jueves, 8 de julio de 2021

LOS CAMPANILLEROS DE SANTIAGO DE CASTILLEJA DE LA CUESTA

SOBRE LOS CAMPANILLEROS DE LAS FIESTAS PATRONALES DE SANTIAGO DE CASTILLEJA DE LA CUESTA. TRADICIÓN Y PATRIMONIO CULTURAL.
Juan Prieto Gordillo.
Profesor de las Universidades de Huelva y Pablo de Olavide de Sevilla.

Historiador de la Hermandad.


Sirva como homenaje a todos aquellos componentes del coro de Campanilleros de Castilleja de la Cuesta que durante más de tres siglos, y aún en la actualidad, nos han deleitado con sus coplas tanto en nuestro pueblo como en parte de la geografía española.

Es sabido que la orden de los dominicos, allá por el siglo XVII, incorporó y difundió la costumbre de acompañar los rezos y misterios del Rosario de la Aurora con los cantos austeros y medidos de “la Campanilla”.

Aunque es solo una hipótesis, ¿quién sabe si tuvo algo que ver con la introducción en Castilleja de la Cuesta de esta tradición, la Congregación de Dominicas que se instaló en 1626 en nuestro pueblo? Lo cierto es que la hermandad de Santiago de la Plaza viene celebrando el Rosario de la Aurora por el día del Patrón de Castilleja, Santiago Apóstol, desde tiempos a los que no alcanza nuestra memoria.
Esta bonita tradición de acompañar los Rosarios de la Aurora con coplas interpretadas  por un coro de campanilleros, ha quedado relegada – en forma de reducto-  a tan solo un puñado de pueblos  de las sierras de Huelva, Córdoba o Málaga, tales como Aracena, Benamejí, Priego, Ronda y pocos más.  En estas zonas de la geografía andaluza son más conocidos como coros “Auroros”.

Es muy importante que todos sepamos que el coro de la hermandad de Santiago de Castilleja de la Cuesta mantiene la pureza original de estas coplas, que en siglos pasados se cantaban por casi todos los pueblos de Andalucía y también por otras zonas de España. Hablamos de composiciones muy rígidas, de cinco versos y con una métrica en cada uno de ellos muy determinada, que no puede ser alterada sea cual sea la copla o el motivo al que hace alusión: Ánimas, Pasión, Aurora, etc.

Desgraciadamente, este respeto a la tradición no se da en otros coros y pueblos, en los que o bien han desaparecido o se han transformado en “pseudo coros rocieros”- con todos nuestros respetos hacia ellos- que interpretan por Navidad canciones de corte rumbera o baladas a las que llaman villancicos. Se hacen llamar coros de campanilleros; evidentemente no lo son, ni las canciones que estos coros interpretan  -ni de lejos- tienen que ver con la auténtica copia de campanilla tradicional que interpreta nuestro coro.

Somos conscientes que en estos tiempos que corren, mantener con pureza tradiciones tan antiguas es muy difícil, y aún más que estas calen en las generaciones más jóvenes. Pero existen los sentimientos. Si un niño desde su más tierna infancia escucha, año tras año, cantar al coro de la Plaza de Castilleja el día del Patrón, de la mano de su padre en esa oscura calidez de la madrugada del Rosario, apostados muy cerca  de la puerta de la parroquia, oye al coro de hombres cantar “Vamos todos al Santo Rosario”, “Ya se abrieron las puertas del templo”; sin saberlo, se está impregnando de una sabiduría y forma de cultura y sentimiento que de forma tan sencilla se ha transmitido de generación en generación durante siglos en nuestro pueblo, y él también querrá ser campanillero. Esto es lo que nos ha pasado a tantos jóvenes de la hermandad de Santiago Apóstol de Castilleja de la Cuesta. 

¿Hay acaso en Castilleja de la Cuesta, una tradición más pura y rica en el tiempo que el coro de campanilleros de la hermandad de Santiago de La Plaza?

Deberíamos sentir por el coro de campanilleros  el orgullo de saber que  no hay en toda la provincia de Sevilla un coro de campanillas que haya sabido mantener la tradición como lo ha hecho el nuestro, aunque ahora empiecen a copiarnos. Debemos ser conscientes de la riqueza que representa este coro para la hermandad de la Plaza, tanto desde el punto de vista de Patrimonio Cultural, como de conservadores de la tradición Cristiana.

Cada año es maravilloso ver cómo en muchas calles la gente al oír las campanillas les esperan con las puertas abiertas; o acompañarles en el Santo Rosario por Santiago, o durante sus cánticos a las Ánimas en la misa por los difuntos. Somos afortunados porque esto solo puede ser en la hermandad de Santiago de la Plaza de Castilleja de la Cuesta, y se debe conservar como sea, siendo esa una de las mayores responsabilidades”.
Antonio Luque Camino.

Hemeroteca Campanillera.

A continuación ofrezco noticias aparecidas en diversos diarios en los que se mencionan algunas de las actuaciones del Coro de Campanilleros de Castilleja de la Cuesta por la geografía hispana.

Nuestra campanilla tenía tal reconocimiento que era llamada para actuar en actos a los cuales se pretendía dar prestigio. En este caso la pretensión se justifica por la asistencia de la realeza.
El Correo de Andalucía (6-6-1924): A las nueve de la mañana llegan al templo la infanta doña Luisa. Acompañadas de las infantas doña Isabel Alfonsa, doña Mercedes y doña María Teresa… para asistir a la función principal en honor de la Virgen del Rocío…
A dicha hora, y ante numerosísimos fieles…los campanilleros de Castilleja cantaron sus típicas coplas durante la celebración de la misa.

Nuestra Campanilla iba a la romería del Rocío en carreta, y tenía preparadas coplas para la Virgen del Rocío.
La UNIÓN (10-6-1924): Detrás de la carreta de Triana desfilan las numerosas carretas de sus alegres romeros; una de ellas la ocupan los campanilleros de Castilleja; el público pide que canten y se hace el silencio. Suenan  las campanillas y la tonada pastoril. “Madre mía del Rocío, el día de tu santo vienen a saludar, Hermandades de todos los pueblos, Tú con alegría las recibirás. Viva del Rocío la Blanca Paloma, Virgen Celestial.”

