viernes, 2 de octubre de 2020

AÑO 1802, SE INICIAN LOS PRIMEROS TRÁMITES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA CAPILLA PROPIA PARA NUESTRO PADRES JESÚS DEL GRAN PODER, EL SEÑOR DE SEVILLA, EN LA PLAZUELA DE SAN LORENZO.
Juan Prieto Gordillo
Doctor en Historia del Arte
Profesor Universidad de Huelva

(Artículo publicado en el Anuario de 2017 de la Hermandad del Gran Poder de Sevilla)

   En el mes de julio de 1802[1], se celebraba Cabildo General en la hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, en la parroquia de San Lorenzo Mártir de la ciudad de Sevilla, presidido por el hermano mayor el señor don Manuel Díaz de Benjumea, gran benefactor e impulsor de algunos proyectos llevados a cabo durante su mandato (1800-1814). En esta ocasión, se debatía un solo punto, la adquisición de dos solares, uno ubicado en la “Plazuela de San Lorenzo”, junto a la parroquia, propiedad del Hospital Amor de Dios, para la construcción de una nueva capilla para sus imágenes titulares, “con entrada al templo”; y la adquisición de otro edificio, en esta ocasión en la calle Calderería, también de San Lorenzo, y propiedad igualmente de dicho hospital, para la construcción de la casa del capiller. Para ambas cuestiones, era necesario que la corporación se hiciese cargo de los pagos correspondientes, incluidos los tributos perpetuos de los citados inmuebles.

   Los motivos que se argumentaron para ambas cuestiones, remitidos tras su posterior aprobación en Cabildo al señor Arzobispo don Luis de Borbón y Villabriga, fueron los siguientes; para la construcción de una nueva capilla, “…el piadoso fin de hacer una hermosa capilla a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder con entrada al templo, mediante lo estrecho de la actual, y siendo en el día muy frecuentada por los fieles, por los ejercicios continuos, misas diarias, y particularmente las que todas las fiestas se dicen, de media en media hora, a toque de campana resultándole al público un beneficio que no tenía y a todos los feligreses la seguridad de cumplir con el precepto, sin incomodidad, mira la Hermandad con mucho sentimiento lo pequeño del sitio, y que pueda atender a la numerosa concurrencia y mediten el santo sacrificio sin sofocarse unos con otros, se ve la necesidad de hacer que se celebre en el Altar Mayor de la iglesia, privándose de su primera intención que fuere del Señor”.

   A continuación, se advertía la necesidad de construir otro inmueble, en esta ocasión para el capiller para que cuidase y administrase todo lo relativo al nuevo recinto religioso, tal y como se recogía en otro escrito fechado el día 11 de agosto de 1802[2] “…aunque se labre la capilla, siempre es forzoso hacer una casa parroquial para el capiller que cuida de ella, cuya finca, aunque fuese muy chica, en todo caso puede cubrir la cantidad, agregando a mayor abundamiento los bienes y alhajas de dicha Hermandad”.
 “Sobre el estado en que se hallaba la pretensión de tomar a tributo perpetuo el solar que está en la misma Plazuela de San Lorenzo, junto a la parroquia, propio del Hospital Amor de Dios, pues, aunque se labre la capilla, siempre es forzoso hacer una casa parroquial para el capiller que cuida de ella, cuya finca, aunque fuese muy chica, en todo caso puede cubrir la cantidad, agregando a mayor abundamiento los bienes y alhajas de dicha Hermandad. Sevilla, 11 de agosto de 1802”.

   A partir de ese instante, la futura construcción de una capilla para los titulares de la Corporación, se convertiría en otro intento de alzar capilla propia a una imagen devocional hispalense, al margen de parroquias, edificios conventuales y hospitales. (Servitas 1712, Carretería desde mediados del siglo XVIII, y aunque con cierta dependencia del convento de San Pablo, la de Ntra. Sra. de la Antigua, Siete Dolores y Compasión en 1710).
   Tras su aprobación en el mencionado Cabildo, el día 14 de agosto de dicho año, los acuerdos tomados fueron remitidos al administrador del Hospital Amor de Dios, el señor don Francisco Martín Chávez, con la idea de iniciar los trámites para la adquisición de ambas propiedades, y establecer los tributos que sobre las mismas se establecerían por la Obra Pía del mencionado hospicio[3]. Tras su estudio y posterior aceptación, se obligaba a la hermandad a incluir una nueva cláusula para hacer frente a los mencionados tributos, debiéndose hipotecar ambas fincas antes de pasar definitivamente a su propiedad, todo ello sin que afectase, “… a Memoria, Capellanía, u otra Obra Pía de su Administración”; además, debiendo ser de su cuenta, todos los costos que ello ocasionaren, entregando finalmente la copia de la escritura al hospital, con la que acreditar su propiedad.

   Tres días después, el 17 de agosto era remitido un decreto, firmado por el señor Arzobispo, en el que se informaba  a la hermandad de lo siguiente, “En atención a lo que resulta del anterior informe del Administrador, y precediendo los reconocimientos y aprecios indispensables, propugna la Hermandad los medios o condiciones con los que la refrenda, se allana al recibir el enunciado solar propio del Hospital Amor de Dios, las que remitirá a nuestras manos por la Secretaría de Cámara, el Administrador de dicho Hospital con el informe que tenga por conveniente. Así lo decretó y firmó el Ilustre Señor Arzobispo”.

Aprecio de los inmuebles
   Para el aprecio de ambos solares, a efecto de medirlo, deslindarlo y tasarlo, fueron designados dos maestros alarifes; por parte de la hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder a Manuel Talabán[4],  Alcalde del gremio y maestro de distintas propiedades; y por el hospital, por su administrador el señor Martín Chávez, prebendado a su vez, de la Santa Iglesia Patriarcal de Sevilla, a Santiago de Llosa[5], Maestro Mayor de las fábricas de la iglesia de esta ciudad y arzobispado, y de las del hospital de Amor de Dios.

