miércoles, 7 de octubre de 2020

DOCUMENTADA LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE LA PARROQUIA DE SANTIAGO DE CASTILLEJA DE LA CUESTA (Sevilla)


MIGUEL ADÁN Y AGUSTÍN DE COLMENARES, AUTORES DE LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE LA PARROQUIA DE SANTIAGO DE CASTILLEJA DE LA CUESTA (1583-1584).
Juan Prieto Gordillo
Historiador de la Hermandad Sacramental de Santiago.
Profesor de la Universidad de Huelva y de la UPO de Sevilla


Pocos eran hasta estos instantes los datos conocidos en relación a la autoría de la imagen de Nuestra Señora del Rosario, ubicada en la iglesia parroquial de Santiago Apóstol de Castilleja de la Cuesta (Sevilla); tras meras atribuciones que la relacionaban con el escultor Miguel Adán, nuevos documentos confirman definitivamente su realización a favor del mencionado Adán, en colaboración con su contemporáneo, el pintor de imágenes Agustín de Colmenares.

Miguel Adán, discípulo de Juan Bautista Vázquez el Viejo, fue un escultor y retablista español de los siglos XVI y XVII, nacido en Pinto, Madrid en 1532. A las documentadas obras de San Juan Evangelista, del convento Madre de Dios de Sevilla, Nuestra Señora del Rosario de Palomares del Río (Sevilla), y el retablo de San Juan Bautista del desaparecido convento de las Dueñas, expuesto en el Museo de Bellas Artes de Sevilla; a partir de este artículo, y con la colaboración del pintor Colmenares, se suma a su catálogo, la imagen de Nuestra Señora del Rosario de la parroquia de Santiago Apóstol de Castilleja de la Cuesta (Sevilla).

Sería en el transcurso del año 1583, cuando el escultor Miguel Adán, realizaría la Virgen del Rosario, tras el acuerdo firmado con Francisco Miguel, el prioste de la cofradía de Nuestra Señora del Rosario de la villa de Castilleja de la Cuesta, “que es del señorío del conde de Olivares”; seguidamente, el día 29 de diciembre del mismo, Agustín de Colmenares, pintor de imaginería, concertaba también con el mencionado Miguel, un contrato por el que se obligaba a realizar un retablo, el estofado y brocados muy finos de la vestimenta de la imagen titular, así como el dorado de una corona y unas parihuelas donde iría ubicada la imagen, todo ello para finales del mes de abril del año siguiente de 1584, por el precio de 85 ducados[1].

Años más tarde, se volvería a hacer mención a los hechos anteriormente citados, en un nuevo documento, en esta ocasión en una de las clausulas del testamento del mencionado Colmenares, realizado en 1586; de hecho, en uno de sus apartados, declaraba que Francisco Miguel, vecino de Castilleja de la Cuesta, hubo concertado el dorado de dicho retablo para la iglesia de la villa; tras la ratificación de varios pagos firmados, y como nota curiosa, se confirmaba que uno de los pagos fue efectuado en caldos vinícolas, “excepto de 30 arrobas de vino que me dio a cuenta de los 80 ducados a medio ducado la arroba”, cuestión esta última no notificada ni dado conocimiento en lugar alguno[2].

Tras la ubicación en su retablo, en una de las naves del templo santiaguista, la devoción adquirida hacia la misma por los vecinos de la villa, y en especial por los miembros de la hermandad de la Santa Vera Cruz, que por aquel entonces ya residía en el mismo templo, y quienes le rendían culto,  hicieron que Nuestra Señora del Rosario, pasase a ocupar el camarín central del retablo mayor, durante los siglos XVII, XVII, XIX, y hasta mediados del XX en que volvería a un retablo colateral. Se debe recordar, cómo el altar mayor fue propiedad de la hermandad crucera desde entonces, hasta la fusión llevada a cabo con la hermandad de la Soledad y Santo Entierro en 1795, …tener en su capilla a Nuestra Señora del Rosario que es el altar y capilla de dicha Hermandad Sacramental y Vera Cruz.[3]

Dicha devoción hacia la Virgen del Rosario se vería reflejada en uno de los primeros inventarios realizados por la parroquia en el año 1591 en el que se recogieron los siguientes bienes: Ítem, una corona grande de plata de nuestra Señora; ítem, otra corona de plata del Niño Jesús; ítem, otra corona de plata del Niño que dicen dio la mujer de Vicente Orcuchez. Además, gracias a este inventario, y a pesar de tener sus vestimentas talladas, se tiene conocimiento del rico ajuar de hábitos que poseyó la imagen[4],

Vestidos de la imagen.