El periódico El Noticiero Sevillano destaca la importancia de nuestro coro por encima de otras organizaciones acompañantes. Causábamos una extraordinaria animación.
EL NOTICIERO SEVILLANO (29-6-1924): el Rosario de San Juan de la Palma.
“Anoche, había una extraordinaria expectación para presenciar la salida de los campanilleros de Castilleja de la Cuesta que han hecho traer los organizadores de la Velada de San Juan para llevarlos a su tradicional Rosario de la Aurora. Formaban la procesión la cruz del Rosario, coro de campanilleros de Castilleja de la Cuesta, fieles con faroles…”

La Campanilla en San Lorenzo del Escorial (1951).
En el año de 1951, el coro de campanilleros de Santiago de Castilleja de la Cuesta, participaría en los actos que se relabraban en honor de la patrona, la Virgen de Gracia, de la localidad de San Lorenzo del Escorial de Madrid. Dicho evento fue recogido por el semanario “La Veleta” de 15 de septiembre, expresando en sus páginas lo vivido durante el pregón y la romería en un extenso artículo del que se extraen las menciones al coro de Santiago de Castilleja de la Cuesta: “ Una imponente y merecidísima ovación final cerró las palabras de Cobos, y seguidamente, ante gran expectación, los campanilleros andaluces de Castilleja de la Cuesta, venidos expresamente a nuestra romería, cosecharon los primeros aplausos en el acto de presentación. En él tuvieron la delicadeza y el detalle de cantar con su música y acompañamiento, coplas adaptadas especialmente para nuestra devoción”. 
Salvador Naranjo González-Pola.



Sobre el origen de la composición musical “Pasan los Campanilleros”
En el programa de Canal Sur Radio El Llamador (3 de diciembre de 2006), intervino el actual director de la banda Sinfónica Municipal de Sevilla, D. Francisco Javier Gutiérrez, con el fin de exponer el contexto histórico bajo el que surgió la marcha Pasan los Campanilleros, compuesta por el maestro Manuel López Farfán en 1924, durante su residencia en Castilleja de la Cuesta. Jugaron un papel primordial, en este sentido, Heraclio Rodríguez Oliver y Leopoldo Rodríguez López, por aquellas fechas miembro y director del Coro de Campanilleros Nuestra Señora de la Soledad respectivamente. Pues bien, ahora Francisco Javier Gutiérrez, en un nuevo y meritorio alarde investigador, ha conseguido reconstruir la versión original para banda y coro de tan célebre marcha, la cual ha sido incluida  en el último trabajo discográfico de la Banda Municipal titulado Versión Original.

Grabaciones realizadas por el Coro de Campanilleros Nuestra Señora de la Soledad de Castilleja de la Cuesta.
. En el teatro Lope de Vega (1959), un disco con las coplas del Rosario de la Aurora.
. Una cinta por obtener el Primer Premio (1980) en el concurso de la Asociación de belenistas.
. En el convento de las Irlandesas (1981), un disco para el Banco de Bilbao, bajo la dirección del escritor Antonio Burgos, titulado Pastores y Campanilla.
. En Madrid (1988), parte de uno de los dos discos titulados Músicas Andaluzas de la Semana Santa, dirigido por el escritor y flamencólogo José Luis Ortiz Nuevo.
. En 1999 un disco con la Casa Pasarela.




Composiciones interpretadas por Los Campanilleros durante el Rosario de la Aurora, el mes de Noviembre y la Navidad.

Vamos todos al Santo Rosario,                           Estas coplas que vamos cantando,
que de la Parroquia sale con fervor,                    son para la Virgen como una oración,
rezaremos los cinco misterios,                             que llevan en medio nuestro corazón,
al divino verbo de la Encarnación,                      y sea su olor,
vamos a rezar,                                                      por aquella Soledad divina,
una salve a la Virgen María,                                la Rosa más pura,
divina pastora en su Soledad.                              la más linda flor.


Ya se abrieron las puertas del Templo,                Cuando estaba la Virgen María,
y nuestro Rosario comienza a salir,                      sola en su aposento,
todos rezan a la Virgen bella,                               haciendo oración,
que está dolorida en su camarín,                          por la puerta apareció un Ángel,
ella viene aquí,                                                     vestido de blanco parecía un sol,
en el pecho la llevan sus hijos,                             y la saludó,
y Soledad al verlos sonríe feliz.                           o que Reina tan esclarecida,
                                                                             por madre del verbo,
                                                                             la ha escogido Dios.

En la cima del monte Calvario,                             En el suelo se crió una rosa,
entre negras nubes brillaba una cruz,                     la más olorosa que a Belén llegó,
a sus pies con el Santo Sudario,                            que se llama María de Gracia,
esperaba María un rayo de luz,                              y por eso Dios,
luz que era su hijo Jesús,                                        puso en Ella su Real Custodia,
Sol radiante que alumbraba cielo,                          que alumbra la gloria,
y tierra y esparció con su sangre,                           más clara que el Sol.
amor caridad y virtud.

Madre mía de la Soledad,                                     Santiago, parroquia sagrada,
nunca se nos borra tu coronación,                         que en ella se encierra,
al ponerte sobre tu cabeza,                                    prendas de valor,
joya tan grandiosa que nunca se vio,                    San Francisco, San José bendito,
es mucho el fervor,                                               y Nuestra Señora Madre de la O,
que tus hijos estaban presentes,                            prendas de humildad,
todos lloran juntos,                                               Nuestro Padre Jesús de los Remedios,
con gran emoción.                                                Y Nuestra Señora de la Soledad.