   Antes de iniciarse las tareas reseñadas con anterioridad, medidas, deslindes y aprecios, respecto al solar que se destinaría para capilla, se consultó un libro que poseía el hospital, donde se registraban todos los números de su “pertenencia apeados”; tras observarse algunas irregularidades respecto a ciertas medidas del edificio en cuestión, las labores de tasación se ejecutaron finalmente, el día 9 de noviembre del mismo año, “Con la presencia del libro de este solar y habiéndolo cotejado la razón del libro, no contesta en todo el largo del dicho solar, pues todo tiene 32 tercias de longitud, y si contesta en la extensión de su fachada que es de 26 varas, de latitud, y así mismo, contesta en la figura de sus guarderas, en todos los resaltos y ángulos entrantes y salientes que tiene hasta el dicho largo 32 varas y tercia…”.

   Las medidas y la descripción del solar, cotejadas por ambas entidades, fueron las siguientes: área total de la superficie formada por 736 varas cuadradas incluidas las medianías y la cerca de su fachada, recogiéndose también; “…un cuarto que tiene bajo en su recinto con una ventana con reja de hierro a la calle, y un pozo de vara y tercia de diámetro…”. Continuando con la descripción, y respecto a su ubicación en relación a los edificios colindantes, su fachada principal daba a la Plazuela de San Lorenzo, por la derecha con la iglesia y un solar de la Hermandad del Santísimo, y por su izquierda con casas del Hospital de Amor de Dios. Tasado el inmueble, le correspondería un tributo anual de 274 reales de vellón.

   A continuación, se tomaron las medidas de un solar yermo, ubicado al final del mismo  inmueble, “sin división ni señal”, con la idea de añadirlo al mismo, pero que en esta ocasión no acreditaba pertenecer a propietario alguno, con un área de doscientas diez varas, incluidas las partes de sus medianías, [6]“…y habiéndolo medido las paredes de sus cercas, que son de tapias, y dándole a cada cosa  el valor que le corresponde según el estado que en el día de hoy tienen, debe ganar a tributo perpetuo 59 reales de vellón anuales, cuyas partidas unidas componen 323 reales de vellón, los mismos que anualmente debe ganar el denominado solar, según y en los término que se haya…”.

   Respecto a la segunda propiedad, ubicada en la calle de la Calderería, también en la collación de San Lorenzo, que se destinaría para la casa del capiller, y perteneciente igualmente al  referido hospital, “su arca superficial”, tras las labores ejecutadas por ambos maestros, alcanzó la cifra de doscientas cuarenta varas, incluidas las paredes de sus cercas, “Y en cuanto se nos ofrece declarar, en fuerza de conocimiento, medición, y aprecio que hemos hecho, el que hemos practicado bien y fielmente, a nuestro entender, sin perjuicio de partes, y por ser verdad lo firmamos de conformidad en esta dicha ciudad a 20 de agosto de 1802”.
              Manuel Talabán                                                      Santiago de la Llosa.

   Finalizadas las mediciones y fijados los correspondientes tributos, la respuesta no se haría esperar por parte de los diputados de la hermandad del Gran Poder. Apoyada por los informes realizados por los maestros, Talabán y Llosa, se remitía un documento acreditativo al señor arzobispo de Sevilla, en el que se recogían todas las cuestiones reseñadas con anterioridad, entre los que se encontraba la aceptación del tributo establecido de 323 reales anuales; además, se debería hipotecar dicho solar con lo que certificar el cobro de las mencionadas cargas; para la seguridad de su cobro se ofrecían de fianza 198 reales que la hermandad cobraba anualmente de arrendamiento a don Fernando Manuel de Bobadilla, de unas casas  de su propiedad, “que hace 18 o 20 años que se labró”, en la calle que nombraban la Calderería de San Lorenzo. Respecto al resto del tributo, 140 reales, lo afianzarían con la capilla que se labrase para el capiller, que, aunque pequeña, podría cubrir la cantidad hipotecada, adjuntándose si fuese necesario, bienes y alhajas de la misma.[7]
 “Ilustrísimo Señor Arzobispo.
    El Hermano Mayor, Oficiales y demás Diputados de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder…, con el debido respeto a V- S. Ilustrísima, dicen que habiendo dado cuenta en cabildo General, el Mayordomo Don Manuel Benjumea, del estado en que se hallaba la pretensión de tomar a tributo el solar que está en la Plazuela, junto a la parroquia, propuso del Hospital Amor de Dios, de esta ciudad, y estar evacuados por peritos los aprecios por ambas partes, con arreglo al Decreto de V.S. Ilustrísima, lo que faltaba en la proposición que la hermandad  debía hacer con hipoteca a el saneamiento del tributo”.
   Meses después, el día 9 de noviembre, era recibida en las dependencias de la corporación una misiva de la secretaría del arzobispado, en la que se ponían en duda algunas de las medidas tomadas para cubrir los mencionadas cargas o tributos[8]:
 “En cuanto a la fianza de los 198 reales que se ofrecen, no se me ofrece reparo alguno, reconociendo, los títulos; pero si es la casa que se ha de labrar para el capiller, esta no parece regular se embargue, ni menos se fuese a lanzar de ella a dicho capiller para arrendarla por cuenta del Hospital, y si son los bienes raíces, y no pudiéndose tomar razón en los libros de hipotecas, dispondrán de ellos, a su arbitrio; en vista de todo lo cual V.S.I., determinará lo que tenga por conveniente.  Sevilla 9 de noviembre de 1802”. 

   En definitiva, fue esa la fianza presentada por la hermandad del Gran Poder al señor arzobispo y al hospital Amor de Dios para el saneamiento del tributo, aseverando que la corporación, según el estado de bonanza por el que atravesaba, podría responder a todo, gracias a la devoción general que todo el pueblo tenía al Señor, sin motivo alguno para su decaimiento; solicitando se le otorgase por parte del hospital la correspondiente escritura con las fianzas propuestas, haciéndose cargo la hermandad de los gastos ocasionados durante le realización de las mismas.

