jueves, 23 de marzo de 2017

LOS BORDADORES, DOMINGO REGIDOR (SIGLO XVIII) Y LAS HERMANAS ANTÚNEZ (SIGLO XIX) AUTORES DEL MANTO CARMESÍ DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD, TITULAR DE LA HERMANDAD SACRAMENTAL DE SANTIAGO APÓSTOL DE CASTILLEJA DE LA CUESTA.

Juan Prieto Gordillo
Prof. Universidad de Huelva y Archivero de la Hermandad


Poco a poco, la Hermandad Sacramental de Santiago de Castilleja de la Cuesta continúa documentando buena parte de sus bienes artísticos. En esta ocasión haré referencia, nuevamente, a una de las piezas textiles procesionales, que más valor histórico-artístico poseen en la provincia de Sevilla; el manto carmesí y oro con el que ha procesionado Nuestra Señora de la Soledad, imagen titular de la Hermandad Sacramental de Santiago de Castilleja de la Cuesta, desde finales del siglo XVIII en que fue bordado hasta hoy día.

Son varias las referencias documentales que acreditan su antigüedad. En primer lugar, haré mención al convenio firmado entre las hermandades penitenciales que desde el siglo XVI convivían bajo las bóvedas del templo matriz de Santiago Apóstol de la localidad; la Santa Vera Cruz y el Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y Nuestra Señora de la Soledad, por el que ambas corporaciones, en el año 1776, se comprometían a sufragar un nuevo manto para la imagen que compartían durante sus desfiles procesionales:

Convenio entre las hermandades del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de la Soledad para el pago de un manto para la citada Virgen.

"Sepan cuantos esta carta vieren como nos: Joaquín Caro, Miguel de Chávez, Antonio Vázquez, Andrés Ramírez, Cristóbal Márquez, Pedro Cortés y Cristóbal de Aguilar, todos hermanos y oficiales de la Hermandad del Santísimo Sacramento y Santa Vera-Cruz, sita en la Parroquial de Santiago de esta villa en el Señorío Antiguo de ella, estando juntos..., nos obligamos a pagar la cantidad que dicha hermandad está debiendo a Don Domingo Regido (maestro bordador), vecino de la ciudad de Sevilla, que es de su parte, que a la dicha Hermandad corresponde de la hechura y costos del manto de Nuestra Señora de la Soledad que ahora así a la Hermandad dicha como a la Hermandad de Nª Sª de la Soledad, cuyas dos hermandades están unidas para los gastos a mitad que a cada hermandad corresponda para su composición de pasos y demás gastos generales pueda ofrecer siempre cada una hermandad, ha de pagar la mitad con certeza de la mitad de dicho manto y pagarle a Don Domingo Regidor. La dicha Hermandad dela Santa Muerte de Xto. y Nª. Sª de la Soledad se obliga a pagar en la fecha, del Señor Santiago, que vendrá de este presente año la parte que le corresponde del dicho manto. Fecha la carta a día seis del mes de Marzo de Mil Setecientos y Setenta y Seis años”.[1]

¿Cómo era el mencionado manto, bordado en sus orígenes sobre terciopelo negro por el maestro bordador Domingo Regidor?

Respecto a su tamaño, era cincuenta centímetros menor que el actual en todo su perímetro, y de composición simétrica similar a la que presenta el actual. En cuanto a la temática iconográfica conservada, destacaría especialmente el motivo central, algunos tallos vegetales y la cenefa geométrica que lo rodea, resaltando  sobre todo el gran centro floral en torno al que giraba la composición con flores de diversas especies, que emergen de una especie de jarrón o cuerno de la abundancia vegetal, caracterizado todo por el aumento de proporciones de las formas, entre las que se encuentran las grandes flores y hojas de apariencia carnosa entrelazadas con finos tallos. El conjunto, al igual que en el actual, estuvo rodeado con la misma cenefa, sencilla y geométrica que forman rombos y óvalos, adorno bastante empleado en este tipo de composiciones durante la segunda mitad del siglo XVIII.


En cuanto a su color original, negro bordado en oro con tallos y flores de oro y sedas, tenemos conocimiento que se mantuvo así al menos, hasta mediados del siglo XIX, pues en diversos inventarios realizados por algunos mayordomos de la hermandad, desde finales de la centuria dieciochesca aparece del mencionado color.