En el cielo se alquilan balcones,                            Un Domingo al alba en La Plaza,
para un casamiento que se va a hacer,                   repican campanas de Resurrección,
que se casa la Virgen María,                                  bajo el arco, carreta de plata,
con el Patriarca Señor San José,                            cantos a la Virgen con gran devoción,
que se va a hacer,                                                  ¡de rojo color, de rojo color!,
que se casa la Virgen María,                                  es la vuelta de La Plaza,
con el Patriarca Señor San José.                            los de Santiago, único patrón.

domingo, 2 de mayo de 2021

 

DATOS SOBRE LA FESTIVIDAD DE LA SANTA VERA CRUZ EN CASTILLEJA DE LA CUESTA. (Sevilla) AÑO 1778.



Juan Prieto Gordillo

Profesor de las  Universidades de Huelva y Pablo de Olavide de Sevilla.

Hoy quiero compartir con vosotros algunos fragmentos que publiqué en su día en mi obra, La villa de Castilleja de la Cuesta. Historia Social, publicada en el año 2011. 

En esta, y correspondiente al apartado de Actos Festivos celebrados en la localidad, durante el siglo XVIII, hice mención junto a otras, de la festividad que se llevaba a cabo en Castilleja de la Cuesta el día 2 de mayo en las vísperas de la festividad  de la Santa Cruz. 

Para ello publiqué una escritura correspondiente al año de 1778,  en la que se hacía mención al  acto tradicional  celebrado por parte de los vecinos del lugar, que consistía en la colocación de  ramos de flores en las ventanas de sus casas durante esa noche. Este hecho propiciaría en más de una ocasión enfrentamientos violentos, al ser sustraídos éstos por jóvenes del pueblo, de sus correspondientes lugares. 

Sería precisamente el mencionado año, y motivado por algunos sucesos acaecidos entre éstos, el último en que se celebraría esta costumbre al ser suspendida por las autoridades de la Villa: “...que se publique por edictos, mediante no haber pregonero, para que en ningún vecino ponga ramos a las Puertas y Ventanas de las casas particulares en la Noche de la Cruz, ni en otras festividades del año, con apercibimiento de que se castigará severamente al que contraviniere con ello...”[1].







Cristo de la Santa Vera Cruz de Santiago.
Finales siglo XIV inicios del XV.














[1] Prieto Gordillo, J.,  La villa de Castilleja de la Cuesta. Historia Social, Castilleja de la Cuesta, 2011. Ed. Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta, pp.216-219. A.M.C.C., Sección Justicia, Legajo 125, s/f.

viernes, 15 de enero de 2021

INSTANTÁNEAS SOBRE LA VISITA DE RITA HAYWORTH A LA CIUDAD DE HUELVA EN 1952.

 LA ACTRIZ RITA HAYWORTH EN HUELVA. AÑO 1952.

https://www.facebook.com/lascarasdehuelva.diegolopa/photos/hoy-os-cuento-la-c%C3%A9lebre-visita-de-rita-hayworth-a-huelva-invitada-por-miguel-ba/585702794931741

Visita de la actriz Rita Hayworth a la casa de Miguel Báez Litri en la calle Rico en la ciudad de Huelva.
El azulejo de Nuestra Señora de la Cinta se sigue conservando en la actualidad. Foto. Diego Lopa.

Nueva instantánea en el interior de la vivienda del Maestro Litri.


Instantánea sobre la capea a la que asistió la actriz en la finca La Ruiza, propiedad de             Miguel Báez Litri.             



 Miguel Báez Espuny, el Litri, protagoniza una de las ilustraciones junto a la actriz Rita Hayworth en un tentadero de Huelva en 1952. El Litri recordó la estancia de España de la actriz, a la que llevó a su finca onubense. La recordó como “una persona bajita, simpática y agradable y, ante todo, una mujer extraordinaria”, dijo durante una exposición de la agencia Efe en España. “Le di la alternativa en broma. Nos hicimos una fotografía. Luego dije: ‘¡Que toree Rita!’”, añadió.

https://www.vanitatis.elconfidencial.com/famosos/2018-10-17/rita-hayworth-centenario-familiares-sevilla-castilleja_1631141/





sábado, 24 de octubre de 2020

Pincelada histórica para la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario de la localidad sevillana de Bormujos.(I)

Una nueva pincela para el lienzo histórico de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario de la localidad sevillana de Bormujos.

Juan Prieto Gordillo

Prof. Universidades UPO y UHU.

 

 Gracias a un nuevo inventario parroquial realizado en el año 1781 (1), localizado en el AGAS, podemos dar alguna información sobre la imagen de Nuestra Señora del Rosario de la localidad de Bormujos (Sevilla).

En esta ocasión haremos más extensivo dicho inventario con la aportación de algunos bienes, tras la renovación del templo parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación, que recogidos entonces, siguen existiendo en la parroquia en la actualidad.

La primera información ofrecida está relacionada con el cuadro titulado: El árbol de Jessé; mencionado en el inventario como, “uno con la efigie del árbol de David dado por el dicho Don José de Mier, de fina pintura”; junto a esta pieza pictórica se enumeran otras cuatro sin ningún dato mencionado más. Hasta estos instantes no poseemos información alguna sobre el mencionado señor Mier, cuestión que esperamos ir desvelando en futuras investigaciones.

Según Manuel Luque Posada, restaurador de la obra en el año 2011, la realización de esta pintura podría estar datada de mediados del siglo XVIII.

Continuando con los bienes recogidos, a continuación son mencionados el retablo y la imagen de la Virgen del Rosario, residente en el templo parroquial desde la fundación de su hermandad en el siglo XVII. La cita dice así: “. Y en la iglesia nueva, un altar de Nuestra Señora del Rosario de madera, pintado y encarnado y verde con un señor crucificado al fin del altar. Y la Señora tiene un vestido de raso encarnado con punta de plata falsa, con Niño Jesús vestido de lo propio y un rosario engarzado en plata con cuentas encarnadas, y así mismo, un velo de raso pajizo y blanco”.