   Finalmente, la venta del solar requerido para la nueva capilla, quedaría fijada en la cantidad de 10.880 reales de vellón con un tributo de 315 reales al año, según la Real Orden para la enajenación de fincas de Obras Pías.

   Con anterioridad hemos hecho mención a la futura capilla, respecto a la importancia de ser uno de los primeros recintos religiosos en el que se darían culto a imágenes pertenecientes a una hermandad de penitencia, al margen de parroquias o conventos; pues bien, de sumo interés es igualmente la cita, en que la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder es mencionada como, el Señor, en relación a la creciente devoción que seguía adquiriendo[9], “…muy frecuentada por los fieles, por los ejercicios continuos, misas diarias, y particularmente las que todas las fiestas se dicen, de media en media hora… y en todo tiempo, porque no es de esperar se extinga la devoción general que todo el pueblo tiene al Señor, antes si, debe prosperar…”

   Lamentablemente, el señor Benjumea nunca vería realizado uno de sus mayores sueños, la construcción de capilla propia para las imágenes titulares de la hermandad del Gran Poder, de la que fue Hermano Mayor en el periodo comprendido entre el mes de marzo de 1800 en que toma posesión del cargo, sustituyendo a Severino Ruiz como Alcalde Mayor, hasta el día 20 de febrero de 1814 en que se produce su fallecimiento, “en su casa de morada”, sita en la collación del Sagrario; siendo enterrado por aquel entonces en la capilla de la Hermandad del Gran Poder, actual del Dulce Nombre, en la parroquia de San Lorenzo[10], “En lunes, veinte y uno de febrero del mil ochocientos y catorce: el Clero de la Iglesia del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral de esta ciudad, vino con el cuerpo difunto de don Manuel de Benjumea, marido de doña Isabel de Muela, para darle sepultura en esta Iglesia Parroquial de San Lorenzo de Sevilla, cantó la misa de cuerpo presente don Francisco Sánchez”.

   Como recuerdo a tan ilustre hermano, se labró una lápida conmemorativa, que se colocaría sobre el sitio de su enterramiento, delante del altar mayor que por aquel entonces presidía la imagen de Jesús del Gran Poder, lugar donde aún se conserva hoy día, a pesar de las reformas realizadas en el recinto religioso en varias ocasiones, como las efectuadas en el año 1818, en las que se reformaron los retablos y se enlosó la capilla “sin perjuicio de las lápidas de los difuntos[11].

   Una semana después, en cabildo celebrado a 27 de febrero, era designado Alcalde Mayor, su hijo don Manuel Benjumea “atendiendo a los muchos méritos del difunto”, aprobado por todos los hermanos que se hallaron presentes[12]. El resto de cargos fueron ocupados por las personalidades siguientes: don Domingo Martínez de Tejada, Alcalde Segundo, don Bernardo Villegas, Prioste Primero; don Manuel Macillas, Censor Primero; don José Martínez, Mayordomo; y como Diputados, don Juan y don Francisco Martínez. Ejerció como escribano, don Antonio Argote de Molina[13].

   Al faltar las mencionadas actas capitulares, comprendidas entre los años 1801-1814, no se han podido conocer cuáles fueron los motivos o las circunstancias por los que no se llevaron a cabo por aquel entonces ambas construcciones, tanto de la capilla como de la casa para el capiller, convirtiéndose en meras hipótesis la no realización de las mismas.

   Siglo y medio después, en el mismo lugar de entonces, “en la misma Plazuela de San Lorenzo, junto a la parroquia…”, se levantaría la actual Basílica Menor de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder proyectada por los maestros arquitectos Alberto Balbontín de Orta y Antonio Delgado y Roig en 1965.





                   Plano del Intendente Pablo de Olavide realizado en 1771 en el que se puede 
                  observar la ubicación de la Plaza de San Lorenzo y el solar que se destinaría 
                   para la futura capilla en 1802.




Basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Alberto Balbontín de Orta y Antonio Delgado y Roig,1965. Construida en el mismo espacio en el que se pensó en 1802.



[1] Consultadas la Actas Capitulares de la Corporación, (Libro de Actas de 27 de noviembre de 1796 a 25 de abril de 1824), hemos detectado que faltan las comprendidas entre el Cabildo celebrado el día 25 de abril de 1802 hasta el celebrado el día 18 de abril de 1810.
[2] AGAS, Sección III Justicia, leg. 10001
[3] AGAS, Sección III Justicia, leg.10001
[4] Pocos son los datos que se conocen sobre la personalidad del maestro alarife Manuel Talabán. Fue hijo de Antonio Talabán, maestro de obras de la Real casa de la Moneda, del convento de Madre de Dios y examinador y alcalde alarife del gremio; en varias ocasiones actuaría como fiador de diversos arrendamientos que realiza su hijo Manuel. Aparece también como apreciador y tasador de casas. En 1789 aparece viviendo en la calle del Agua, collación del Sagrario. También aparece como maestro de obras de albañilería. A finales del siglo XVIII aparece asociado en diversas ocasiones con el maestro Santiago de la Llosa para tasar y precias diversas viviendas de la ciudad de Sevilla.
Véase, OLLERO LOBATO, Francisco, FUENTES PARA LA HISTORIA DEL ARTE ANDALUZ. NOTICIAS DE ARQUITECTURA (1761-1780), Sevilla, 1994.
[5] A finales del siglo XVIII, Santiago de Llosa aparecerá en diversas ocasiones nombrado por el Hospital del Amor de Dios como apreciador de diversas propiedades. En 1794 el Hospital del Amor de Dios le otorga en arrendamiento una casa en la calle Gallinas en la collación de San Vicente., durante dieciséis meses. En 1800, Santiago de la Llosa y Agustín Trujillo, maestros de albañilería y carpintería de la dignidad, de 50 a 54 años de edad, aceptaron el nombramiento del provisor y vicario general para reconocer y apreciar unas casas en la calle gallegos propias de la capellanía que fundó en la colegial del Salvador Jacinto Valdés.p.759
Véase, ROS GONZÁLEZ, Francisco Sabas, FUENTES PARA LA HISTORIA DEL ARTE ANDALUZ. NOTICIAS DE ESCULTURA (1781-1800), Sevilla, 1999.
[6] AGAS, Sección III Justicia, leg. 10001
[7] Ibidem.
[8] Ibidem.
[9] AGAS, Sección III Justicia, leg.10001
[10] Archivo Parroquial de San Lorenzo de Sevilla. Libro N.º 17 de Defunciones. fol.54-v
[11](A)rchivo (H)ermandad del (G)ran (P)oder de (S)evilla, Libro de actas N.º 5. Año 1815, fol.68
[12]A.H.G.P.S, Libro de actas N.º 5. Año 1814, fol.37-v
[13] Ibidem. 