A partir del año 1868, tras haberse producido la Revolución de septiembre, el templo parroquial matriz de Santiago Apóstol de Castilleja de la Cuesta, comenzó a experimentar una nueva etapa de esplendor, que culminaría años más tarde con el derribo del vetusto edificio, siendo reconstruido por los marqueses de Loreto, don Pablo Capetillo y doña Nicolasa del Campo.
Acorde a los acontecimientos citados, la Hermandad Sacramental de Santiago, iniciaría también una etapa de magnificencia, remozando algunos de sus enseres, entre los que se encontraba el manto negro bordado en 1776, y adquiriendo y realizando nuevos bienes artísticos, como el nuevo y actual manto negro realizado por las hermanas Antúnez entre los años 1889-1890.[2]
Sería en el año 1871 cuando la Corporación decida cambiar su cortejo procesional, influido en esta ocasión, por la Hermandad Santo Entierro de Sevilla, y muy especialmente por uno de sus pasos, el Misterio del Duelo. Para la ocasión fueron realizados dos nuevos pasos, uno para el Santo Entierro del Santísimo Cristo de los Remedios, costeado por la mencionada marquesa de Loreto, y otro de nueva iconografía neogótica, similar al citado del Duelo de la Hermandad del Santo Entierro de la capital hispalense. A todo ello, debemos añadir la adquisición, en 1869, del desaparecido paso de Gloria, para el Domingo de Resurrección, procedente del exclaustrado convento de la Encarnación de Belén de Sevilla.
Además de las citadas, otras decisiones tomadas por la Junta de Gobierno de aquellos años fueron las siguientes; en primer lugar, enriquecer y pasar el antiguo manto negro a terciopelo carmesí, con la intención de crear cierta armonía con el palio que de la misma tonalidad aparecía ya recogido en los inventarios de 1870; y que a su vez fuese utilizado en el recién adquirido paso de gloria.  Años más tarde, en 1889, se contrataría un nuevo manto procesional bordado en oro sobre terciopelo negro, para paso del Duelo, gracias en esta ocasión, a la colaboración de la benefactora de la Corporación, doña Nicolasa del Campo, marquesa de Loreto.  Para ambas cuestiones las bordadoras designadas fueron las hermanas Antúnez, Josefa y Ana, cuya técnica y estilo quedan bien patente en ambas piezas.

Las primeras noticias acerca del cambio de color, de negro a carmesí, bordado por Domingo Regidor en 1776, y de su cronología, nos vienen dadas a través de unas cancioncillas que algunas devotas de Nuestra Señora de la Soledad dedicaron por el día de su onomástica, a la benefactora de la hermandad, doña Nicolasa del Campo, marquesa de Loreto, en el año 1888:

FELICITACIÓN Y CANCIÓN A LA SEÑORA MARQUESA DE LORETO. AÑO DE 1888.
Hoy, día de esta notable señora…,
Pedimos a Dios por su salud,
que para todo el pueblo eres virtud,
y para la iglesia gasta todo su caudal,
Dios le dé el premio en la mansión.
Ya que ha conocido este manto,
de terciopelo carmesí,
si lo acabara de pagar,
nos ahorramos de pedir al señor párroco de Santiago…”

JOTA.
Hoy todas felicitamos…,
Dios le de salud,
para conocer
el manto bordado
que vamos a traer.

Finalmente, y gracias al señor párroco don Francisco de la Granja, que se adelantó en esta cuestión a la señora Nicolasa, el manto carmesí quedaría finalizado y sufragado con los ingresos parroquiales, siendo estrenado en 1889. ¿Cuáles fueron los bordados conservados del original y, cuáles las innovaciones técnicas e iconográficas introducidas por las hermanas Antúnez en la remozada y reformada pieza textil?

En primer lugar, se respetaron algunos fragmentos del gran centro floral, transformado y enriquecido, en torno al que gira la composición con flores de diversas especies, y fueron reubicados los elementos geométricos-decorativos conservados del original que formaban rombos y óvalos, que rodeaba todo el conjunto y que aún forma parte del actual. En cuanto a la iconografía del motivo central, más preciosista, nos puede recordar a los bodegones florales pintados por los pintores Luis Meléndez (Nápoles,1716-Madrid,1780) y a los realizados por Juan de Arellano (Santorcaz, 1614 – Madrid, 1676).

A continuación, las labores emprendidas consistirían en un considerable aumento en la decoración vegetal, exuberante tanto en diseño como en bordado: flores entre follaje muy denso y variado, gruesas hojas de cardo, de parra y de flor de jarro, azucenas y piñas, que se desarrollan simétricamente a un lado y otro del dibujo central; bordado todo ello con hilos de diferente grosor, lentejuelas y gran variedad de puntadas que producen brillos y luces diversas, así como efectos magníficos al ribetear las figuras y sombrearlas en oro, logrando mayor realce.