A continuación, son citados algunos objetos de platería relacionados con la mencionada imagen y el Niño Jesús que porta en sus brazos: “. Y una corona de plata que sirve a Nuestra Señora del Rosario y así mismo la corona del Niño. Y tres potencias de plata que tiene el Niño Jesús”. Respecto a la mencionada corona de plata, esta pieza, posiblemente correspondería a la realizada por el maestro platero, Juan Ruiz, natural de Sevilla, cuya estética correspondería al gusto artístico de mediados del siglo XVIII, conocido como Rococó, de ahí la decoración de rocallas que presenta dicha pieza al igual que las potencias del Niño.

Se concluye el inventario, con la enumeración de otra corona de plata, en esta ocasión relacionada con la imagen de Nuestra Señora de las Nieves, que por mayor seguridad se guardaba en el templo de la Encarnación, mientras la talla de la virgen, seguía residiendo en la ermita del Señor Santo Domingo de Silos, donde fue erigida su hermandad, conocida popularmente como Santo Domingo de Repudio, muy posiblemente hasta la finalización de la invasión francesa en que sería ubicada finalmente en el templo parroquial de la localidad. El hecho de ser mencionado con la toponimia de Repudio, estuvo relacionada con el arroyo que transcurría cercano a la ubicación del edificio.

Finalmente cito la reseña que sobre dicho arroyo, realiza el intelectual y político, Pascual Madoz entre los años 1845-50, en su diccionario titulado, “Censo histórico de pueblos, ciudades, villas y aldeas de España. Datos económicos, artísticos y demográficos. Patrimonio histórico…”

Dice así, “…arroyo que nace en el térra, de Heliche, hoy jurisdicción  de Olivares, provincia de Sevilla, partido judicial de Sanlúcar la Mayor; baña los territorios de Olivares, Salieras, Espartinas, Bormujos, Almenciudadilla y Palomares, y se dirige por entre la puebla y Coria á buscar su desagüe en el Guadalquivir. Su caudal de agua, insignificante, y á veces nulo en el verano, se aumenta extraordinariamente en tiempo de grandes lluvias, haciéndose temible su paso…”

Documentación localizada en el AGAS de Sevilla en la sección de Hermandades. Leg. 11153-A Secc. III.


                                           Lienzo titulado, El Árbol de Jessé. Siglo XVIII. 

                                                       Restaurado por el profesor Manuel Luque Posadas en 2011.


                                                Imagen de Nuestra Señora del Rosario.

                                         Porta corona labrada por el maestro platero Juan Ruiz a mediados del siglo XVIII.


miércoles, 7 de octubre de 2020

Muestras de devoción para Nuestra Señora del Rosario de Bormujos (Sevilla) (I)

Juan Prieto Gordillo
Profesor Universidad de Huelva 
Historiador


Gracias a fuentes documentales, como la que mostramos a continuación, se reafirma la devoción que durante casi sus cuatrocientos años de existencia tuvo Nuestra Señora del Rosario, y digo reafirmar, porque si una cosa está lo suficientemente claro en Bormujos, y en las poblaciones cercanas, es el cariño y devoción que sus vecinos siempre procesaron hacia la bendita imagen del Rosario.

Devoción plasmada durante siglos, a través de donaciones realizadas por personas, de muy distinta condición social, a las que todo les parecía poco, incluso a la hora de sus cercanos fallecimientos, para ofrecerle a la Señora. Así, se han recogido documentos tan dispares como  la entrega de un potro, para que con su venta se le realizase un retablo a la imagen, la donación de una aranzada de viña, ofrecimientos de misas, así como una gran diversidad de vestimentas y de bienes muebles para la capilla de la Señora, etc.

En esta ocasión ofrecemos un documento relativo a finales del siglo XVII. Corría el año 1699, cuando el vecino y hermano de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario de Bormujos, Gaspar Gaviño,  regalaba un potro de su yeguada, para, una vez vendido por valor de 300 reales de vellón, se destinasen como ayuda de un nuevo retablo que se le venía tallando a la imagen titular de la Corporación. 

En el citado documento, se cita literalmente lo siguiente: "Un retablo por estar dicha imagen y la del Cristo de la santa Vera Cruz Crucificado en su altar sin la debida decencia y adorno, mando un potro nacido de mis yeguas para que con su valor se aplique a ello; de estar finalizado el retablo, o se hiciere un estandarte, o para un cuadro para la capilla de Nuestra Señora del Rosario o para adornarla".

AGAS, leg.12.969, s/f.



Fotografía: Fernando Villapol


Fotografía: Arte Sacro

DOCUMENTADA LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE LA PARROQUIA DE SANTIAGO DE CASTILLEJA DE LA CUESTA (Sevilla)


MIGUEL ADÁN Y AGUSTÍN DE COLMENARES, AUTORES DE LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE LA PARROQUIA DE SANTIAGO DE CASTILLEJA DE LA CUESTA (1583-1584).
Juan Prieto Gordillo
Historiador de la Hermandad Sacramental de Santiago.
Profesor de la Universidad de Huelva y de la UPO de Sevilla


Pocos eran hasta estos instantes los datos conocidos en relación a la autoría de la imagen de Nuestra Señora del Rosario, ubicada en la iglesia parroquial de Santiago Apóstol de Castilleja de la Cuesta (Sevilla); tras meras atribuciones que la relacionaban con el escultor Miguel Adán, nuevos documentos confirman definitivamente su realización a favor del mencionado Adán, en colaboración con su contemporáneo, el pintor de imágenes Agustín de Colmenares.

Miguel Adán, discípulo de Juan Bautista Vázquez el Viejo, fue un escultor y retablista español de los siglos XVI y XVII, nacido en Pinto, Madrid en 1532. A las documentadas obras de San Juan Evangelista, del convento Madre de Dios de Sevilla, Nuestra Señora del Rosario de Palomares del Río (Sevilla), y el retablo de San Juan Bautista del desaparecido convento de las Dueñas, expuesto en el Museo de Bellas Artes de Sevilla; a partir de este artículo, y con la colaboración del pintor Colmenares, se suma a su catálogo, la imagen de Nuestra Señora del Rosario de la parroquia de Santiago Apóstol de Castilleja de la Cuesta (Sevilla).