miércoles, 9 de septiembre de 2020

DOCUMENTADA UNA NUEVA OBRA DEL TALLISTA JUAN BLANCO PAJARES: AUTOR DE LA MULA PARA LA CELEBRACIÓN DE LAS JORNADITAS DE LA HERMANDAD SACRAMENTAL DE SANTIAGO DE CASTILLEJA DE LA CUESTA (Sevilla)

JUAN BLANCO PAJARES, AUTOR DE LA MULA QUE ENCARGARÍA LA HERMANDAD SACRAMENTAL DE SANTIAGO APÓSTOL DE CASTILLEJA DE LA CUESTA (SEVILLA), PARA ACOMPAÑAR LOS ACTOS LITÚRGICOS DE LA NAVIDAD.

Juan Prieto Gordillo

Doctor en Historia del Arte

Archivero de la Sacramental de Santiago.

 

En el mes de marzo de 1898, nace en la calle Mártires de Don Benito (Badajoz) Juan Blanco Pajares. Hijo de Miguel y de María Juana, forma parte de una familia en extremo humilde, que llevan a Juan a realizar desde niño labores de pastoreo. Ya entonces, impulsado por su inclinación artística heredada por su abuelo materno, va realizando en barro toda clase de figuras que se le van ocurriendo, según veía, en toda manifestación que le va mostrando la naturaleza.

A raíz de su matrimonio en 1925, Juan Blanco decide marcharse a Madrid para matricularse en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, corriendo todo tipo de gastos por cuenta de su cuñada Juana, que poseía un gran capital. En la Corte va alternando sus estudios escultóricos y de imaginería en «Talleres de Arte», empresa regentada por un sacerdote en la que se formaban jóvenes promesas cuyas obras eran comerciadas por el religioso empresario. Es entonces cuando sus trabajos comienzan a ser reconocidos, apareciendo en la “Sección de Arte” de varios medios difusores escritos, siendo objeto de numerosas entrevistas periodísticas que desafortunadamente su familia ha extraviado.

En esta Escuela de Bellas Artes, nuestro artista calabazón recibe clases de escultura del profesor D. Julio Vicent Mengual; no obstante, nunca tomó parte de las clases de Mateo Inurria Lainosa, como hasta aquí se ha difundido en varios medios, aunque su familia nos cuenta que tenía excelentes relaciones con este famoso escultor cordobés que impartía clases de Modelado y Vaciado en el centro citado.

El hecho de haber defendido la II República en su localidad calabazona (Don Benito), a Blanco Pajares le acarreará dificultades socio-laborales. Es cuando decide en 1940 emigrar a Castilleja de la Cuesta, ciudad sevillana que, conociendo sus habilidades y siendo una región donde se cultiva toda clase de arte, le acoge con gran cariño. Allí comienza su gran tarea de escultura e imaginería que iba a ser distribuida por buena parte de España. Será por estos años cuando realice la mula para la Hermandad sacramental de Santiago Apóstol de Castilleja de la Cuesta (Sevilla). Dicha escultura forma parte de las escenas que se representan en el altar mayor de la parroquia decana de Santiago Apóstol de la localidad, durante la celebración en las navidades, de las denominadas Jornaditas.

En esta ciudad sevillana vivió de alquiler durante algunos años hasta que, con el tesón impuesto por su voluntad en el trabajo, reunió un moderado patrimonio que le permitió adquirir su propia vivienda, montar su taller y recibir algunos intereses bancarios.

Es también en esta localidad donde ideó una “artimaña” escultórica por entonces desconocida entre los artistas de por allí, llamada la «ampliación a compás». Consistía en el uso de un aparato de armadura metálica que sostenía una regla graduada terminada en punta con la que se marcaban todos los puntos en el modelo a realizar, y que apoyándose en dicha regla se utilizaba el compás y se ampliaba a tamaño deseado. Esta técnica, unida a sus cualidades, le dio fama entre los escultores sevillanos, que le encargaban abundantes y diversas obras. Hablamos de escultores (amigos suyos) como Antonio Illanes Rodríguez, Buiza, Antonio Castillo Lastrucci, etcétera. Algunas publicaciones afirman que Juan Blanco fue alumno de este último, aspecto que desmiente su familia. Ésta añade que los grandes pasos religiosos y esculturas de moderados volúmenes eran encargados a Juan Blanco, sólo que los firmaban los mismos artistas comisionados, a quienes se les atribuye, siendo confirmado, por tanto, lo que afirman ciertas publicaciones de que muchas de las obras escultóricas difundidas por España pertenecen a la gubia de nuestro artista calabazón, aunque hayan sido atribuidas a otros entalladores.

En abril de 1930 participa en la Exposición Iberoamericana de Sevilla, recibiendo, de manos de Alfonso XIII, una mención honorífica como Expositor en Bellas Artes en el pabellón de Extremadura, donde mostró sus esculturas, ornamentos y artes religiosos.

