo! Pasados varios años, quiero compartir con vosotros este bonito diseño
que desde entonces guardo en mi casa como uno de los tesoros más preciados.
Diseño hecho realidad, que con leves modificaciones respecto a la pieza
original os presento.
Su proyecto se inició en 1981 y su diseño ya
se publicó al año siguiente. Realizada en 1984, por Francisco Fernández y Juan
Borrero de Orfebrería Triana. Se realizó con oro de 22 quilates,
reunido por medio de múltiples donativos de los hermanos y devotos, entre ellos
los de la Familia Real ya que permitieron que se fundiera la
pulsera de oro y topacios regalo de su camarera perpetua S.A.R. Doña Luisa de
Orleans. La decoración tiene un estilo general neorrenacentista, con tintes regionalistas
que nos enlaza con algunos motivos característicos de la Hermandad y que
proceden de diseños de la cerámica trianera.
A continuación, muestro la corona, con reseñas descriptivas respecto al diseño
que presento, las distintas partes de que se compone, en aras de explicar el
significado simbólico de algunas de ellas:
CANASTO: el
canasto se compone de dos partes; el aro y el canasto propiamente dicho. El aro
es la corona que se representaba en la antigüedad, reducida a una mínima
expresión; se compone de una banda rematada por una moldura, reminiscencia de
las coronas vegetales que en el periodo clásico portaban dioses y héroes. Esta
franja está decorada por festones, o paños colgantes, enlazados por cabezas de
querubines, grabado
el central con la leyenda “ESPERANZA NUESTRA”. Sobre
esto, tiene superpuesto el escudo del Consejo General de Hermandades y Cofradías
de Sevilla. El canasto está montado encima del aro, formando un solo bloque. Los ejes decorativos que forman el canasto se decoran con
“candelieri” (tipo de ornamentación que surgió en Italia prácticamente en el renacimiento por reminiscencias del arte antiguo), que alternan sus tamaños, sujetando los de mayor anchura las
bandas y sobre estos, tres niños portando una estrella,
una gran perla y un ancla.
IMPERIALES: se denominan imperiales a las bandas cruzadas que van
montadas encima del canasto. Los imperiales en esta corona están en número
de seis (las coronas que llevan imperiales son coronas cerradas, mientras que las
que no los llevan se denominan coronas abiertas). Estos se unen en
un vástago con forma de flamero del que pende un ancla de oro y brillantes,
regalo de su vestidor Fernando Morillo Lasso.
RÁFAGAS O RESPLANDORES: las ráfagas de las coronas simbolizan
divinidad. Las ráfagas tienen cuatro elementos constructivos comunes en casi
todas, la diadema, los resplandores, la cruz y las estrellas. La
diadema es la banda que va sujeta al canasto y sobre la cual se montan las
ráfagas; es
esta ocasión está labrada a dos caras con motivos vegetales entrelazados entre
sí inspirados en el balcón principal de los antiguos Almacenes Santos (actual
tienda de tejidos de Julián López en la calle O’Donnell), y está presidido por
una cartela calada con el escudo de la Hermandad, que se ubica sobre un vástago
flanqueado por dos dragones (un motivo
floral y un dragón en el diseño).
La ráfaga circular, está formada por grupos de siete
rayos lisos, (veintidós en el diseño y
veinte en la pieza labrada) que se intercalan con motivos calados
terminados en flamero de corte plateresco, (veintidós en el diseño y veinte en la pieza labrada), y rematados
por estrellas de cuatro puntas (ocho en
el diseño) con pequeños rayos lisos en sus entrantes enriquecidas por
brillantes. Coronando la misma se perfila una cruz, inspirada en las de forja que contiene una reliquia del Santo Rey Fernando III, regalo del Cabildo
Catedral con motivo de la Coronación Canónica, que se cubre con un gran
brillante rodeado por otros cuatro de menor tamaño a los que recientemente se
les ha sumado otro en su remate. La corona posee la inscripción
“ORFEBRES FRANCISCO FERNÁNDEZ Y JUAN BORRERO. ORFEBRERÍA TRIANA, 1984”.
(Texto basado en la
página web de la Hermandad de la Esperanza de Triana. Apartado de Patrimonio-Enseres-Ajuar de Nuestra
Señora-Coronas)
FRANCISCO
FERNÁNDEZ Y JUAN BORRERO
Corona
de la Esperanza de Triana. Coronación canónica. 1984.
FRANCISCO
FERNÁNDEZ Y JUAN BORRERO
Diseño
para la corona de la Esperanza de Triana. Coronación canónica. 1984.
Fotografía. María Pizarro
Detalle
del diseño de la corona para la Esperanza de Triana.
Coronación canónica. 1984. Fotografía: María Pizarro
Coronación canónica. 1984. Fotografía: María Pizarro
FRANCISCO
FERNÁNDEZ Y JUAN BORRERO
Detalle
de la diadema de la Corona para la Esperanza de Triana.
Coronación
canónica. 1984.
Detalle del diseño de la corona para la Esperanza de Triana. Aparece el doble
motivo sobre el
vástago central: flor y dragón. Fotografía: María Pizarro
Diadema y
ráfagas. Corona para la coronación
Canónica de
la Esperanza de Triana. 1984.
Ilustración:
salvemaríaregina.blogspot.com
Fotografía: María Pizarro
Detalle del diseño de la corona para
la Esperanza de Triana. Aro y canasto.
Fotografía: María
Pizarro.
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