Sería en el transcurso del año 1583, cuando el escultor Miguel Adán, realizaría la Virgen del Rosario, tras el acuerdo firmado con Francisco Miguel, el prioste de la cofradía de Nuestra Señora del Rosario de la villa de Castilleja de la Cuesta, “que es del señorío del conde de Olivares”; seguidamente, el día 29 de diciembre del mismo, Agustín de Colmenares, pintor de imaginería, concertaba también con el mencionado Miguel, un contrato por el que se obligaba a realizar un retablo, el estofado y brocados muy finos de la vestimenta de la imagen titular, así como el dorado de una corona y unas parihuelas donde iría ubicada la imagen, todo ello para finales del mes de abril del año siguiente de 1584, por el precio de 85 ducados[1].

Años más tarde, se volvería a hacer mención a los hechos anteriormente citados, en un nuevo documento, en esta ocasión en una de las clausulas del testamento del mencionado Colmenares, realizado en 1586; de hecho, en uno de sus apartados, declaraba que Francisco Miguel, vecino de Castilleja de la Cuesta, hubo concertado el dorado de dicho retablo para la iglesia de la villa; tras la ratificación de varios pagos firmados, y como nota curiosa, se confirmaba que uno de los pagos fue efectuado en caldos vinícolas, “excepto de 30 arrobas de vino que me dio a cuenta de los 80 ducados a medio ducado la arroba”, cuestión esta última no notificada ni dado conocimiento en lugar alguno[2].

Tras la ubicación en su retablo, en una de las naves del templo santiaguista, la devoción adquirida hacia la misma por los vecinos de la villa, y en especial por los miembros de la hermandad de la Santa Vera Cruz, que por aquel entonces ya residía en el mismo templo, y quienes le rendían culto,  hicieron que Nuestra Señora del Rosario, pasase a ocupar el camarín central del retablo mayor, durante los siglos XVII, XVII, XIX, y hasta mediados del XX en que volvería a un retablo colateral. Se debe recordar, cómo el altar mayor fue propiedad de la hermandad crucera desde entonces, hasta la fusión llevada a cabo con la hermandad de la Soledad y Santo Entierro en 1795, …tener en su capilla a Nuestra Señora del Rosario que es el altar y capilla de dicha Hermandad Sacramental y Vera Cruz.[3]

Dicha devoción hacia la Virgen del Rosario se vería reflejada en uno de los primeros inventarios realizados por la parroquia en el año 1591 en el que se recogieron los siguientes bienes: Ítem, una corona grande de plata de nuestra Señora; ítem, otra corona de plata del Niño Jesús; ítem, otra corona de plata del Niño que dicen dio la mujer de Vicente Orcuchez. Además, gracias a este inventario, y a pesar de tener sus vestimentas talladas, se tiene conocimiento del rico ajuar de hábitos que poseyó la imagen[4],

Vestidos de la imagen.

Una saya de terciopelo negro labrada; ítem. un rostrillo de tafetán negro con sus guillas delo mismo u un jubón de tafetán negro picado; ítem. un manto de lustre viejo. Una saya de raso amarillo guarnecido de terciopelo azul. Un delantal de raso blanco con tres frisos de brocado y sus botones de terciopelo azul. Un rostrillo de tafetán azul con una frinsa de lo mismo. Un delantal de tafetán azul de borlillo de fondo gris de alquimia dorada e plateada. Una saya de raso blanco con tres ribetes de felpa. Un jubón de raso amarillo viejo con cenefilla de plata. Otro jubón de raso blanco viejo. Un manto de tafetán blanco viejo guarnecido con franja pequeña de oro. Una ropilla de terciopelo azul para el Niño Jesús, con una franjilla de oro vieja. Otra ropilla de tafetán azul de borlillo. Tres camisas del Niño Jesús, la una labrada de seda negra y las otras dos de blanco. Dos camisas de Nuestra Señora sin cuellos. Una saya de raso blanco con dos franjas de terciopelo negro.
Una delantera de tafetán blanco con tres frisos de raso encarnado. Una ropilla de tafetán blanca vieja. Una ropilla del Niño Jesús con su franja de oro con ocho botones de oro engastados.


[1] AHPS, Protocolos Notariales, Ofº 20; LÓPEZ MARTÍNEZ, Celestino, Desde Jerónimo Hernández hasta Martínez Montañés, Sevilla 1929, p.168.
[2] Ibid. LÓPEZ MARTÍNEZ, Celestino, Desde Jerónimo Hernández…, o. cit, p.169.
[3] APO, Sección Castilleja de la Cuesta, leg. 110, s/f. PRIETO GORDILLO, Juan. La Hermandad de la Plaza de Castilleja de la Cuesta (1370-2000), Castilleja de la Cuesta, 1999, p.88.
[4] AGAS, Sección Hermandades-Pueblos, leg. 524, s/f. PRIETO GORDILLO, Juan, La Hermandad… o.cit., pp.87-88.


ILUSTRACIONES. 
Autor: Francisco Javier Tovar Florencio.










viernes, 2 de octubre de 2020

AÑO 1802, SE INICIAN LOS PRIMEROS TRÁMITES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA CAPILLA PROPIA PARA NUESTRO PADRES JESÚS DEL GRAN PODER, EL SEÑOR DE SEVILLA, EN LA PLAZUELA DE SAN LORENZO.
Juan Prieto Gordillo
Doctor en Historia del Arte
Profesor Universidad de Huelva

(Artículo publicado en el Anuario de 2017 de la Hermandad del Gran Poder de Sevilla)

   En el mes de julio de 1802[1], se celebraba Cabildo General en la hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, en la parroquia de San Lorenzo Mártir de la ciudad de Sevilla, presidido por el hermano mayor el señor don Manuel Díaz de Benjumea, gran benefactor e impulsor de algunos proyectos llevados a cabo durante su mandato (1800-1814). En esta ocasión, se debatía un solo punto, la adquisición de dos solares, uno ubicado en la “Plazuela de San Lorenzo”, junto a la parroquia, propiedad del Hospital Amor de Dios, para la construcción de una nueva capilla para sus imágenes titulares, “con entrada al templo”; y la adquisición de otro edificio, en esta ocasión en la calle Calderería, también de San Lorenzo, y propiedad igualmente de dicho hospital, para la construcción de la casa del capiller. Para ambas cuestiones, era necesario que la corporación se hiciese cargo de los pagos correspondientes, incluidos los tributos perpetuos de los citados inmuebles.