Aun con estas controversias en su vida artística, el artista de Don Benito realizó obras encargadas desde Sevilla; varios «Sagrados Corazones» para San Juan de Aznalfarache; diversas imágenes para la Cofradía de Ferroviarios de Mérida, que al menos en 1951 pertenecía a la RENFE ; también hizo obras para Albacete, Villanueva de la Serena, Madrid, Don Benito; la Patrona de Villacarrillo, la Virgen del Rosario (en la fotografía, existe una anotación del imaginero que expone que se encuentra sin niño), Virgen de los Dolores y el Jesús Nazareno; para Guadalcanal, Ginés, Aracena, Ávila; el encargo de Doña Concha Mármol en 1944; el Cristo de la Columna de Andújar; y un Sagrado Corazón para Valladolid que medía 4,60 metros de altura; y un sinfín de trabajos para otras muchas ciudades que su familia no recuerda, pero que requirieron en algunos años de su vida profesional la ayuda en su taller de hasta tres escultores más, junto a la de su hijo Juan Antonio.

Entre otras anécdotas, su familia cuenta que en una ocasión el industrial maderero que surtía al artista calabazón había descuidado el almacenamiento del preciado material. Siéndole muy preciso para un trabajo urgente, Blanco se enteró del inminente derribo de un ciprés en el Cementerio Municipal. De inmediato, gestionó con el Alcalde la compra del citado árbol y en poco más de dos días el ciprés se había convertido en tablones listos para la talla. Igualmente, cuenta el hijo, que a su padre le encantaba el teatro, la pintura en lienzo y también la tertulia con los amigos, a las que casi nunca faltaba hablando de su equipo favorito, el Real Betis Balompié. Casi siempre departía de su pueblo natal, de aquella «Escuela de Artes y Oficios», y sintiendo algo de morriña viajaba casi todos los años a Don Benito, Mérida y Villanueva de la Serena.

Juan Blanco Pajares dejó de trabajar en la escultura teniendo 80 años cumplidos y nos dejó el 20 de mayo de 1984 a los 86 años de edad (1).

1.      http://soledadvillacarrillo.blogspot.com/p/biografia.html






domingo, 6 de septiembre de 2020

LOCALIZADO UN NUEVO DOCUMENTO FECHADO EN 1883, SOBRE LA RENOVACIÓN DE LA PARROQUIA MATRIZ DE SANTIAGO DE CASTILLEJA DE LA CUESTA (Sevilla)

LOCALIZADO EN LAS DEPENDENCIAS DEL ARCHIVO ARZOBISPAL DE SEVILLA EL PERMISO CONCEDIDO PARA RENOVAR LA IGLESIA PARROQUIAL MATRIZ DE SANTIAGO APÓSTOL DE CASTILLEJA DE LA CUESTA, OBRAS EFECTUADAS ENTRE LOS AÑOS 1883-1884.

Juan Prieto Gordillo

Archivero de la Hermandad Sacramental de Santiago

La última gran reforma a la que fue sometida la iglesia matriz de Santiago de Castilleja de la Cuesta, cuya estructura arquitectónica neomudéjar es la que actualmente presenta, fue la realizada a finales del siglo XIX, siendo la totalidad de las obras costeadas por Nicolasa del Campo, marquesa de Loreto, en memoria de su esposo Pablo Capetillo. Comenzada el día 26 de junio de 1883 quedó finalizada el 25 de julio de 1884 festividad de Santiago Apóstol. Bajo el coro se ubica la cripta donde reposan los restos de ambos benefactores.

Con anterioridad a los mencionados trabajos tuvieron que pedirse los permisos correspondientes en las dependencias arzobispales hispalense. En la mencionada solicitud aparecían citadas las siguientes personalidades, el cura propio de la iglesia parroquial de Santiago de esta villa, la excelentísima señora marquesa de Loreto, el señor marqués de Morante, el Señor Alcalde Primero de la localidad, como mayores contribuyentes, y los Hermanos Mayores de la Hermandad Sacramental de la dicha parroquia. Dicho escrito, que he localizado recientemente en sus dependencias archivísticas, en la que no sorprende la fecha y prontitud de su resolución, ante el estado de ruina que presentaba el edificio, presentada tan solo seis días antes de los inicios de las obras, siendo fechado y registrado el día 20 de junio de 1883.

A continuación, y de forma literal se expone el documento en cuestión:

“El provisor Juez Eclesiástico, Vicario capitular sede vacante

El infrascripto cura propio de la iglesia parroquial de Santiago de esta villa, la Excelentísima Señora Marquesa de Loreto, el Señor marqués de Morante, el Señor Alcalde Primero del municipio, los mayores contribuyentes, los hermanos mayores de la Hermandad Sacramental de la dicha parroquia y vecinos, a Vuestra Señoría Ilustrísima, con todo respeto dicen:

Que teniendo proyectado restaurar la misma parroquia mencionada, apoyados en las limosnas del pueblo creyente, y necesitando la venia de V.S.I., les conceda dicha gracia para beneficio de la casa de Dios y bien de sus vecinos, los que quedan en el deber de pedir al altísimo Señor que la vida de Su Señoría Ilustrísima muchos años.

Castilleja de la Cuesta y junio 20 de 1883.

Miguel de Puya                                                    José María Lara

Emilio Ollegui                                                      Francisco Ortiz

Alcalde 1º Manuel Cansino                                  La Marquesa de Loreto

Manuel Oliver                                                       Juan Tovar

 

Sevilla 20 de junio de 1883

Concedemos la autorización que los señores exponentes solicitan; a condición de que las obras se ejecuten bajo la dirección facultativa del Arquitecto de la Mitra.

Así lo decretó y firma el Señor Vicario Capitular del Arzobispado; de que certifico”[1].



[1]AGAS,Sección III, Justicia,leg.10008(225).