En relación a la técnica seguida, de realce y aplicación[3], se pueden observar el aumento de grosor en los bordados, cuestión que ejecutarían rebordando ciertas piezas sobre algunas de las originales existentes y el traspaso íntegro de fragmentos de un tejido a otro.

A partir de ahí, y en ese mismo año, se plantearía la necesidad de la realización de un nuevo manto procesional, el actual manto negro, en esta ocasión para el paso del Duelo, además del mencionado, que ya por aquel entonces lucía de rojo carmesí para el palio recientemente estrenado de igual color. En esta ocasión, la totalidad del manto fue costeado por la mencionada señora, que alcanzó la cifra de 30.000 reales[4].

Continuando el seguimiento histórico del dieciochesco y renovado manto rojo, un siglo después, durante el año 1973 fue restaurado, siendo ampliado unos 50 centímetros en todo su perímetro en los talleres de Carrasquilla, pasando el mismo oro y dibujo a la nueva pieza textil, respetándose en todo momento los dibujos y estilo precedente, incluso quedando rodeado con la misma cenefa, sencilla y geométrica de 1776. Para ello se decidió comprar el terciopelo tras los ingresos de la Velá de Santiago del año de 1972, junto a la colaboración de las devotas de la Asociación del Corazón de Jesús. Sería entonces cuando algunos motivos florales, que llegaban hasta la parte superior de la pieza textil, fueron desplazados hacia los laterales, al colocarse definitivamente la toca de sobremanto.

En los años 80 las Hermanas Martín Cruz fueron las encargadas de pasar a nuevo terciopelo este manto rojo, debido al mal estado de dicha tela; después de una gran labor de restauración de los bordados, el manto fue llevado a la Primera Exposición de artesanía cofrade que se hacía en Sevilla, realizada en los bajos del Paseo Marqués de Contadero, junto a la Torre del Oro. Fue expuesto, haciendo juego con la toca de sobre manto que las mismas bordadoras, habían realizado para la Hermandad de la Esperanza de Triana con motivo de su Coronación Canónica.




[1]A.P.N.S, Secc. Castilleja de la Cuesta. Leg.2152-Pb. Fol,12.

[2]Corría el año 1889, más concretamente el día 24 de septiembre, cuando el párroco de la localidad el señor Francisco de la Granja remitía una carta al señor arzobispo hispalense, exponiéndole una serie de quejas relativas a la parroquia de Santiago y más concretamente de la vecina de la localidad, la señora doña Nicolasa del Campo, marquesa de Loreto. Será en uno de los párrafos de dicha misiva donde aparezca recogida la siguiente información: …ahora está bordando un manto para Virgen de esa hermandad, apreciado en treinta mil reales;”. Sin lugar a dudas, se trataba del manto negro que la Hermandad, junto con la aportación económica de la referida señora, habían encargado a uno de los talleres de bordados más prestigiosos que existían en la capital andaluza desde mediados del siglo XIX, el de las hermanas Antúnez, Josefa y Ana.

[3]De realce, que ofrecen mucho relieve debido a un relleno de cartulina o de algodón en rama (o de estopa con cera, en la Edad Media) que se interpone. De aplicación o de sobrepuesto, que se borda fuera de la pieza y posteriormente se cose sobre ella.

[4] Publicado en el Boletín dela Hermandad y en mi blog: lospapelesviejodejuan.

Manto de Gloria de Nuestra Señora de la Soledad de Castilleja de la Cuesta. Siglos XVIII-XIX
Fotografía procedente de: Periodistacofrade.blogs.spot 
Autor: Fernando Domínguez Gómez.

Manto de Gloria de Nuestra Señora de la Soledad de Castilleja de la Cuesta. Siglos XVIII-XIX
Fotografía procedente de: Periodistacofrade.blogs.spot 
Autor: Fernando Domínguez Gómez.

Manto de Gloria de Nuestra Señora de la Soledad de Castilleja de la Cuesta.
Fotografía procedente de: Periodistacofrade.blogs.spot 
Autor: Fernando Domínguez Gómez.

Manto de Gloria de Nuestra Señora de la Soledad de Castilleja de la Cuesta. Siglos XVIII-XIX
Fotografía. Francisco Javier Tovar Florencio.

Manto de Gloria de Nuestra Señora de la Soledad de Castilleja de la Cuesta. Siglos XVIII-XIX
Fotografía. Francisco Javier Tovar Florencio.

Manto del siglo XVIII. Propiedad particular.
Véase la cenefa geométrica y tallos característicos de esta centuria, similares a la del manto de Nuestra Señora de la Soledad de Castilleja de la Cuesta.

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