   Los motivos que se argumentaron para ambas cuestiones, remitidos tras su posterior aprobación en Cabildo al señor Arzobispo don Luis de Borbón y Villabriga, fueron los siguientes; para la construcción de una nueva capilla, “…el piadoso fin de hacer una hermosa capilla a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder con entrada al templo, mediante lo estrecho de la actual, y siendo en el día muy frecuentada por los fieles, por los ejercicios continuos, misas diarias, y particularmente las que todas las fiestas se dicen, de media en media hora, a toque de campana resultándole al público un beneficio que no tenía y a todos los feligreses la seguridad de cumplir con el precepto, sin incomodidad, mira la Hermandad con mucho sentimiento lo pequeño del sitio, y que pueda atender a la numerosa concurrencia y mediten el santo sacrificio sin sofocarse unos con otros, se ve la necesidad de hacer que se celebre en el Altar Mayor de la iglesia, privándose de su primera intención que fuere del Señor”.

   A continuación, se advertía la necesidad de construir otro inmueble, en esta ocasión para el capiller para que cuidase y administrase todo lo relativo al nuevo recinto religioso, tal y como se recogía en otro escrito fechado el día 11 de agosto de 1802[2] “…aunque se labre la capilla, siempre es forzoso hacer una casa parroquial para el capiller que cuida de ella, cuya finca, aunque fuese muy chica, en todo caso puede cubrir la cantidad, agregando a mayor abundamiento los bienes y alhajas de dicha Hermandad”.
 “Sobre el estado en que se hallaba la pretensión de tomar a tributo perpetuo el solar que está en la misma Plazuela de San Lorenzo, junto a la parroquia, propio del Hospital Amor de Dios, pues, aunque se labre la capilla, siempre es forzoso hacer una casa parroquial para el capiller que cuida de ella, cuya finca, aunque fuese muy chica, en todo caso puede cubrir la cantidad, agregando a mayor abundamiento los bienes y alhajas de dicha Hermandad. Sevilla, 11 de agosto de 1802”.

   A partir de ese instante, la futura construcción de una capilla para los titulares de la Corporación, se convertiría en otro intento de alzar capilla propia a una imagen devocional hispalense, al margen de parroquias, edificios conventuales y hospitales. (Servitas 1712, Carretería desde mediados del siglo XVIII, y aunque con cierta dependencia del convento de San Pablo, la de Ntra. Sra. de la Antigua, Siete Dolores y Compasión en 1710).
   Tras su aprobación en el mencionado Cabildo, el día 14 de agosto de dicho año, los acuerdos tomados fueron remitidos al administrador del Hospital Amor de Dios, el señor don Francisco Martín Chávez, con la idea de iniciar los trámites para la adquisición de ambas propiedades, y establecer los tributos que sobre las mismas se establecerían por la Obra Pía del mencionado hospicio[3]. Tras su estudio y posterior aceptación, se obligaba a la hermandad a incluir una nueva cláusula para hacer frente a los mencionados tributos, debiéndose hipotecar ambas fincas antes de pasar definitivamente a su propiedad, todo ello sin que afectase, “… a Memoria, Capellanía, u otra Obra Pía de su Administración”; además, debiendo ser de su cuenta, todos los costos que ello ocasionaren, entregando finalmente la copia de la escritura al hospital, con la que acreditar su propiedad.

   Tres días después, el 17 de agosto era remitido un decreto, firmado por el señor Arzobispo, en el que se informaba  a la hermandad de lo siguiente, “En atención a lo que resulta del anterior informe del Administrador, y precediendo los reconocimientos y aprecios indispensables, propugna la Hermandad los medios o condiciones con los que la refrenda, se allana al recibir el enunciado solar propio del Hospital Amor de Dios, las que remitirá a nuestras manos por la Secretaría de Cámara, el Administrador de dicho Hospital con el informe que tenga por conveniente. Así lo decretó y firmó el Ilustre Señor Arzobispo”.

Aprecio de los inmuebles
   Para el aprecio de ambos solares, a efecto de medirlo, deslindarlo y tasarlo, fueron designados dos maestros alarifes; por parte de la hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder a Manuel Talabán[4],  Alcalde del gremio y maestro de distintas propiedades; y por el hospital, por su administrador el señor Martín Chávez, prebendado a su vez, de la Santa Iglesia Patriarcal de Sevilla, a Santiago de Llosa[5], Maestro Mayor de las fábricas de la iglesia de esta ciudad y arzobispado, y de las del hospital de Amor de Dios.

   Antes de iniciarse las tareas reseñadas con anterioridad, medidas, deslindes y aprecios, respecto al solar que se destinaría para capilla, se consultó un libro que poseía el hospital, donde se registraban todos los números de su “pertenencia apeados”; tras observarse algunas irregularidades respecto a ciertas medidas del edificio en cuestión, las labores de tasación se ejecutaron finalmente, el día 9 de noviembre del mismo año, “Con la presencia del libro de este solar y habiéndolo cotejado la razón del libro, no contesta en todo el largo del dicho solar, pues todo tiene 32 tercias de longitud, y si contesta en la extensión de su fachada que es de 26 varas, de latitud, y así mismo, contesta en la figura de sus guarderas, en todos los resaltos y ángulos entrantes y salientes que tiene hasta el dicho largo 32 varas y tercia…”.