ILUSTRACIONES DE LA PARROQUIA MATRIZ DE SANTIAGO APÓSTOL DE CASTILLEJA DE LA CUESTA








jueves, 13 de agosto de 2020

LA HERMANDAD DE LA SOLEDAD DE CASTILLEJA DE LA CUESTA Y EL DOGMA DE LA ASUNCIÓN.

LA HERMANDAD DE LA SOLEDAD DE CASTILLEJA DE LA CUESTA, UNA DE LAS PRIMERAS CORPORACIONES DE ANDALUCÍA EN ACEPTAR EL DOGMA DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA Y CELEBRAR SU FESTIVIDAD.




En la actualidad, de las reglas fundacionales de la hermandad de la Soledad de Castilleja de la Cuesta conocemos tan solo algunos de los capítulos que han llegado a nosotros de manera indirecta, insertos en documentos relativos a los siglos XVII y XVIII. Entre estos se halla el capitulo XIV, referente a "las divisas y orden de nuestra procesión", cuyo contenido es el que sigue:

 "CAPITULO XIV: Que trata de las divisas y orden de nuestra procesión: Ítem. ordenamos y mandamos que nuestro muñidor traiga una Ropa negra y las mangas y Bonete negro, y un Escudo grande con una Imagen de Nuestra Señora y Santo Sepulcro y el Estandarte sea Negro con una cruz colorada, y las varas del Regimiento sean negras y con una cruz arriba al cavo delas dichas varas; y cuando el Viernes Santo en la Tarde hiciéremos nuestra Penitencia en la Procesión se ha de guardar el orden siguiente:  Primeramente hemos de llevar el Estandarte delante, y la Santa Cruz en medio, y detrás el Santo Sepulcro, y más atrás a lo último la Imagen de Nuestra Señora de la Soledad al cavo de dicha procesión; y los Regidores de la cofradía vayan en medio de ella gobernándola ".

Desconocemos en la actualidad el número del apartado correspondiente a las festividades y a las funciones religiosas de las reglas fundacionales a celebrar por la corporación soleana, pero no así su contenido, dadas a conocer en fuentes documentales de siglos posteriores. De hecho, en un informe solicitado al párroco de Santiago en el año 1700, sobre las festividades que celebraban las distintas hermandades residentes en la parroquia de Santiago, relativas a las de la de la Soledad y Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo  fueron anotadas las siguientes:

 "- Primeramente todos los cuartos domingos de cada mes una misa cantada a la Asunción de Nuestra Señora.

  - Ítem. Es de obligación de la dicha cofradía el dia de los difuntos todos los años mandar decir una misa cantada de su vigilia antes y su procesión después.

  - Ítem. Es de obligación de dicha cofradía mandar decir Vísperas de Misa cantada el dia de la Asunción de Nuestra Señora.

  - Ítem. Por cada hermano o hermana que muriere de dicha cofradía tiene obligación a mandar a decir una misa cantada de Réquiem y tres rezadas.

  - Ítem. Si el día quince de Agosto si hay procesión por las calles le toca al Beneficiado por sus derechos de vísperas y misa, sermón y teniendo de manifiesto al Santísimo y procesión".

Entre las festividades citadas llama la atención las dedicadas a la Asunción de María Santísima; no solo el día 15 de agosto de cada año, sino la celebración de una misa cantada los cuartos domingos de cada mes, o la celebración de un Cabildo General el citado día. De hecho, la mencionada festividad se seguiría manteniendo en las sucesivas renovaciones de las reglas de la hermandad de Castilleja de la Cuesta; en 1721, la de 1795 cuando se produce la fusión con la Santa Vera Cruz de Santiago, en las de 1985, 2005 y 2014 respectivamente. En la actualidad,  desde comienzos del siglo XX,  la función se reduce a una Misa Solemne en el interior de la parroquia matriz, procesionando ocasionalmente  la Virgen de la Soledad en la advocación de los Reyes.

Continuando con las reseñas históricas, se muestra un documento que hace mención a un libro de cuentas de 1910 de una vecina, hermana de la Soledad y Santo Entierro, en el que se recogen ciertas partidas destinadas a la composición de todo el ajuar necesario para la procesión de su imagen titular  el citado día de la Asunción:

LIBRO DE CUENTAS DE DOLORES CABRERA Y LÓPEZ.
15 DE SEPTIEMBRE DE 1910.
El día 15 de septiembre de 1910 puso Dolores Cabrera un pequeño establecimiento de comestible y con lo que produjo los comestible le compró a la Santísima Virgen de la Soledad una diadema de plata de ley, le costó 1.000 reales y tres varas de metal dorado, 200 reales.
El día 15 de agosto de 1911 sacó en procesión a misma Virgen con el título de Reyes, un escultor le hizo la forma de una señora sentada, llevó 200 reales, y hizo un Niño que llevaba la misma, sentado, llevó por el Niño 300 reales. (1.700 reales).
Le hizo un palio de tisú de plata y galones de oro fino que Dolores los regaló, costó el palio 260 reales; madera para la peana, y el palio de Antonio Tovar ya difunto, y Manuel Sánchez Sartina lo hicieron gratis.
Un manto de damasco rosa y blonda de plata entrefina, costó 773 reales.
Cuatro varas de plata de Meneses, ha costado 1.200 reales.
Un sillón de madera y aplicaciones de plata Meneses, costó 904 reales (3.294 reales). El respaldo del sillón lo bordó Dolores Cabrera; unos zapatos para la misma Virgen de raso blanco bordados en oro por la misma Dolores”.


Imagen retrospectiva de comienzos del siglo XX. Procesión del día de la
Asunción, 15 de agosto,  presidida por Nuestra Señora de la Soledad.
Archivo de la Hermandad Sacramental de Santiago. Castilleja de la Cuesta.

Finalmente, se ofrecen las indicadas reseñas o capítulos dedicados a la Asunción de Nuestra Señora, recogidos a lo largo del tiempo en sus correspondientes reglas:

1721: “Primeramente todos los cuartos domingos de cada mes una misa cantada a la Asunción de Nuestra Señora.