Una saya de terciopelo negro labrada; ítem. un rostrillo de tafetán negro con sus guillas delo mismo u un jubón de tafetán negro picado; ítem. un manto de lustre viejo. Una saya de raso amarillo guarnecido de terciopelo azul. Un delantal de raso blanco con tres frisos de brocado y sus botones de terciopelo azul. Un rostrillo de tafetán azul con una frinsa de lo mismo. Un delantal de tafetán azul de borlillo de fondo gris de alquimia dorada e plateada. Una saya de raso blanco con tres ribetes de felpa. Un jubón de raso amarillo viejo con cenefilla de plata. Otro jubón de raso blanco viejo. Un manto de tafetán blanco viejo guarnecido con franja pequeña de oro. Una ropilla de terciopelo azul para el Niño Jesús, con una franjilla de oro vieja. Otra ropilla de tafetán azul de borlillo. Tres camisas del Niño Jesús, la una labrada de seda negra y las otras dos de blanco. Dos camisas de Nuestra Señora sin cuellos. Una saya de raso blanco con dos franjas de terciopelo negro.
Una delantera de tafetán blanco con tres frisos de raso encarnado. Una ropilla de tafetán blanca vieja. Una ropilla del Niño Jesús con su franja de oro con ocho botones de oro engastados.


[1] AHPS, Protocolos Notariales, Ofº 20; LÓPEZ MARTÍNEZ, Celestino, Desde Jerónimo Hernández hasta Martínez Montañés, Sevilla 1929, p.168.
[2] Ibid. LÓPEZ MARTÍNEZ, Celestino, Desde Jerónimo Hernández…, o. cit, p.169.
[3] APO, Sección Castilleja de la Cuesta, leg. 110, s/f. PRIETO GORDILLO, Juan. La Hermandad de la Plaza de Castilleja de la Cuesta (1370-2000), Castilleja de la Cuesta, 1999, p.88.
[4] AGAS, Sección Hermandades-Pueblos, leg. 524, s/f. PRIETO GORDILLO, Juan, La Hermandad… o.cit., pp.87-88.


ILUSTRACIONES. 
Autor: Francisco Javier Tovar Florencio.










3 comentarios:

  1. Hola, Juan. Me permito anotar aquí unos apuntes sobre este tema:
    (29-12-1583).— agustín de colmenares* otorgo que soy conbenido con francisco miguel prioste de la cofradia de nra señora del rrosario de la billa de castilleja de la cuesta ques del señorio del conde de oliuares en tal manera que me obligo de hazer para la dha cofradia un rretablo para en fin del mes de abril de 1584 en precio de 85 ducados —tiene de yr dorado y estofado de telas y brocados muy finos y en particular la ymagen de nra señora y tengo de dorar una corona y unas pariguelas para donde uaya la ymagen. (Oficio 20).

    declaro que francisco miguel vzo de castilleja de la cuesta se conserto conmigo de me pagar ochenta ducados por el dorado de lo añedido de un rretablo de la yglesia de la dha uilla y para en quenta me a pagado siertas pagas de las quales les tengo dados conocimientos firmados de mi nombre eceto de 30 arrobas de bino que me dio a cuenta de los 80 ducados a medio ducado el arroba de que no le tengo dado conocimiento.

    * Pintor de imaginería, vecino de Sevilla en San Vicente "en la calle que dicen del abece (así se llamaron las actuales de Cepeda y el trozo de la de Bailén desde San Pedro Mártir hasta Alfonso XII), natural de León, casado allí por primera vez con la leonesa Magdalena de Castro, sin hijos. Casado por segunda vez con Catalina de Vargas, que vivia cuando él, enfermo, otorgó testamento el 4 de febrero de 1588 (ver declaración ut supra). Recibió en dote de Catalina 140 ducados, ante el escribano de Sevilla Juan Bernal de Heredia. Sus padres fueron Cristóbal de Colmenares y María Alfonso, vecinos de León. El pintor vivió allí hasta su madurez. Declara en su testamento que tiene dos hijas bastardas, María y Francisca. La casa donde vive es arrendada a los beneficiados de la iglesia de la Magdalena por su vida y la de un heredero, por tanto nombra a Ana de Colmenares, su hija legítima, para que durante su vida goze de las dichas casas, a condición de tener consigo y en su compañía a Catalina de Vargas su mujer, madre de ella, sin que pague por ello, y si la dicha Catalina quisiere vivir de por sí, que la hija sea obligada a pagarle un aposento cada mes durante el tiempo que viviere, con declaración de que si se tornare a casar, pierda el derecho a las dichas casas. Ana tiene 9 años, y los otros dos hijos legítimos, Antonio de Colmenares y Cristóbal de Colmenares, ocho y dos y medio respectivamente. A Ana dejó 100 ducados para ayuda a su casamiento Gabriel Luis, vecino de Sevilla, al fallecer, y el pintor los guarda y manda que se empleen en renta perpetua hasta que Ana tome estado y luego se los entreguen. Nombra a su mujer tutora y curadora de de los tres hijos legítimos con ella. Herederos, sus tres hijos legítimos. Albaceas, Benito de Montedoy, batidor de panes de oro, y el bachiller Hernán Pérez, cura de San Vicente.

    En cuanto a Francisco Miguel, decirte que se casó con Marina de Vega, cuya hermana Magdalena estaba casada a su vez con Bernardo de Oliver, de oficio espadero, el primer Oliver que se estableció en Castilleja, llegado a ella hacia 1558 desterrado de Sevilla. Sobre Francisco Miguel tengo algo publicado en mi blog, y espero publicar mucho más que de él he encontrado en el Archivo Provincial. Saludos cordiales.
    https://castillejadelacuesta-antonio.blogspot.com/search?q=Francisco+Miguel

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