   Las medidas y la descripción del solar, cotejadas por ambas entidades, fueron las siguientes: área total de la superficie formada por 736 varas cuadradas incluidas las medianías y la cerca de su fachada, recogiéndose también; “…un cuarto que tiene bajo en su recinto con una ventana con reja de hierro a la calle, y un pozo de vara y tercia de diámetro…”. Continuando con la descripción, y respecto a su ubicación en relación a los edificios colindantes, su fachada principal daba a la Plazuela de San Lorenzo, por la derecha con la iglesia y un solar de la Hermandad del Santísimo, y por su izquierda con casas del Hospital de Amor de Dios. Tasado el inmueble, le correspondería un tributo anual de 274 reales de vellón.

   A continuación, se tomaron las medidas de un solar yermo, ubicado al final del mismo  inmueble, “sin división ni señal”, con la idea de añadirlo al mismo, pero que en esta ocasión no acreditaba pertenecer a propietario alguno, con un área de doscientas diez varas, incluidas las partes de sus medianías, [6]“…y habiéndolo medido las paredes de sus cercas, que son de tapias, y dándole a cada cosa  el valor que le corresponde según el estado que en el día de hoy tienen, debe ganar a tributo perpetuo 59 reales de vellón anuales, cuyas partidas unidas componen 323 reales de vellón, los mismos que anualmente debe ganar el denominado solar, según y en los término que se haya…”.

   Respecto a la segunda propiedad, ubicada en la calle de la Calderería, también en la collación de San Lorenzo, que se destinaría para la casa del capiller, y perteneciente igualmente al  referido hospital, “su arca superficial”, tras las labores ejecutadas por ambos maestros, alcanzó la cifra de doscientas cuarenta varas, incluidas las paredes de sus cercas, “Y en cuanto se nos ofrece declarar, en fuerza de conocimiento, medición, y aprecio que hemos hecho, el que hemos practicado bien y fielmente, a nuestro entender, sin perjuicio de partes, y por ser verdad lo firmamos de conformidad en esta dicha ciudad a 20 de agosto de 1802”.
              Manuel Talabán                                                      Santiago de la Llosa.

   Finalizadas las mediciones y fijados los correspondientes tributos, la respuesta no se haría esperar por parte de los diputados de la hermandad del Gran Poder. Apoyada por los informes realizados por los maestros, Talabán y Llosa, se remitía un documento acreditativo al señor arzobispo de Sevilla, en el que se recogían todas las cuestiones reseñadas con anterioridad, entre los que se encontraba la aceptación del tributo establecido de 323 reales anuales; además, se debería hipotecar dicho solar con lo que certificar el cobro de las mencionadas cargas; para la seguridad de su cobro se ofrecían de fianza 198 reales que la hermandad cobraba anualmente de arrendamiento a don Fernando Manuel de Bobadilla, de unas casas  de su propiedad, “que hace 18 o 20 años que se labró”, en la calle que nombraban la Calderería de San Lorenzo. Respecto al resto del tributo, 140 reales, lo afianzarían con la capilla que se labrase para el capiller, que, aunque pequeña, podría cubrir la cantidad hipotecada, adjuntándose si fuese necesario, bienes y alhajas de la misma.[7]
 “Ilustrísimo Señor Arzobispo.
    El Hermano Mayor, Oficiales y demás Diputados de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder…, con el debido respeto a V- S. Ilustrísima, dicen que habiendo dado cuenta en cabildo General, el Mayordomo Don Manuel Benjumea, del estado en que se hallaba la pretensión de tomar a tributo el solar que está en la Plazuela, junto a la parroquia, propuso del Hospital Amor de Dios, de esta ciudad, y estar evacuados por peritos los aprecios por ambas partes, con arreglo al Decreto de V.S. Ilustrísima, lo que faltaba en la proposición que la hermandad  debía hacer con hipoteca a el saneamiento del tributo”.
   Meses después, el día 9 de noviembre, era recibida en las dependencias de la corporación una misiva de la secretaría del arzobispado, en la que se ponían en duda algunas de las medidas tomadas para cubrir los mencionadas cargas o tributos[8]:
 “En cuanto a la fianza de los 198 reales que se ofrecen, no se me ofrece reparo alguno, reconociendo, los títulos; pero si es la casa que se ha de labrar para el capiller, esta no parece regular se embargue, ni menos se fuese a lanzar de ella a dicho capiller para arrendarla por cuenta del Hospital, y si son los bienes raíces, y no pudiéndose tomar razón en los libros de hipotecas, dispondrán de ellos, a su arbitrio; en vista de todo lo cual V.S.I., determinará lo que tenga por conveniente.  Sevilla 9 de noviembre de 1802”. 

   En definitiva, fue esa la fianza presentada por la hermandad del Gran Poder al señor arzobispo y al hospital Amor de Dios para el saneamiento del tributo, aseverando que la corporación, según el estado de bonanza por el que atravesaba, podría responder a todo, gracias a la devoción general que todo el pueblo tenía al Señor, sin motivo alguno para su decaimiento; solicitando se le otorgase por parte del hospital la correspondiente escritura con las fianzas propuestas, haciéndose cargo la hermandad de los gastos ocasionados durante le realización de las mismas.

   Finalmente, la venta del solar requerido para la nueva capilla, quedaría fijada en la cantidad de 10.880 reales de vellón con un tributo de 315 reales al año, según la Real Orden para la enajenación de fincas de Obras Pías.