Ítem. Si el dia quince de Agosto si hay procesión por las calles le toca al Beneficiado por sus derechos de vísperas y misa, sermón y teniendo de manifiesto al Santísimo y procesión”.

1795: “Capítulo XXI. DE LOS CABILDOS FIXOS QUE HA DE HACER LA HERMANDAD.
Se harán dos cabildos durante el año. El primero de ellos, designado como Cabildo General , el Domingo de Ramos, y el segundo, el día de la Asunción, día 15 de agosto, después de la fiesta, conocido como Cabildo General de Elecciones”.

1986 (1996): TITULO V. Capítulo II. CELEBRACIONES RELIGIOSAS. FIESAT DE LOS TITULARES. A NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD.

“Todos los años, se celebrará solemne Triduo a Nuestra Titular y en honor de la Asunción de Nuestra Señora a los Cielos, culminando dichos actos con solemne Misa y procesión de Nuestra Titular”.

2014: “Capítulo IV. DE LOS CULTOS.
Regla 110ª.- SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN. En la Solemnidad de la Asunción de la Virgen, o en su víspera, la Hermandad celebrará Misa Solemne. Con motivo de dicha solemnidad, previa aprobación del Cabildo de Oficiales, la imagen de Nuestra Señora de la Soledad podrá efectuar Solemne Procesión de Gloria por las calles de la localidad el mencionado día, siendo necesaria la preceptiva autorización de la Autoridad Eclesiástica correspondiente”.


Imagen: 1923 h. Capilla del Sagrario presidido por Nuestra Señora de la Soledad.
Archivo de la Hermandad Sacramental de Santiago. Castilleja de la Cuesta.


(Documentación: La Hermandad de la Plaza de Castilleja de la Cuesta (1370-2000). Juan PRIETO GORDILLO, Castilleja de la Cuesta, 1999.




jueves, 6 de agosto de 2020

EL ARTE EN LAS VITOLAS (II)

ARTE Y ARTISTAS EN VITOLAS DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX. (Parte 2ª)

Continuando con la serie iniciada sobre representaciones pictóricas plasmadas durante la segunda mitad del siglo XX en Vitolas Álvaro, os presento dos obras realizas por el genial maestro pintor Francisco de Goya y Lucientes. La Sagrada Familia y El Picador.

Francisco de Goya y Lucientes nació el 30 de marzo de 1746 en Fuendetodos, un pueblecito de la provincia de Zaragoza. Se formó en el taller de José Luzán y posteriormente viajó a Roma, donde estudió el barroco italiano.

Para esta Sagrada Familia Goya representó a los tres miembros de la misma en el taller de carpintería de José, como se deduce por la presencia de las virutas de madera que hay en el suelo. El niño juega con un crucifijo, gesto que es premonitorio de su muerte. La idea de la virginidad de María está acentuada por la presencia del manto azul que domina la composición piramidal.

Igual que en el cuadro compañero, Tobías y el ángel, Goya ha realizado un estudio de la luz casi científico, por medio del cual los haces se distribuyen por toda la superficie del lienzo e iluminan la humilde estancia donde se encuentra la familia. Parten de un punto concentrado, en este caso madre e hijo, y se difuminan.

Manuela Mena ha sugerido que Goya se pudo inspirar en el último de sus hijos, Javier, nacido en 1784, para representar al Niño con gran ternura, así como el vínculo de éste con la madre. La escena, ciertamente de pronunciado carácter íntimo, va más allá de la mera representación religiosa fría y ortodoxa, infundiendo serenidad y acercamiento.

https://fundaciongoyaenaragon.es/obra/sagrada-familia/130

La construcción del mito romántico de Goya por los escritores franceses del siglo XIX, alimentado por los tópicos definidores del carácter nacional hispano –como la afición a las corridas de toros–, se encuentra en deuda con la Tauromaquia. Treinta y tres estampas de esta serie fueron puestas a la venta en octubre de 1816, anunciadas a través de las páginas del Diario de Madrid.

Tres son las fuentes que Goya pudo haber consultado para la creación de la Tauromaquia: la Carta histórica sobre el origen y progresos de las fiestas de los toros en España (1776), escrita por Nicolás Fernández de Moratín; la Colección de las principales suertes de una corrida de toros (1787-1790), dibujada y grabada en talla dulce por Antonio Carnicero, serie que tuvo bastante repercusión y fue copiada por distintos grabadores de Europa; y la Tauromaquia o arte de torear a caballo y a pie (1796), redactada por el aficionado taurino José de la Tixera probablemente al dictado de Pepe-Hillo, seudónimo del diestro José Delgado, muerto en la plaza de Madrid en 1801. 

La segunda edición de esta última obra vio la luz en 1804, acompañada de estampas sobre los distintos lances del toreo. Tan estrechos han sido los vínculos establecidos por la historiografía tradicional entre la obra de Moratín padre y la Tauromaquia de Goya –al menos en la parte dedicada a la presentación histórica de los enfrentamientos con toros en España– que se ha caído en el error, común también a la fortuna de los Caprichos, de considerar las imágenes como una mera ilustración gráfica del texto escrito. Por otra parte, un sector de la crítica sospecha, con fundamento, que el apartado histórico de la Tauromaquia fue sugerido a Goya por el erudito Ceán Bermúdez.

https://www.goyaenelprado.es/obras/lista/?tx_gbgonline_pi1%5Bgocollectionids%5D=23



domingo, 2 de agosto de 2020

EL ARTE EN LAS VITOLAS.

ARTE Y ARTISTAS EN VITOLAS DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX. (Parte 1ª)


Juan Prieto Gordillo
Doctor en Historia del Arte


A lo largo de los siglos, han sido muchas las disciplinas artísticas, que han dejado huellas de artistas, y obras, enmarcadas en sus correspondientes movimientos artísticos (Renacimiento, Barroco, Rococó, Neoclásico...). En esta ocasión quiero mostraros una serie de Vitolas, impresas en la segunda mitad del siglo XX, que fueron incluidas en el interior de las cajas de puros habanos ALVARO, donde se muestran algunas de las obras que iremos desglosando en futuras publicaciones.

Para comenzar quiero mostraros la obra titulada Autorretrato con Crucificado, de estilo Barroco del pintor Francisco de Zurbarán, realizada en el año 1650, quedando expuesta en el Museo del Prado.

Francisco de Zurbarán nace en el año 1598 en el pueblo pacense de Fuente de Cantos, hijo de un mercero que le enviará antes de cumplir veinte años a Sevilla, a estudiar con el pintor Pedro Díaz de Villanueva. Una vez completado su aprendizaje, que no durará mucho, Zurbarán regresará a su Extremadura natal, a la localidad de Llerena, donde contraerá matrimonio por dos veces y se establecerá, hasta la fecha de 1626 en que se reclamado a Sevilla para llevar a cabo la ejecución de un importante encargo. 


Zurbarán: Cristo crucificado contemplado por un pintor – Bitácora Almendrón
Autorretrato con Crucificado.
Francisco de Zurbarán. Hacia 1650. Museo del Prado.

Vitola. Colección particular. Juan Prieto Gordillo.
Segunda mitad del siglo XX.

La segunda obra reflejada en una nueva Vitola, es la titulada: Coronación de la Virgen, realizada por el maestro sevillano Diego Velázquez hacia 1640.

Velázquez nace en 1599 en Sevilla y muere en Madrid en 1660, realizando sus obras en la primera mitad del siglo XVII. En España aún continúa reinando la Casa de los Austria. De hecho Velazquez será pintor de cámara de Felipe IV. Se trata de una época en la que el estilo artístico que reina es el Barroco que ha llegado a España desde Italia.


Coronación de la Virgen (Velázquez) - Wikipedia, la enciclopedia libre

Coronación de la Virgen María. Diego Velázquez.
Hacia 1640. Museo del Prado.

Vitola. Colección particular. Juan Prieto Gordillo.
Segunda mitad del siglo XX.

lunes, 27 de julio de 2020

SOBRE EL SUCESO MILAGROSO DE LA SANGRE DE SAN PANTALEÓN.

EL SUCESO MILAGROSO DE LA LICUACIÓN DE LA SANGRE DE SAN PANTALEÓN.

Juan Prieto Gordillo
Doctor en Historia del Arte


Hoy 27 de julio de 2020, os presento una nueva reseña histórica; en esta ocasión referida a San Pantaleón, con motivo de su festividad y del suceso milagroso que durante siglos se viene produciendo en torno a su sangre tal día como hoy.

Este extracto forma parte de una obra publicada por mi en el año 2001, relacionada con un patronato fundado por el señor don Luis de Novela y Spínola de mediados el siglo XVIII.

Dice así:

"Curiosamente en la presente documentación se narra el hecho milagroso del santo en el que la sangre de Este se licua el día de su onomástica en el convento madrileño de la Encarnación, acto al que asistió Novela y Spínola junto a don Pedro Rodríguez Campomanes, fiscal del Consejo de Castilla y Camarista del conde de Campomanes y a don Martín de Ulloa, oidor de la Real Audiencia, Los tres juntos a cerca de las doce del día, entramos en la Iglesia, la que estaba sin gente, y  yo más atrevido y osado tomé la Empolla, y estuvimos los tres viendo y registrando las certeza del suceso, lo que manifiesto para honra de Dios en sus Santos".

La presente documentación se puede localizar en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla, en la sección de Protocolos Notariales en el legajo.14.701,fol.324-368.

Pero, ¿quién fue Pantaleón?
Pantaleón fue un médico de la nobleza hacía el siglo IV d.c. Vivió en la región turca de Esmirna. Su vida cambia radicalmente al convertirse al cristianismo, al ser acosado y martirizado por sus nuevas ideas religiosas  en el año 305 d. de C.

Según la tradición cristiana, varios fueron los fieles que recogieron su sangre con pequeños algodones y la fueron guardando en ampollas de cristal que se fueron repartiendo por toda Italia y otros países para su culto.

En el siglo XVII en España, la hija del virrey Juan de Zúñiga, que posteriormente sería la fundadora del Real Monasterio de la Encarnación, trajo la reliquia a nuestro país. Los milagros relacionados con la sangre y sus cambios de estado de sólido a líquido llevaron a la iglesia a  intervenir para saber cuál era el origen de estos milagros o si simplemente eran hechos inventados.
El 28 de enero de 1724, el Arzobispo de Santiago de Compostela y juez ordinario inquisidor, comenzó el juicio a la Sangre de San Pantaleón. Tras la declaración de varios testigos ilustres de la época, que acudieron cada 27 de julio durante 7 años consecutivos, para verificar la licuefacción, el milagro se dio por verídico.

Así consta en un manuscrito en el Convento de la Encarnación, datado el 30 de agosto de 1729. El manuscrito dice así: “Su señoría, señor juez, declara y confiesa haberla visto líquida y fluida dicho día de San Pantaleón, veintisiete de julio, y después de su festividad condensada y dura, todo repetidas veces en el tiempo de diez años. Y conformándose con el parecer de los expresados teólogos, canonistas y médicos, lo tienen y veneran por prodigio y maravilla, alabando a dios Nuestro Señor por las obras sus santos”.

Son muchas las investigaciones científicas que se han llevado a cabo para intentar explicar y dar carpetazo a la licuefacción de la sangre de San Pantaleón. Pero todavía no se ha descubierto porque ocurre este extraño fenómeno.


De momento, el próximo 27 de julio nos volveremos a preguntar  ¿Se licuará este año la sangre de san Pantaleón?




Cada 27 de julio, la sangre del mártir San Pantaleón que contiene la ampolla conservada en la Iglesia del Real Monasterio de la Encarnación pasa de estado sólido a líquido.