   Con anterioridad hemos hecho mención a la futura capilla, respecto a la importancia de ser uno de los primeros recintos religiosos en el que se darían culto a imágenes pertenecientes a una hermandad de penitencia, al margen de parroquias o conventos; pues bien, de sumo interés es igualmente la cita, en que la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder es mencionada como, el Señor, en relación a la creciente devoción que seguía adquiriendo[9], “…muy frecuentada por los fieles, por los ejercicios continuos, misas diarias, y particularmente las que todas las fiestas se dicen, de media en media hora… y en todo tiempo, porque no es de esperar se extinga la devoción general que todo el pueblo tiene al Señor, antes si, debe prosperar…”

   Lamentablemente, el señor Benjumea nunca vería realizado uno de sus mayores sueños, la construcción de capilla propia para las imágenes titulares de la hermandad del Gran Poder, de la que fue Hermano Mayor en el periodo comprendido entre el mes de marzo de 1800 en que toma posesión del cargo, sustituyendo a Severino Ruiz como Alcalde Mayor, hasta el día 20 de febrero de 1814 en que se produce su fallecimiento, “en su casa de morada”, sita en la collación del Sagrario; siendo enterrado por aquel entonces en la capilla de la Hermandad del Gran Poder, actual del Dulce Nombre, en la parroquia de San Lorenzo[10], “En lunes, veinte y uno de febrero del mil ochocientos y catorce: el Clero de la Iglesia del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral de esta ciudad, vino con el cuerpo difunto de don Manuel de Benjumea, marido de doña Isabel de Muela, para darle sepultura en esta Iglesia Parroquial de San Lorenzo de Sevilla, cantó la misa de cuerpo presente don Francisco Sánchez”.

   Como recuerdo a tan ilustre hermano, se labró una lápida conmemorativa, que se colocaría sobre el sitio de su enterramiento, delante del altar mayor que por aquel entonces presidía la imagen de Jesús del Gran Poder, lugar donde aún se conserva hoy día, a pesar de las reformas realizadas en el recinto religioso en varias ocasiones, como las efectuadas en el año 1818, en las que se reformaron los retablos y se enlosó la capilla “sin perjuicio de las lápidas de los difuntos[11].

   Una semana después, en cabildo celebrado a 27 de febrero, era designado Alcalde Mayor, su hijo don Manuel Benjumea “atendiendo a los muchos méritos del difunto”, aprobado por todos los hermanos que se hallaron presentes[12]. El resto de cargos fueron ocupados por las personalidades siguientes: don Domingo Martínez de Tejada, Alcalde Segundo, don Bernardo Villegas, Prioste Primero; don Manuel Macillas, Censor Primero; don José Martínez, Mayordomo; y como Diputados, don Juan y don Francisco Martínez. Ejerció como escribano, don Antonio Argote de Molina[13].

   Al faltar las mencionadas actas capitulares, comprendidas entre los años 1801-1814, no se han podido conocer cuáles fueron los motivos o las circunstancias por los que no se llevaron a cabo por aquel entonces ambas construcciones, tanto de la capilla como de la casa para el capiller, convirtiéndose en meras hipótesis la no realización de las mismas.

   Siglo y medio después, en el mismo lugar de entonces, “en la misma Plazuela de San Lorenzo, junto a la parroquia…”, se levantaría la actual Basílica Menor de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder proyectada por los maestros arquitectos Alberto Balbontín de Orta y Antonio Delgado y Roig en 1965.





                   Plano del Intendente Pablo de Olavide realizado en 1771 en el que se puede 
                  observar la ubicación de la Plaza de San Lorenzo y el solar que se destinaría 
                   para la futura capilla en 1802.




Basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Alberto Balbontín de Orta y Antonio Delgado y Roig,1965. Construida en el mismo espacio en el que se pensó en 1802.



[1] Consultadas la Actas Capitulares de la Corporación, (Libro de Actas de 27 de noviembre de 1796 a 25 de abril de 1824), hemos detectado que faltan las comprendidas entre el Cabildo celebrado el día 25 de abril de 1802 hasta el celebrado el día 18 de abril de 1810.
[2] AGAS, Sección III Justicia, leg. 10001
[3] AGAS, Sección III Justicia, leg.10001
[4] Pocos son los datos que se conocen sobre la personalidad del maestro alarife Manuel Talabán. Fue hijo de Antonio Talabán, maestro de obras de la Real casa de la Moneda, del convento de Madre de Dios y examinador y alcalde alarife del gremio; en varias ocasiones actuaría como fiador de diversos arrendamientos que realiza su hijo Manuel. Aparece también como apreciador y tasador de casas. En 1789 aparece viviendo en la calle del Agua, collación del Sagrario. También aparece como maestro de obras de albañilería. A finales del siglo XVIII aparece asociado en diversas ocasiones con el maestro Santiago de la Llosa para tasar y precias diversas viviendas de la ciudad de Sevilla.
Véase, OLLERO LOBATO, Francisco, FUENTES PARA LA HISTORIA DEL ARTE ANDALUZ. NOTICIAS DE ARQUITECTURA (1761-1780), Sevilla, 1994.
[5] A finales del siglo XVIII, Santiago de Llosa aparecerá en diversas ocasiones nombrado por el Hospital del Amor de Dios como apreciador de diversas propiedades. En 1794 el Hospital del Amor de Dios le otorga en arrendamiento una casa en la calle Gallinas en la collación de San Vicente., durante dieciséis meses. En 1800, Santiago de la Llosa y Agustín Trujillo, maestros de albañilería y carpintería de la dignidad, de 50 a 54 años de edad, aceptaron el nombramiento del provisor y vicario general para reconocer y apreciar unas casas en la calle gallegos propias de la capellanía que fundó en la colegial del Salvador Jacinto Valdés.p.759
Véase, ROS GONZÁLEZ, Francisco Sabas, FUENTES PARA LA HISTORIA DEL ARTE ANDALUZ. NOTICIAS DE ESCULTURA (1781-1800), Sevilla, 1999.
[6] AGAS, Sección III Justicia, leg. 10001
[7] Ibidem.
[8] Ibidem.
[9] AGAS, Sección III Justicia, leg.10001
[10] Archivo Parroquial de San Lorenzo de Sevilla. Libro N.º 17 de Defunciones. fol.54-v
[11](A)rchivo (H)ermandad del (G)ran (P)oder de (S)evilla, Libro de actas N.º 5. Año 1815, fol.68
[12]A.H.G.P.S, Libro de actas N.º 5. Año 1814, fol.37-v
[13] Ibidem.